LVII. El reencuentro más inesperado.

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Entre el sonido de la música se colaron algunos ladridos, Yoon Gi desvió su mirada hacia un pequeño grupo de perros que jugueteaba en el lugar y esbozó una sonrisa.

- Uuh, mira eso, Zeus, ahí hay algunos perros. –dijo Yoon Gi.- ve con ellos.

Se inclinó para dejar en el suelo al cachorro, el cual salió corriendo enseguida, dirigiéndose hacia aquel grupo de perros para unirse al juego, Ji Min se rió al verlos y volvió su mirada a Yoon Gi.

- Hasta los perros están de fiesta. –comentó Ji Min.- ¿conoces a alguna de estas personas?

- Mmm. Sólo reconozco a los tipos de ayer. –dijo Yoon Gi.- será mejor no toparnos con ellos.

- Está bien, nos mantendremos alejados de ellos.

Entraron al granero, oyendo el fuerte estruendo de la música a muy alto volumen, Ji Min lo seguía, caminando y abriéndose paso entre los jóvenes que bailaban y bebían. Cuando se detuvieron Ji Min lo miró con una sonrisa, tomando la otra mano de Yoon Gi, tirando un poco de ellas mientras reía levemente, comenzando a mover su cuerpo al compás del ritmo sonaba en todo el lugar, Yoon Gi sonrió viendo aquellos movimientos, por lo que al igual que él comenzó a bailar, Ji Min comenzó a seguirlo, se divertía dando vueltas de vez en cuando y reía con él mientras se dejaban llevar por la música, la felicidad podía verse a leguas de distancia en su rostro radiante; con las últimas notas de la canción, Yoon Gi le dio una última vuelta a Ji Min, terminando por envolverlo en sus brazos y dejar un tierno beso en su cuello, sin malicia alguna, el menor sonrió y se acurrucó entre los brazos del alfa, pegándose a su pecho y cerrando sus ojos.

- Esperé tanto para sentirme así. –susurró Ji Min.-

- Y yo tanto por tenerte así... -contestó Yoon Gi, de la misma manera.-

Miró el rostro de Ji Min y dejó un delicado beso sobre sus labios, éste cerró sus ojos y ladeó levemente su cabeza, correspondiendo mientras sus pies volvían a moverse lentamente, para volver a bailar; recordando la primera vez que bailaron, Yoon Gi tomó a Ji Min por la cintura delicada y lo alzó, dando una vuelta, éste se echó a reír, viendo el rostro pálido de Yoon Gi iluminado por las tenues luces de la fiesta, sintiéndose dichoso de que aquellos hermosos ojos de gato solo lo miraran a él. Bailaron hasta que no pudieron continuar, después de un par de canciones más fueron a descansar mientras reían.

- ¿dónde está Zeus? –preguntó Ji Min.-

- No lo sé, tal vez siga con esos perros. –respondió Yoon Gi.-

Estaban sudando y jadeando por lo agitados que estaban después de haber bailado, Yoon Gi echó un poco su cabeza hacia atrás, intentando liberar tención en su cuello, Ji Min se quedó a su lado, mirando a su alrededor las personas que al igual que ellos, disfrutaban de la fiesta.

- Quiero algo de beber. –dijo Ji Min.- ¿habrá algo así aquí?

- Creo que hay una barra justo ahí. –dijo Yoon Gi, apuntando los corrales.- ¿quieres que te acompañe?

Dirigiendo su mirada hacia la zona que Yoon Gi señalaba, Ji Min asintió y tomó la mano del mayor, así se dirigieron hacia los corrales y se encontraron con una mesa relativamente grande con jarras de agua y algunos bocadillos.

- Esto luce bien, pero mejor no me voy a arriesgar. –dijo Yoon Gi.-

Curioso por aquellas palabras, Ji Min volteó a ver a Yoon Gi y ladeó ligeramente su cabeza.

- ¿a qué te refieres? –preguntó el menor.-

- La comida. –contestó Yoon Gi.- yo no soy mucho de comer la...

Víctima del destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora