XXVI. Maldito destino.

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La tortura más grande para Jung Kook era tener que soportar las caricias y el parloteo de Solar, sufriendo por dentro al saber que ella había dado la orden para que eliminaran a Ji Min, su pecho dolía y su corazón se estrujaba, pero mantenía su mirada fría hacia la mujer, sin demostrar su dolor.

- ¿no es lindo, Jungkook? –dijo Solar.- tú, yo y nuestro pequeño bebé, como una hermosa familia.

La emoción y la felicidad desbordaban en las palabras de Solar, mientras que Jung Kook se limitaba a guardar silencio, a pesar de que le había quitado la mordaza.

- Creo que es niño. Aunque de verdad quisiera que fuera una niña.

Solar continuó hablando del sexo del bebé, el lugar donde tendrían su habitación y demás cosas que no tenían importancia alguna para Jung Kook, a él solo le interesaba Ji Min y según sus cálculos, los guardias de la mujer ya deberían haberlo matado. Finalmente ella dejó de hablar y se levantó del regazo de Jung Kook, dirigiéndose a la habitación que él compartía con Ji Min.

- Cariño, no tienes nada de importancia aquí ¿verdad? –dijo ella.-

Abrió el closet en busca de las pertenencias de Jung Kook y esbozó una sonrisa, tomando uno de los trajes que él y Ji Min habían comprado el día anterior para su bebé.

- Aaw. Qué adorable. –dijo Solar.- me lo llevo.

Tomó varias de las cosas que encontró para el bebé y se volvió hacia uno de sus guardias, mirando a Tae Hyung aún tirado sobre el suelo del departamento, los otros tres guardias volvieron y ella les dirigió la mirada a ellos.

- Está listo. –dijo uno de ellos.-

- Muy bien. –asintió.- ey, tú. Carga al descerebrado de Taehyung. Yo me llevo a Jungkook.

Se acercó nuevamente a Jung Kook e hizo que se levantara, tomándolo del guante, tomó su arma y colocó el cañón en las costillas del mismo.

- Lo sientes ¿verdad, cariño? –dijo ella.- si haces alguna estupidez presionaré el gatillo.

Dejó un beso en la mejilla de Jung Kook, sabía que al salir no debía llamar la atención, así que como pudo retiró la venda de los ojos del alfa y desató sus manos, volvió a enterrar el cañón de su pistola en las costillas del mismo y desvió su mirada al frente.

- Ahora vamos.

Uno de los hombres cargó a Tae Hyung sobre su espalda, un hilo de sangre caía de su nuca y manchaba su camisa, mientras que Jung Kook salía tomado de la mano de Solar.

- Taehyung... -susurró Jung Kook.-

Quiso llegar hasta su hermano, pero la chica aún lo sostenía con fuerza y lo amenazaba con su pistola así que volteó a verla.

- Solar, por favor, un hospital. –dijo Jung Kook.- Taehyung va a...

- Sshh. Pórtate bien y lo llevaré.

Ella dejó un beso sobre los labios de Jung Kook y continuaron hasta llegar al auto donde todos subieron; volvió a vendar los ojos del peli-negro y lo esposó al asiento para evitar que escapara. Sentada al lado del alfa, Solar acariciaba su vientre abultado, con una sonrisa que hacía pensar que no rompía un plato.

 Sentada al lado del alfa, Solar acariciaba su vientre abultado, con una sonrisa que hacía pensar que no rompía un plato

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Víctima del destinoWhere stories live. Discover now