One shots zodiacales; [PEDIDOS CERRADOS]

Leo & Acuario

Sólo quiero tu felicidad, por más que tú no quieras la mía.

¿Sabes por qué me voy? Porque tú no eras feliz a mi lado a pesar de mostrarme siempre sonrisas. Estoy seguro de que no lo eras realmente.

Decías amarme cuando a quien amabas era a otra persona, no intentes negarlo.

Lo lamento, de verdad siento que esto tenga que terminar así, pero ninguno fue demasiado valiente como para hablar. Hablar de verdad.

Así que, ahora te libero.

Aún recuerdo cuanto odiabas quedarte encerrada en los días de lluvia. Sí, mira lo que recuerdo cuando intento dejarte ir.

Pero simplemente no puedo. No quiero; perdón por eso, y no te lo pido a ti, no te confundas. Sólo yo puedo disculparme y dudo hacerlo.

También recuerdo que tú me decías con frecuencia que era muy masoquista. La primera vez que me dijiste así, no te entendí. En serio, tuve que buscarlo en el diccionario y luego de haber leído la definición, no entendí porque me habías dicho de tal manera.

Hoy, dos años después, entiendo que tal vez sí, soy un poco masoquista, tan sólo un poco. Pero tiene una justificación, o eso espero. No te la diré, si es que la estás esperando.

¿Recuerdas aquella vez en aquel café? Sí, una tarde de junio en la que me dejaste plantado en nuestra primera cita. Bueno, quería que sepas que me enfadé contigo por no haber aparecido, aunque luego me preocupé, quizás habías tenido algún inconveniente y no podías ir. Mi lado compasivo era muy ingenuo, ¿sabes?

Te esperé dos horas. Dos horas en las que estuve creyendo que no querías saber nada de mí, y ahora que lo pienso mejor, no estaba tan errado. Pero aún así, no entiendo porqué me pediste ser novios. De verdad que no lo entiendo y dudo que algún día lo entienda.

Me enamoré.

No me impactó tu belleza exterior; eras bonita y seguro lo seguirás siendo. Pero, no era eso lo que me había llamado la atención de ti.

No.

Fue el hecho de que eras como un libro cerrado para mí. Uno que llevaba tiempo queriendo leer, pero tenía miedo a que me disgustara la historia.

Debo decirte que al escribir el párrafo anterior, me reí. ¿Por qué no hice caso a mi inconsciente? Es algo que me propuse descubrir, quizás algún día lo logre. Te avisaré si eso pasa.

O tal vez no...

Veo nuestras fotos en tu Instagram y no puedo evitar sentir que todos los momentos que hemos vivido fueron fingidos. ¿Acaso seguías un guión, escrito por algún ser diabólico? ¿O tal vez seguías un plan malvado para joderme la vida?

No lo sé. Espero que en eso si esté equivocado. Quizás así el dolor sea menor.

Mis amigos decían que éramos una pareja muy dispareja, pero, ¿qué sabían ellos, si nosotros nos amábamos? Al menos, yo te amaba y creía que tú también a mí.

Pude darme cuenta a tiempo que yo no era la pieza que le faltaba al puzzle de tu corazón; aunque más que un rompecabezas, tú rompiste mi corazón.

Te estarás preguntando: ¿cuándo, cómo pasó?

¿Sabías que no eres buena escondiendo tu otro novio? Aunque, ¿quién es en realidad el otro novio, Acuario, él o yo?

Cuando los vi juntos, sentí ganas de vomitar; de hecho, lo hice. Los zapatos de una señora se vieron teñidos de la tarta que había almorzado.

En fin... Por eso y muchas cosas más, que no voy a mencionar, le pondré fin a nuestro noviazgo. Por más que tú no quieras, por más que yo tampoco.

Acuario, me haces mal.

Me enamoré de ti y eso me lastima; tu presencia me daña y sé que tu ausencia también lo hará, pero confío en que dolerá menos.

Mientras escribo esto, me encuentro hablando contigo por mensajes. Dices que me amas y yo también hago lo mismo. Espera, no te dije "te amo", dije "yo también me amo" y me preguntas si algo anda mal.

Debe ser una broma, ¿cierto?

Prefiero no responderte. Me siguen llegando mensajes tuyos y simplemente intento ignorarlos. A la bandeja de spam le gustan tus mensajes, me gustaría decir lo mismo si tan sólo los hubiese leído antes de eliminarlos.

Fuimos amigos, ¿lo recuerdas?

Muy buenos amigos. Como los de antes, en los que podías confiar tu vida y ellos no te dejarían caer.

¿Qué nos pasó, qué te pasó?

Me estás llamando y no te contesto, no lo voy a hacer. Ya has decidido tu camino y yo estoy haciendo lo mismo con el mío.

Ya no tengo ganas de continuar escribiéndote, hasta aquí dejaré la carta. La encontrarás debajo de tu almohada, junto a la rosa que me regalaste por la mañana. Que ahora por la tarde, ya se marchitó.

Recuerdo que te gustaban los finales tristes, espero que este también te guste.

Leo