Aries & Piscis

2.8K 124 96
                                    

Piscis se despertó por la incesante vibración que sentía bajo su cabeza, mejor dicho, bajo la almohada

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Piscis se despertó por la incesante vibración que sentía bajo su cabeza, mejor dicho, bajo la almohada.

Intentó sacar su brazo derecho del abrazo que le estaba dando a una morena y quitó el alarma despertador.

La hora en su móvil indicaba las siete de la mañana, hora de irse. Pero antes, deslizó la pantalla hasta encontrar la cámara y sacó una selfie de su acompañante y de él. Para su suerte, la morena dormía a pierna suelta, literal, sus ronquidos se podrían haber oído desde la calle.

Él guardó la foto con la descripción «noventa y nueve», sólo le faltaba acostarse con una mujer más y habría ganado la apuesta que había hecho.

Piscis sonrió y dejó unas mordidas en el cuello de la morena, las cuales, poco a poco, se convertían en la letra «P». Su marca personal.

Al ver que ella no despertó, se levantó de la cama y lo primero que vio fue toda su ropa regada por toda la habitación pero, lo que más le sorprendió, fue encontrar más ropa en el pasillo, al parecer estaban muy calientes por la noche.

Rio en su mente y lentamente se vistió, ocultando su desnudez. Buscó con su mirada la ropa íntima de su acompañante nocturna y al encontrarla, la guardó en el bolsillo trasero de su jean, a modo de prueba.

Piscis dejó una tarjeta en la mesita de luz que decía lo siguiente:

Felicidades, fuiste la número noventa y nueve. No suelo decir esto pero, tuve una de las mejores noches contigo ;)
Piscis.

La verdad, es que, antes de irse, siempre dejaba la misma tarjeta, lo único que cambiaba era el número. Porque para él no significaba nada más que un número, nadie salía lástimado por sentimientos idiotas, era sexo sin compromiso y ellas lo sabían.

(...)

La hermana de Piscis lo invitó a una fiesta que ella organizó, así que él se estaba arreglando para ir en busca de su próxima conquista.

Terminó por despeinarse el cabello y se guiñó un ojo a sí mismo, mirándose en el espejo. Su tierno rostro angelical lo ayudaba a tener a quien fuera a sus pies mientras que su aspecto indiferente le daba un toque misterioso a su imagen, una combinación perfecta.

—Déja de hacer eso y vamos, nos estamos perdiendo de la diversión —habló su hermana desde el umbral de la puerta y Piscis rodó los ojos, aunque ya estaba listo.

Él no dijo nada respecto a eso, sin embargo, miró el atuendo de la muchacha.

—¿No crees que ese vestido es demasiado corto, Virgo? —inquirió y la mencionada no contestó. Ambos bajaron las escaleras y antes de llegar al final, ella lo detuvo.

—La mayoría de mis amigos no te conocen, no digas que somos hermanos —él miró a su hermana con irritación. Siempre que iban juntos a algún lado sucedía lo mismo, ella se avergonzaba de que a su hermano no le importara en lo más mínimo las mujeres.

One shots zodiacales; [PEDIDOS CERRADOS]Where stories live. Discover now