Al oír esas palabras Jiang Gu levantó su mano y lo golpeó de nuevo, viendo a Zhang Yu cubrirse la cara y sentarse en el suelo miró a Qi Yi con una cara sombría y dijo: "Voy a volver para buscar a Chu Yang".
"¡Estás loco!" Zhang Yu levantó su cabeza sorprendido y exclamó: "¿Hemos conseguido escapar con mucha dificultad y todavía quieres volver?"
Jiang Gu ya no emitió ningún sonido, ni siquiera quiso volver a mirar Zhang Yu, limitándose a mirar a Qi Yi.
Y Qi Yi que se frotaba la frente en este momento, lamentando por qué confió en Zhang Yu y por qué no esperó más tiempo a Chu Yang.
Levantó su cabeza, viendo que Zhang Yu que todavía seguí hablando y no pudo contener su enojo y dijo: ''¡Chu Yang no tenía que ayudarlos en primer lugar! Esto es un asunto de amor, Zhang Yu, ¿acaso haz perdido tu corazón en esa basura de orfanato?"
Los otros niños los miraron con miedo, sin saber qué hacer.
Aya también estaba sentada en la puerta del auto mirándolos sin comprender, con los ojos enrojecidos.
La actitud de Qi Yi hizo que Zhang Yu entrara de repente en pánico, temía que Qi Yi los abandonara, rápidamente se arrastró y agarró los pantalones de Qi Yi y rezó: "¡Por favor, no nos abandones, sé que está mal! Por favor no nos dejes".
"Realmente me gustaría dejarte aquí si pudiera".
Qi Yi lo miró con frialdad, pero en su corazón, no quería renunciar a todos los niños por culpa de Zhang Yu, miró la hora y frunció el ceño débilmente, "Después resolveré este asunto contigo, ahora es demasiado tarde".
Si no se apresuraba a enviar a Jiang Gu y a los demás fuera de Ciudad H, el plan esta vez probablemente fracasaría por completo, pero tampoco podía dejar solo a Chu Yang en ese orfanato.
Al ver que Qi Yi dudaba, Jiang Gu se adelantó y volvió a hablar: "Déjame volver, conozco todo el orfanato y puedo llevarme a Chu Yang".
"¡De ninguna manera!" Qi Yi se negó sin pensarlo: "Ya te he sacado de ahí, no tiene sentido dejarte volver".
"¿Qué otra forma hay ahora?" Jiang Gu se precipitó hacia delante y agarró fuertemente la ropa de Qi Yi mientras decía en voz alta: "¡Chu Yang definitivamente no podrá escapar solo, pero conmigo sí!"
"¿Seguro que puedes?" Qi Yi dijo con dudas.
Jiang Gu asintió pesadamente, sus ojos negros inyectados en sangre eran más decididos que los de un adulto, "En este momento Xiao Jingyu y los demás deben estar buscándonos por todas partes, no debe haber mucha gente vigilando el orfanato."
Jiang Gu tenía razón, ahora sólo podía confiar en él en esta situación.
Qi Yi tardó unos segundos en decidirse antes de extender finalmente su mano sobre el hombro de Jiang Gu, diciendo en voz baja: "Tienes que tener cuidado".
Jiang Gu asintió y tomó el dinero que Qi Yi le entregó tomando así un taxi directamente hacía el orfanato, mientras Qi Yi continúo haciendo lo que tenía que hacer.
Sólo exponiendo la oscuridad de este orfanato podría salvar a esté grupo de niños.
...
Dentro de la pequeña y oscura habitación, Chu Yang colgaba golpeado y herido, con los párpados ligeramente caídos y la respiración débil.
Wang Hu seguía presionándole sobre Jiang Gu y su paradero, pero era como si su mente no pensara, estancada en algún vacío, como si eso le permitiera ignorar el dolor de todo su cuerpo.
Sus ojos pudieron ver cómo la sangre que caía de su cuerpo se convertía en una flor ensangrentada en el suelo, y cerró los ojos, deseando únicamente que Jiang Gu y los demás hubieran escapado sin problemas.
Una vez, cuando lo estaban torturando, nadie acudió a rescatarlo, por mucho que rezara, la paliza que debía recibir no iba ser menor.
Tal vez iba a morir aquí, sólo un poco arrepentido de no poder seguir protegiendo a Jiang Gu.
Nadie había acudido a su rescate antes, y tampoco lo harían ahora.
