III. Cuando un sueño se hace real.

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La luna llena iluminaba aquella fría noche de manera majestuosa, aquella que fue una de las más felices noches en la vida de Jimin, hasta el momento, puesto que fue cuando su amado por fin le daba la oportunidad de darle el amor que Seokjin le negaba, su corazón latía tan fuerte que creía que se le saldría del pecho, su sonrisa era amplia y su rostro estaba tan colorado, que tuvo que desviar su mirada por vergüenza de parecer un idiota.

- ¿Estás hablando en serio? -dijo Jimin, aún incrédulo por la propuesta de Namjoon-

- Sabes que no juego con eso. -respondió el mayor- ¿Quieres?

- ¡Claro que quiero! -dijo Jimin, sin dudar-

- Bien... entonces ahora eres mi novio.

Dejó su mano sobre la de Jimin y entrelazó sus dedos con los suyos, mientras se pegaba un poco más a él, dejando un pequeño beso en su mejilla, el cual causó que el corazón del omega diera un salto de alegría y soltara una risilla tímida, girándose un poco para verlo.

- Mejor dame un beso de novios... -dijo Jimin-

- Vaya... tú sí que no pierdes el tiempo. -rió levemente-

Al igual que él, Jimin rió; Namjoon alzó sus manos para tomar con cuidado las mejillas ajenas, acercando su rostro al adverso, provocando que sus ojos se cerraran cuando sus respiraciones se entrelazaban hasta haber juntado por completo sus labios en un suave y dulce beso, aunque Jimin creía que iba a desmayarse en los brazos del contrario mientras se besaban.

Aquel habría sido el comienzo de una relación que Jimin había estado esperando desde su adolescencia, aunque le decían que podría ser feliz fácilmente con cualquier otra persona, él seguía aferrándose a Namjoon, con la esperanza de que un día éste pudiera amarlo como él lo amaba. Aquella noche durmieron juntos, otra vez; durante varios días su relación fue muy bien, de hecho, era como si el rastro de Seokjin hubiese desaparecido, cambiaron el tapiz de las paredes, se deshicieron de los recuerdos de aquella relación y no volvieron a mencionarlo para nada después de eso, al fin Jimin podía ser feliz sin vivir a la sombra de alguien, o al menos eso era lo que pensaba. Pasaban el día juntos, salían a divertirse, Namjoon parecía haber superado a Seokjin rápidamente y mientras no sucediera nada que le pareciera sospechoso, Jimin estaba bien con eso.

- Vayamos a acampar a un lago. -dijo Namjoon- me gusta estar contigo al aire libre.

- Me agrada la idea. -Jimin sonrió.- ¿Cuándo quieres ir?

- Cuanto antes.

No tardaron mucho en quedar de acuerdo en un día para salir juntos, alquilaron una cabaña al pie de un lago y compraron todo lo necesario para los días que estarían allí; ese día tomaron un autobús que los llevó hasta la parada que estaba cerca de aquel lugar, el resto del camino tendrían que recorrerlo a pie, no llegaron demasiado tarde, aún había luz de día y podía verse claramente aquella acogedora cabaña hecha de madera, donde apenas llegar dejaron sus pertenencias, no querían esperar para ir a nadar, así que Namjoon se quitó su camisa y se dejó solo un bermuda, mientras Jimin hacía lo mismo, para salir juntos tomados de las manos y sumergirse en aquellas aguas.

No tardaron mucho en quedar de acuerdo en un día para salir juntos, alquilaron una cabaña al pie de un lago y compraron todo lo necesario para los días que estarían allí; ese día tomaron un autobús que los llevó hasta la parada que estaba cerca de...

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Víctima del destinoWhere stories live. Discover now