One shots zodiacales; [PEDIDOS CERRADOS]

Tauro & Escorpio

AVISO; este one shot contiene temática homosexual gay, si no es de tu agrado, te invito a retirarte.

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En una tarde calurosa, se encontraban dos amigos intentando no hacerle caso a la temperatura caliente, producto del verano (además del calentamiento global, claro está).

Uno de ellos miraba su celular, su Twitter, riendo de vez en cuando, ya que él seguía cuentas de memes, en su mayoría. Mientras que, el otro contaba las vueltas que su ventilador daba, en el techo de su dormitorio, estaba de más aclarar que estaba aburrido.

Todo el día estuvieron encerrados debido a que el calor era insoportable, como para siquiera respirar.

—Tus padres deberían comprarte un aire acondicionado —opinó el de cabello negro al cansarse de ver a su amigo mirando el ventilador, como si estuviese hipnotizado.

—No lo harán —bufó Tauro cuando procesó las palabras dichas por Escorpio—. Mi abuela tiene uno de esos aires y si hace mucho calor, se apaga solo.

Ninguno volvió a tocar el tema y la habitación se sumió en silencio de nuevo.

El sol aún brillaba con fuerza en el cielo, aunque el calor se sentía un poco más debido a que el ventilador, al mover las partículas calientes del ambiente, parecía echar fuego.

Escorpio se hartó de transpirar su camiseta, así que, se la quitó junto con sus pantalones, quedando en un simple short de color celeste.

Tauro quiso imitarle, pero cuando se trataba de mostrar su cuerpo, era bastante tímido. Sin embargo, no es como si estuviese con tres buzos polares, ni que quisiera desmayarse; pero tampoco iba a quedarse en "cuero", como su amigo.

—¿Tienes algo? —inquirió el chico que estaba recostado en la cama, mirándolo fijo, sin intenciones de incomodarlo, pero eso era lo que estaba logrando en el chico de cabellos anaranjados; anaranjado como el atardecer que se presentaba fuera de su ventana.

—¿Yo? Pff, no, no me pasa nada —mintió. Escorpio lo miró con una ceja alzada, sin creerle.

Ambos se conocían bastante bien, por lo que no le fue difícil a Escorpio deducir que su amigo le estaba mintiendo. Cuando Tauro solía mentir, a diferencia de otras personas, tendía a mirarlo a los ojos y a hablar más rápido que de costumbre.

—Vale, entonces, ¿quieres que me trague esa mentira, o qué pretendes? —El joven taurino tragó saliva, notoriamente, y decidió apartar su mirada de los ojos celestes del contrario, justo en el momento en el que su corazón empezaba a latir con mayor fuerza—. Mira, Tauro, somos amigos desde hace más de seis años, tal vez no lo parece, pero me preocupas cuando intentas mentirme, ¿sabes?

De repente, Tauro se sentó sobre la alfombra para tener una mejor visión del escorpiano y no pudo evitar sorprenderse (y sonrojarse) ante tal confesión. A ver, no era como si Escorpio fuera un ser sin sentimientos, de hecho, era muy sentimental, pero le costaba mostrarse de esa manera a los demás.