One shots zodiacales; [PEDIDOS CERRADOS]

Capricornio & Libra

Libra era una persona promedio, no destacaba para nada con su habitual ropa holgada. Pero Capricornio podía pasar horas enteras viéndolo hacer las tareas del hogar y jamás se aburriría de ello. Especialmente en momentos como este, donde el chico se mecía al ritmo de una canción melódica al barrer el piso del comedor.

Cuando notó la presencia de su jefe le bajó al volumen de la música y a Capricornio no le quedó de otra que dejar de estar perdido en el hipnotizante vaivén de sus caderas.

— ¡Buenas tardes, Capricornio! —sonrió hacia él, dejando la escoba a un lado para acercarse.

¡Quería abrazarlo tan fuerte! Pero Libra tuvo que contener las ganas de saltar a sus brazos en cuanto lo vio.

—Hola, Libra, ¿cómo lo has llevado?

Hacía varios meses que no se veían y el hecho de poder intercambiar unas cuantas palabras el día de hoy le hacía tan feliz que no encontraba las palabras exactas para expresarlo con más entusiasmo.

— ¿Normal? No hay nada nuevo que reportar —se encogió de hombros y miró sus pies descalzos antes de levantar la mirada hacia él de nuevo—. ¿Por cuánto tiempo te quedarás? ¿Quieres que te prepare el baño?

El hombre en cuestión negó con un gesto de mano y desabrochó su corbata con la otra para luego arremangarse la camisa a la altura de los codos. Aún no podía darse el placer de relajarse en la bañera, a pesar de haber viajado casi un día entero de una ciudad a otra.

A simple vista no parecía cambiado, salvo por esos músculos que se marcaban ante el menor movimiento de sus brazos.

Por un momento Libra creyó que se le caería la saliva, aunque afortunadamente logró controlarse muy bien.

—Quizás no tenga que viajar en un tiempo. Tengo una reunión virtual más tarde —tras acercarse al fregadero se sirvió un vaso de agua fría y, a los segundos, Libra dejó un plato de facturas dulces en la mesa que se interponía entre ambos—. Dime que las hiciste tú mismo.

— ¡Mm, así es! Espero que te gusten, dime qué te parecen —dijo con sus ojos brillando de emoción, y Capricornio pensó: ¡como me gustaría tomarle un par de fotos a su rostro!

Se llevó una factura al azar a la boca. Todas tenían buena pinta, estaban decoradas con crema pastelera, sólo diferían en la forma de presentación, así que supuso que el sabor no sería muy distinto a las demás. Aunque no podría haber estado más equivocado.

— ¿Y bien?

Tomó otra factura y, a diferencia de la anterior, logró distinguir la fragante esencia del limón. Era como si hubiese una fiesta en sus papilas gustativas. ¡Era tan bueno que quería besar las maravillosas, competentes y sensuales manos de Libra!

—En una escala del uno al diez, diría que once —Libra agrandó tanto su sonrisa hasta el punto en el que sus ojos se cerraron, mientras sus mejillas adquirían un leve tono rosado.