One shots zodiacales; [PEDIDOS CERRADOS]

Cáncer & Escorpio; two shot

Su risa era lo más lindo que podía escuchar, su sonrisa lo llevaba a otro nivel de lindura.

La amaba, o así se sentía pero, él no quería entregarse por completo. Tenía miedo a que ella pudiera romper su corazón, a pesar de que sabía que ella no lo haría, o eso quería creer.

—Estoy para ayudar, ¿lo recuerdas? —le dijo Cáncer mientras acariciaba el cabello oscuro del joven, quien lloraba desconsolado en su hombro.

Tenía sus días de llanto incontenible, le servía para desahogarse de los problemas, los cuales no le contaba a Cáncer para no preocuparla. No quería arrastrarla al infierno en el que vivía, pero tampoco quería que se alejara de él. Tal vez era un poco egoísta.

—Escorpio, ¿quieres contarme lo que sucede? —le preguntó la muchacha, acariciando la mejilla del nombrado.

—Estaré bien —fue lo único que salió de su boca, además de un leve suspiro.

Cáncer no pudo evitar sentirse decepcionada; si bien se conocían desde hace más de un año, ella no conocía el pasado completo de Escorpio y eso la frustraba, ella confiaba ciegamente en él, ¿por qué no podía ser correspondida?

Siguieron abrazados por un buen tiempo, en el que Escorpio pudo pensar más tranquilo sobre los demonios que lo atormentaban. Dejo de llorar, sintió que fue una estupidez haber dejado que la castaña se preocupara por él, encima que no le explicaba el porqué de su llanto, lloraba sobre su hombro.

—Necesito tiempo para pensar —habló, mirando los ojos avellana de Cáncer, los cuales tenían una mezcla de confusión, dolor y decepción.

—¿Por qué no confías en mí? Lo podemos solucionar juntos —La muchacha tomó sus manos, no quería dejarlo ir, menos en ese estado y mucho menos si su ida no implicaba una vuelta—.Trabajamos duro para conseguir lo que tenemos, ¿de verdad quieres irte así?

Escorpio no dijo nada, no sabía qué decir, dejo que el silencio hablara por él. Cáncer sentía que el pelinegro se separaba lentamente de su agarre, por lo que se apresuró a detenerlo, posando sus labios sobre los de él. Ninguno se movía, ambos por miedo; ella por no ser correspondida y él por no querer hacerle más daño.

Las campanillas que se mesían a causa del viento se detuvieron, el sol se ocultó tras las nubes, convirtiendo el espectacular día soleado a nublado. Esperaban que el tiempo se congelara y que sus sentimientos perduraran, pero no sucedió.

—Lo siento —murmuró al separarse de la persona que amaba. Cáncer tenía ganas de llorar, no quería que él la viera hacerlo, sentía que Escorpio ya no tenía derecho a verla en su estado más débil.

—Yo también lo siento —masculló entre dolida y enfadada, mientras sentía que un nudo se instalaba en su garganta.

Escorpio le dedicó una última mirada. Debía irse en ese mismo instante porque sino luego no tendría el valor necesario para hacerlo. Cáncer lo dejo ir y eso era lo que más le molestaba, ella le había prometido salvarlo de la oscuridad que lo rodeaba, pero él no la ayudaba mucho que digamos.

La castaña vio como Escorpio se iba caminando, todo parecía ir en cámara lenta para ella. Cayó de rodillas al suelo, raspándolas un poco debido a que llevaba puesto un vestido. Afirmó sus manos en el suelo y bajó su mirada hacia sus manos, ya que había sentido la textura de una hoja bajo ellas.

Entre tu mirada y la mía se aprecia la verdad de aquellos días, la lágrima recogida por tus dedos y la gratitud por los consejos.

Entre tu boca y la mía, se esconden secretos y risas, las travesuras no dichas.

Entre tu pecho y el mío palpita el sentimiento de lo desconocido.

Entre tu mano y la mía se oculta la bienvenida a la incertidumbre de los próximos días.

Entre tus pies y los míos se asoma la lejanía, por los momento tristes que nos regaló la vida misma.

Era la letra cursiva de Escorpio, podría reconocerla donde fuera. Cáncer volteó la hoja que contenía su historia y se encontró con la fecha en la que lo había escrito. Sólo habían pasado dos días.

Cáncer se levantó, ignorando el hormigueo que sentía en sus rodillas y echó a correr en la dirección que había visto a su amado escapar. Lo encontró no muy lejos de donde la había dejado, pero él iba caminando delante de ella y le gritó para llamar su atención.

—¡¿Alguna vez te dije que el refrán es un asco?! —Escorpio dejo de caminar al oír su voz, sin embargo, no giró a verla. Cáncer se detuvo a varios metros de distancia y con una mano sostenía la hoja con el poema—. Todos dicen que si amas algo debes dejarlo ir, pues, para tu mala suerte, yo no soy como todos.

El escorpiano volteó a verla y vio la hoja celeste en sus manos. Tocó sus bolsillos como si no pudiera creer que lo perdió justo cuando estaba a punto de marcharse. Ella no debía leerlo.

—¿Por qué?

—Porque te amo y prometí darle color a tu vida, y eso es lo que planeo hacer pero tú no me pones las cosas fáciles —Escorpio sonrió, en verdad era un idiota al intentar abandonarla. Corrió hacia Cáncer y la giró mientras la abrazaba con todas sus fuerzas, al igual que ella a él.

Luego de eso, ambos buscaron los labios del otro para unirlos en un beso desesperado, aunque lleno de cariño y amor. Cáncer tenía sus manos sobre las mejillas del muchacho mientras que él tenía sus manos sobre las de la canceriana.

—No me dejes ir nunca más —murmuró Escorpio en medio del beso y recibió una mordida en su labio inferior por parte de Cáncer.

—Deja de ser tan imbécil y lo haré —dijo con gracia la castaña y se separaron. Ambos sonrieron al mismo tiempo y volvieron a abrazarse.

A ellos les gustaba describirse como dos piezas de un rompecabezas, ninguno era perfecto y por ello encajaban a la perfección. Y eso era lo único que necesitaban para saber que uno era la pieza que le faltaba al otro para poder completarse.

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N/A

Quiero aclarar que las palabras escritas por Escorpio, en realidad, fueron escritas por its-cc, a quien agradezco mucho por haber dejado que lo use. 💕

Por cierto, pueden pasar por el perfil de Cam, ¡escribe cosas muy lindas y profundas! ❤

—Eve xx