LXV. Desconocido.

44 5 7
                                    

Hecho una bola sobre los vidrios rotos que se clavaban en su piel, Yoon Gi recibía las fuertes patadas de su padre ebrio y furioso, sin poder defenderse de dichos golpes.

- ¡hijo de puta! –gritó aquel hombre, sin dejar de patear a su hijo en el suelo.-

- ¡basta! Papá, por favor... -se oyó la quebrada voz del pequeño Hwall.-

Con lágrimas en los ojos tomó el brazo de su padre, jalándolo hacia él para evitar que siguiera golpeando a Yoon Gi.

- Tú... -dijo su padre.-

Volteó a ver al niño a su lado y con una gran fuerza lo empujó, haciendo que éste cayera al suelo.

- ¿tú también quieres jugar? –dijo su padre.-

El pequeño rápidamente se levantó del suelo y corrió a toda velocidad hasta llegar a su habitación, donde se encerró bajo llave para evitar que su padre entrara.

- ¡ven aquí, Hwall! –gritó el hombre.-

Corrió detrás del niño, pero solo se topó con la puerta con cerrojo.

- ¡cuando entre ahí no quedará nada de tu pequeño trasero! –gritó su padre, colérico.-

Ante las amenazas de su padre, el pequeño niño comenzó a llorar, arrinconándose lo más lejos que pudo de la puerta, ocultando su rostro entre sus rodillas.

- Por favor no... -susurró entre sollozos.-

Escuchaba el sonido de la perilla siendo forcejeada, temiendo el momento en que aquel hombre lograra entrar a la habitación.

- ¿qué? No... Yoongi, escucha, Yoongi d... -se escuchaba en el pasillo.-

Un último golpe sonó en la puerta, éste fue más brusco que los anteriores, haciendo un sonido hueco.

- ¿Yoongi? –Hwall lo llamó con voz quebrada.-

Se puso de pie y se acercó a la puerta, al abrirla su rostro palideció por completo y perdió el equilibrio, cayendo sentado al suelo.

- Y-yo-yoongi. –murmuró Hwall.-

Sus pequeños ojos de distinto color quedaron totalmente abiertos como platos, su pulso comenzaba a bajar, ya que en frente de su puerta encontró el cuerpo ya sin vida de su padre siendo acuchillado por su hermano, su vista comenzó a fallarle y su cabeza a doler, de pronto todo se oscureció para él, cayó desmayado y al despertar ya no estaba en su casa, sino en la banca de una iglesia, junto a una mochila con sus pertenencias y una nota, la cual decía:

Te dejaré todo el dinero que tengo, el cura Seung te cuidará, procura ser bueno con él.

Nuestros padres están enterrados en casa, no dejes que nadie los encuentre.

Volveré... te quiero."

Fin del flashback.

- Desde ese día pasé un verdadero infierno en la tierra, no solo por los abusos mentales y físicos que recibía de parte de mis distintas familias adoptivas, sino porque no importa cuánto tiempo pasara, aquel "volveré" nunca sucedió... -dijo Hwall.- después de un tiempo pude graduarme y comenzar mi carrera en criminología, entonces tuve acceso a los documentos de la policía y encontré un patrón muy interesante de homicidios. Este caso estaba perdido porque la policía no tenía ninguna prueba, hasta que encontré en nuestros archivos un patrón inusual de un hombre que compraba armas al por mayor y éstas eran las mismas que eran usadas en los asesinatos misteriosos, después de una profunda investigación pude llegar a la cuenta de la persona que había comprado todo esto y ésta estaba a nombre de Min Yoongi, después de ahí solo fue cuestión de tiempo para encontrarnos, aunque, wah... no fue nada fácil, Yoongi borra sus huellas más rápido que la CIA.

Víctima del destinoWhere stories live. Discover now