LIV. Escondidas.

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El trinar de los pájaros resonaba entre los árboles del campamento, el aroma de las flores y los puestos de comida se mezclaban entre sí, Ji Min sentía la brisa fresca que hacía revolotear levemente las puntas de su cabello mientras tomaba el desayuno junto con Yoon Gi en la banca.

- ¿cómo crees que esté Zeus? –preguntó Ji Min.-

- Él está bien, siempre que venimos aquí él se va con los demás perros al bosque de trufas, es adorable verlo pegar su nariz contra el suelo. –sonrió recordando al pequeño.-

Soltando una leve risilla, Ji Min no pudo evitar imaginarse al pequeño cachorro de esa manera, le pareció una imagen graciosa de él.

- ¿y sabe cuándo vas a volver? –preguntó Ji Min.-

- Sí, de hecho tienen cuidadores ahí y ellos los preparan y cuidan, claro. –respondió Yoon Gi.-

- Qué lindo.

Mientras Yoon Gi comía poco a poco una mandarina, disfrutando de su sabor, Ji Min tomaba su jugo y terminaba de comer su pastelillo, imaginando lo mucho que se estaba divirtiendo Zeus con los de su especie.

- Oye... la otra vez te lo pregunté, pero no sé si fuiste totalmente sincero. –dijo Ji Min.- ¿de verdad no te habías enamorado antes?

- No como tal, verás, yo creía que estaba enamorado de alguien, pero los sentimientos que tuve en ese momento, que yo creía que eran grandes, no se comparan en nada a lo que sentí cuando te vi entrar por la puerta de mi casa, por eso estoy completamente seguro de que no me enamoré. –respondió Yoon Gi, de manera calmada.-

Las mejillas de Ji Min enrojecieron ante aquellas palabras, sonrió de manera tímida y se giró un poco para verlo mejor, inclinándose hacia él para robarle un dulce beso en los labios.

- Eres demasiado lindo. –canturreó Ji Min.-

Con una sonrisa aún más tímida que la del menor debido a su besito, Yoon Gi cubrió un poco su rostro.

- No estaba preparado para eso. –dijo Yoon Gi.-

Una suave risilla se escapó de los labios gruesos de Ji Min y volvió a acomodarse en la banca, comiendo lo que tenía en las manos.

- Lo sé, lo sé. –Ji Min tomó un poco de jugo.- así me haces sentir.

Soltando un leve suspiro, Yoon Gi descubrió su rostro lentamente para volver a ver a Ji Min.

- ¿caliente? –preguntó Yoon Gi, refiriéndose a su temperatura corporal, la cual había aumentado.-

Volviendo a reír, Ji Min giró nuevamente su cabeza para verlo, encontrándose con aquellas pálidas mejillas pintadas con un suave rubor rosado que le daba un aspecto tierno al alfa.

- Sí, justo así. –respondió Ji Min.-

Llevó su mano a la altura de su boca y pegó los dedos de sus labios, lanzándole un besito volador al adverso, estaba feliz y eso era lo único que importaba. Al ver su gesto, Yoon Gi desvió su mirada al lado contrario de donde Ji Min había lanzado su beso imaginario.

- Basta, Jimin. –dijo Yoon Gi.-

Ji Min volvió a reír al verlo, le parecía muy tierno verlo sonrojado de esa manera.

- Está bien, está bien. –dijo Ji Min.-

El mayor se tocó con las manos sus mejillas coloradas, sintiendo su rostro caliente, así que comenzó a abanicarse con las manos, tratando de tomar aire, sin voltear a ver a Ji Min, que solo sonreía disfrutando de aquella imagen.

Víctima del destinoHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin