XIX. Sonriente máscara.

54 15 14
                                    

Apenas hubo puesto un pie dentro de aquella casa, Jung Kook dirigió su mirada al omega que lo veía asombrado, sonriendo ampliamente, lo que le hizo corresponder a su gesto, imitando su sonrisa; los pies de Ji Min comenzaron a moverse sin que él mismo pudiese notarlo y en un dos por tres ya estaba entre los brazos de aquel alfa que tanto amaba, aspiraba su aroma y se llenaba del mismo, deseando en el fondo que no se tratara de otro de sus sueños.

- Volviste, sabía que lo harías. –susurró Ji Min.-

Las manos del alfa acariciaron con suavidad la parte de atrás de la cabeza de Ji Min, depositando un delicado beso sobre la frente del mismo, ambos sentían ese cálido estremecimiento en sus pechos, era la dicha de tenerse cerca otra vez.

- No lo habría logrado sin Taehyung. –susurró Jung Kook.-

Rodeó con sus brazos el cuerpo de Ji Min, pegándolo por completo a su pecho para aspirar su dulce aroma y deleitarse con el mismo, bajo la triste mirada de Yoon Gi; éste giró su cabeza y suspiró, yendo junto a Tae Hyung a la cocina para dejar sola a la pareja. Tomaron asiento en el sillón y Jung Kook tomó las manos de Ji Min para acariciarlas mientras relataba lo que había sucedido y cómo había conseguido escapar de la guardia de Solar y su padre, aunque no era el método, sino los resultados lo que realmente le importaba a Ji Min.

- ¿cómo va el embarazo? –dijo Jung Kook.- ¿te ha dado problemas?

Colocó sus manos sobre la redonda panza de Ji Min, acariciando la misma mientras la miraba con una sonrisa, después volvió su mirada a los ojos del omega.

- Bueno... supongo que bien... -dijo Ji Min.-

- ¿supones?

- Es que... no he ido a hacerme ninguna revisión. –confesó Ji Min.- no quería ir sin ti.

- ¿por qué hiciste eso, Jimin? –Jung Kook suspiró.- sabes que tienes que ir a los chequeos, aunque yo no estuviera ¿cómo sabes si el bebé está en una buena posición o si viene sano y completo?

- Lo sé, lo sé. –Ji Min agachó su cabeza.- es que no quería hacerlo sin ti... estaba tan deprimido que incluso al principio casi no comía.

- Jimin... entiendo que hayas estado triste porque yo no pude estar contigo, pero debías cuidarte más. –frunció ligeramente el ceño.- sabes que ahora es cuando más tienes que alimentarte.

Con vergüenza por sus regaños, Ji Min se mantuvo cabizbajo, mirando sus manos y suspirando, no creyó que lo primero que recibiría de él fueran reprimendas.

- A partir de ahora, no importa lo que pase tienes que cuidarte y cuidar de nuestro hijo ¿entendido? –dijo Jung Kook con acento firme.-

- Perdón... -murmuró Ji Min, con sus ojos humedecidos.-

Nuevamente un suspiro se escapó de los labios de Jung Kook, no quería echar a perder su reencuentro, así que asintió e hizo que Ji Min volviera a verlo a los ojos, acariciando sus mejillas con la yema de sus dedos pulgares.

- No llores. –dijo Jung Kook.- solo estoy preocupado por ti y el bebé.

Intentando no ceder ante el llanto, Ji Min asintió con su cabeza y abrazó a Jung Kook, ocultando su rostro en el pecho del mismo, aunque podía sentirse que él no estaba del mejor humor por lo que había confesado el castaño. Por la noche Tae Hyung se encargó de hacer la cena, puso todo su esmero en aquel platillo que le hacía evocar recuerdos felices de un pasado no demasiado lejano, Yoon Gi hizo la mesa y trató de distraerse incluso de sus propios pensamientos, leyendo un libro mientras esperaba. Jung Kook salió del baño y fue por algo de ropa, tuvo que usar lo mejor que encontró para él en el closet de Ji Min, para después juntos bajar a la mesa y sentarse con los otros dos.

Víctima del destinoWhere stories live. Discover now