XXXVII. Mudos.

49 12 21
                                    

Sintiendo una mezcla de ansias y nervios, Ji Min caminaba tomado de la mano con Yoon Gi, quería ver a Ho Seok, había hecho mucho por él en tan poco tiempo y quería agradecérselo, aunque temía que su esposo le guardara rencor por haberlo involucrado en ese asunto y que terminara en ese estado. Cuando estuvieron frente a la puerta blanca con el número que la enfermera recepcionista les había dado, Yoon Gi tocó con suavidad, aunque lo suficientemente fuerte para que escucharan.

- Entre. –dijo alguien desde el interior.-

Entraron a la habitación, cerrando la puerta después, Ho Seok estaba recostado y acariciaba los cabellos de su esposo que se había echado sobre su regazo.

- Hola amigo. –dijo Yoon Gi.-

Mirándolos detenerse frente a la camilla Ho Seok les sonrió y su esposo, esbozando igualmente una suave sonrisa se levantó de su regazo, mientras que Ji Min continuaba sosteniendo la mano de Yoon Gi.

- Hola. –dijo Ji Min.-

Alzó su mano libre, agitándola un poco para saludar a los dos frente a él con una pequeña sonrisa.

- Él aún no puede hablar, así que se comunicará por movimientos. –dijo su esposo.- yo esperaré afuera.

Dejó un suave beso sobre la mejilla de su amado y se levantó, para después salir de la habitación y cerrar la puerta tras de sí. Cuando estuvieron solos, Ji Min se acercó un poco a Ho Seok para verlo bien.

- Me alegra saber que estás bien. –dijo Ji Min.- te agradezco todo lo que hiciste por mí.

Incapaz de responder de otra manera, Ho Seok negó con su cabeza y mantuvo su pequeña sonrisa, dejando las manos sobre su regazo.

- Te dije que era bueno con la catana. –dijo Yoon Gi, acercándose también.-

Rápidamente, el tercero asintió.

- Bueno, aunque en su momento no pude defenderlo. –Ji Min rió levemente.- pero todo esto quedará en el pasado.

- Así será ¿verdad, amigo? –dijo Yoon Gi.-

Había entusiasmo en sus palabras, Ho Seok levantó su mano y con ella le dio un pequeño golpe en el pecho al rubio, lo cual hizo reír a Ji Min y éste se acercó un poco más.

- Encontramos a Taehyung. –dijo Ji Min.-

Una expresión de sorpresa apareció en el rostro de Ho Seok y pegó un pequeño saltito en su lugar, el cual le hizo daño, provocando que hiciera una mueca de dolor.

- Oye, oye, tranquilo, te vas a lastimar. –dijo Ji Min, preocupado al verlo así.-

Yoon Gi solo rió y tomó la mano de Ho Seok, acariciando esta levemente.

- Estoy feliz de que estés bien. –dijo el rubio.-

Ante sus palabras, Ho Seok sonrió, alegre de que sus amigos fuesen a verlo y a expresar su felicidad por su bienestar. Mirándolos, una pequeña sonrisa reapareció en el rostro del omega.

- ¿tu esposo está muy enojado con nosotros? –preguntó.-

Como respuesta a su cuestionamiento, Ho Seok negó rotundamente. Continuaron allí por un rato, no había mucho qué conversar con alguien que no podía pronunciar ni una palabra, le hicieron compañía hasta que pudieron y salieron para ir a la recepción y continuar esperando a que Tae Hyung saliera del quirófano.

- Oye, Yoongi... -dijo Ji Min.-

- Dime.

Una ladina, pero ligera sonrisa apareció en el rostro del alfa que observaba con ansias el corredor en espera de alguna enfermera o un doctor, mientras que Ji Min jugaba con sus dedos, nervioso.

Víctima del destinoWo Geschichten leben. Entdecke jetzt