Lo primero que hicieron Zheng Youyi y Chu Jun nada más llegar a casa fue reprender a sus propios sirvientes por no disciplinar adecuadamente a Chu Yang, e incluso permitir que alguien como Wang Lin fuera arrogante durante tanto tiempo.
Pensar que les daba dinero a estas personas, pero no hacían su trabajo correctamente, Chu Jun se sintió muy molesto y rápidamente quiso despedir a todos.
Chu Yang, que había querido llevar a Jiang Gu a su habitación para que descansara, frunció el ceño y se detuvo apresuradamente: "¿Despedirlos a todos? Algunas de estas personas han estado cuidando de mí, también me ayudaron con el asunto del orfanato, me he acostumbrado a tenerlos cerca, ¿por qué quieren despedirlos?"
"Yang Yang, todavía eres muy joven, no entiendes esto". Chu Jun dijo fríamente: "No supieron cuidarte bien, tienen que hacerse responsables".
Al ver que Xu Qian, estaba de pie, con la frente abajo y una cara avergonzada, Chu Yang respiró profundamente para liberar la inexplicable amargura de su corazón, y miró a Chu Jun y susurró: "Entonces, ¿tú cuidaste de mí?".
Jiang Gu, que estaba detrás de él, levantó su cabeza al oír esto.
Chu Jun y Zheng Youyi se quedaron congelados.
"No les pido que estén a mi lado todo el tiempo". Chu Yang sabía que habría momentos de descuidos entre los miembros de la familia, pero el descuido no significaba ser indiferentes con él "¿Pero ni siquiera un poco de tiempo pudieron liberar para estar conmigo? Si me hubiesen prestado más atención, no hubiese aparecido gente como Wang Lin.
Hizo una pausa y miró hacia Xu Qian y a los demás y continuó: "Alguien de aquí ha cocinado para mí, alguien ha hablado conmigo, ¿y ustedes que han hecho?".
Para ser honesto, para el actual Chu Yang, era Xu Qian, el cocinero, en quien más confiaba que en estas dos personas que tenía delante, que eran sus padres.
Al escuchar las palabras de Chu Yang, Chu Jun apretó los dientes, y caminó frente a Chu Yang con grandes pasos, presionando fuertemente sus hombros y bajó la cabeza con un rostro serio y dijo.
"Yang Yang, sé que tenemos la culpa, ¡pero todo esto lo estamos haciendo por tu propio bien! A partir de ahora, eres el hijo de una familia rica, ¿qué importa si ahora sufres un poco? Todavía eres joven y no lo entiendes, cuando crezcas sabrás lo útil que es el dinero".
¿Dinero?
Al escuchar eso los ojos de Chu Yang se movieron, miró hacia arriba y dijo suavemente: "¿Y si muero esta vez?"
Chu Jun endureció su expresión, e incluso su mano se retiró inconscientemente, su corazón no sabía qué expresión utilizar para enfrentarse a Chu Yang.
"¡Bla, bla, bla!" Después de una cantidad desconocida de tiempo, Xu Qian habló de repente para romper el silencio, primero golpeo el suelo unas cuantas veces, luego se apresuró a mirar a Chu Yang y dijo ansiosamente: "¿De qué estás hablando joven maestro? Personas como tú de buen corazón son las que deberían crecer felizmente.
Dijo con una mirada culpable y pellizcando nerviosamente sus dedos: "En efecto, te hemos hecho muchas cosas malas durante este tiempo, deberías dejar de hablar por nosotros, estoy dispuesto a ser castigado".
Aunque Xu Qian era tímido, seguía mostrando el valor que un hombre debe tener en un momento crítico.
Tan pronto como sus palabras cayeron, los otros sirvientes también se disculparon, aunque todos ellos no podían dejar de lado esté trabajo tan bien pagado, pero admitían que habían sido descuidados con Chu Yang en alguna ocasión.
"Todos cállense". Zheng Youyi suspiró y calmó primero a la multitud.
Dio dos pasos hacia delante y tiró del brazo de Chu Jun, se inclinó y frotó la cabeza de Chu Yang con culpabilidad y dijo: "No escuches a tu padre, vamos a quedarnos con toda la gente que quieras, ¿vale?"
Al ver que la mirada seria de Zheng Youyi no parecía una broma, Chu Yang se sintió aliviado, Xu Qian había dado tanto por él, que simplemente no quería alejar a estas personas.
Esperó a que Zheng Youyi dejara que los sirvientes se fueran antes de darse la vuelta y tirar de Jiang Gu para prepararse para volver a su habitación, pero cuando estaba por irse Zheng Youyi habló: "Espera un momento Yang Yang, he dispuesto una habitación de invitados para este niño, puedes dejar que se quede en la habitación de invitados".
Chu Yang se dio la vuelta y miró a Jiang Gu, que sólo tenía diez años, ¿Cómo podía dejar solo a este pequeño niño?, y dijo con firmeza: "Quiero que Jiang Gu se quede conmigo".
Ante la cara de terquedad de Chu Yang, Zheng Youyi frunció el ceño, y no quiso discutir con Chu Yang, así que no tuvo más remedio que aceptar por esta vez.
Al llevar a Jiang Gu a su habitación, Chu Yang le dijo primero que se sentara en la cama y fue a buscar a una sirvienta para que le preparara algo de beber.
Jiang Gu se sentó frente a la cama, sin moverse para observar la exquisita habitación, que estaba bien iluminada, había dos pequeñas plantas al lado de la ventana, las hojas verdes brillantes estaban cubiertas de gotas de agua, con un aspecto verde y tierno, muy bonito.
También había muchos juguetes al lado de la cama, y junto a ellos estaba un escritorio con algunos libros sencillos sobre ella y también cuadernos y colores.
El diseño de la habitación era algo similar a la que una vez tuvo en el fondo de su memoria, rara vez recordaba los viejos tiempos, pero aún podía recordar vagamente haber vivido en una casa como ésta antes de su accidente.
Sacudió la cabeza y dejó de pensar en eso, para él la felicidad del pasado había desaparecido hace tiempo, y aunque pudiera recuperarla, no sería lo mismo que al principio.
Se quedó en silencio esperando a que Chu Yang regresara, cuando este regreso extendió su mano para entrelazarla con la de Chu Yang, asegurándose de que seguía a su lado antes de tranquilizarse y tomar un sorbo de agua.
A los ojos de Chu Yang, un "adulto", parecía que estaba bien que dos niños se cogieran de la mano.
"Tus manos son tan suaves". Jiang Gu dejó la taza y apretó con cariño cada uno de los carnosos dedos de Chu Yang.
"Las tuyas también lo son..." Chu Yang iba a responder, pero sintió los finos callos de las manos de Jiang Gu.
Un niño de sólo diez años tenía callos en las manos.
El corazón de Chu Yang se sintió triste por un momento, mientras sostenía la mano de Jiang Gu y susurraba: "Tus manos son muy bonitas".
Dijo esto y colocó la mano de Jiang Gu en su rostro así frotándolo suavemente contra sus mejillas.
Jiang Gu miró fijamente a Chu Yang, parecía estar feliz, incluso las puntas de sus orejas estaban un poco rojas.
Al ver que Jiang Gu estaba de buen humor, Chu Yang miró a su alrededor y encontró un libro en la estantería y lo agarró.
"Jiang Gu, ¿lees esto?" Preguntó con una dulce sonrisa mientras sostenía el libro en sus brazos.
Jiang Gu no conocía las palabras del libro y bajó la cabeza cuando algo parecido al nerviosismo apareció en su rostro.
"No sé leer". Susurró.
"Está bien, te lo leeré". Chu Yang se dejó caer sobre la suave cama, abriendo el libro y señalando los dibujos del mismo: "Este es el Lobo Feroz, y esta es Caperucita Roja..."
La voz de Chu Yang era como el arroz glutinoso, dulce y suave, muy buena y agradable de escuchar.
Jiang Gu no está muy interesado en el contenido del libro, sólo escuchó atentamente la voz de Chu Yang, y sólo cuando escuchó a Chu Yang terminar de contar esta historia, habló con dudas: "¿Por qué el lobo feroz quería comérsela?
"Atrapado por esta inocente pregunta de Jiang Gu, Chu Yang tosió levemente y dijo con un rostro viejo y maduro: "Esto es un cuento de hadas, así es la historia".
Jiang Gu pareció entender, sus ojos se posaron en el lobo feroz con la barriga abierta en la imagen, lo tocó suavemente con la mano y sonrió felizmente.
Si también escondiera a Chu Yang en su estómago, ¿no estarían juntos todo el tiempo?
No sería tan tonto como el lobo feroz, lo escondería bien y no dejaría que nadie lo encontrara.
