X. Un pasado misterioso.

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Al tiempo que esperaba a que Jung Kook volviera, Ji Min tomó asiento en una banca que estaba cerca de él, soltando un suspiro, intentando no pensar en la mujer que con tanta libertad tomaba de la mano a su novio y le hablaba de aquella manera, mientras que Jung Kook subía al auto con ventanas de vidrios oscuros, junto a Solar, sentándose frente a un hombre que lo miraba fijamente, después de cerrar la puerta.

- Tanto tiempo, Jungkook. –dijo el mayor.-

- ¿qué es lo que quiere, señor Kim? –dijo Jung Kook.-

- Cariño, háblale con más respeto a papi. –dijo Solar.-

La teñida se abrazaba al brazo de Jung Kook, como una niña enamorada y recostó su cabeza en el hombro del mismo, sin que éste pudiese oponerse.

- Está bien, déjalo. –dijo el señor Kim.- quiero proponerte algo.

- No volveré a trabajar para usted. –dijo Jung Kook.-

- Pero ni siquiera has oído mi propuesta. –el mayor rió.- siempre adelantándote a los hechos, Jeon.

- Yo ya no hago ese tipo de trabajos.

- Eso no me importa en lo absoluto. –sonrió ladino.- sabes que no puedes rehusarte, si lo haces voy a acabar con todo aquello que te importa.

Al oír aquello, Jung Kook sintió un frío estremecimiento que hizo temblar su cuerpo, volteando a ver al omega sentado en la banca, suspiró de manera pesada y apretó sus puños, volviendo a ver al hombre frente a él.

- No tiene por qué hacer tal cosa.

- Entonces harás lo que te digo. –dijo Kim.- así que te espero mañana, no necesito darte detalles, tú lo sabes muy bien.

Sin encontrar ninguna otra opción, nuevamente Jung Kook suspiró y asintió con su cabeza, el señor Kim, satisfecho por haber conseguido lo que quería, dio un par de golpes a la puerta y ésta fue abierta por un hombre de traje oscuro afuera del vehículo.

- Nos vemos mañana, amor. –susurró Solar.-

Dejó un beso sobre la mejilla del alfa, aunque en realidad estuvo a pocos centímetros de sus labios y eso podía verse por la marca de labial que había dejado; sin perder tiempo, Jung Kook abandonó el auto y éste no tardó en desaparecer, mientras el alfa bufaba y refunfuñaba, intentando limpiar su mejilla manchada. Ji Min se levantó de la banca y se dio vuelta, viendo al auto negro de vidrios blindados alejarse y a Jung Kook aproximarse a él, no podía evitar sentir un estremecimiento, como un mal presentimiento que lo invadía.

- Vamos a casa. –dijo Jung Kook.-

- ¿me vas a explicar lo que acaba de pasar? –dijo Ji Min.-

- Está bien, pero vamos a casa.

El camino de regreso fue silencioso, el semblante en el rostro de Jung Kook había cambiado, parecía tener una mezcla de disgusto y preocupación que llamaba la atención y la intriga de Ji Min, quien no podía esperar a llegar a casa y oír lo que el alfa tenía que decir. Al estar dentro del que ahora era su hogar, Ji Min dejó su abrigo y miró al otro hacer lo mismo, para así después acercarse a él y tomar su mano con cuidado, guiándolo hasta el sofá donde tomaron asiento y se miraron fijamente.

- Me dijiste que esa mujer es tu ex ¿no? –dijo Ji Min.-

Ante su pregunta, Jung Kook asintió con su cabeza, no encontraba razones para mentirle, así que no dudó en su respuesta.

- Así es... su nombre es Solar.

- ¿y qué quería? No me gustó para nada la forma en que te trataba, además mira. –tocó aquel labial que aunque el mayor se había esforzado en limpiar, aún podía verse un poco.- te besó.

Víctima del destinoWhere stories live. Discover now