XVIII. El amor y la fe mueven montañas.

50 15 13
                                    

Los días al lado de Solar habían parecido la peor de las torturas para Jung Kook; aquella tarde ella decidió por fin dejarlo salir, aunque no sin escolta; compraron algunas cosas que a la embarazada le habían parecido lindas para el bebé y caminaban por la acera de vuelta al auto blindado, ella se colgaba de su brazo con una emocionada sonrisa, sin importarle la indiferencia de Jung Kook.

- Ese vestido rosa de encaje estaba hermoso ¿no lo crees, cariño? –dijo Solar.-

- Sí... -respondió sin muchas ganas, Jung Kook.-

- ¿qué crees que sea? ¿niño o niña? –recostó su cabeza en el hombro del alfa.- quiero que sea niño y se parezca a ti.

Continuaron andando, sin notar la sorprendida mirada de Ji Min que pasó a su lado en el auto, estaba perdido en sus pensamientos, sentía que su alma se había quedado junto a su amado omega y que aquello que Solar sostenía del brazo solo era un títere de carne que ella manejaba.

Colmado de emoción por volver a ver a su amado, Ji Min intentó abrir la puerta del auto, pero ésta no se abrió, por lo que volteó a ver a Yoon Gi con notoria desesperación.

- ¿qué haces? ¡quita el seguro! ¡se va a ir! –dijo Ji Min.-

- No puedes ir corriendo hacia él, es peligroso, Jimin. –dijo Yoon Gi.-

- ¡pero está ahí! ¡¿no vamos a hacer nada?!

Algo irritado por la insistencia del omega, Yoon Gi soltó un suspiro, sabía que debía ayudarlo o rompería la ventana para salirse e ir tras Jung Kook, así que volvió a conducir, buscando alguna salida para dar la vuelta lo más rápido que podía, el castaño notó su intención, así que no dijo nada más; volvieron a acercarse a la pareja, esta vez más lentamente, la ansiedad se apoderaba de Ji Min, que esperaba a que Jung Kook se diera cuenta de su mirada y como si lo estuviese llamado, el alfa alzó la cabeza para ver hacia un lado, observando los ojos del omega que amaba mirarlo fijamente, su corazón dio un vuelco y su rostro palideció, pero al parecer Solar no se había dado cuenta, hizo una seña con la cabeza y Yoon Gi aceleró, alejándose de ellos, algo que dejó desconcertado a Ji Min.

- ¡¿qué haces?! –dijo Ji Min.-

- Calma. –dijo Yoon Gi.-

Se detuvo a un lado de la acera y quitó el seguro, Ji Min no perdió tiempo y se quitó el cinturón de seguridad, saliendo junto con el rubio del auto. Una calle atrás, cuando perdió de vista el auto una emoción invadió el cuerpo de Jung Kook, era esa fuerza que le daba la mirada de su amado lo que le llevó a soltarse del agarre de Solar de manera brusca, haciendo que ella lo mirara con confusión, pero antes de que pudiera decir una palabra colocó sus manos sobre el pecho de la omega y la empujó, provocando que cayera sentada en el suelo; no había terminado de caer cuando Jung Kook salió corriendo a toda velocidad entre las personas que paseaban por allí, yendo en la dirección que había tomado el auto de Yoon Gi. Los escoltas de Solar se acercaron para ayudarla a levantarse, había una seria expresión de enojo en su rostro, con el ceño fruncido y aquella sonrisa que siempre portaba se había desvanecido.

- ¡¿qué creen que hacen?! –dijo Solar.- ¡vayan por él!

Suspiró poniéndose de pie, esperaba que la caída no hubiese afectado su embarazo. Jung Kook corrió lo más rápido que sus piernas le daban hasta poder ver la imagen del omega castaño parado en medio de la acera, esperándolo, su corazón se aceleró aún más y como si las ansias de volver a abrazarlo fuesen una fuente de energía sus pasos se aceleraron, no sentía fatiga alguna, solo quería volver a tener entre sus brazos a Ji Min.

Víctima del destinoWhere stories live. Discover now