Flor de loto [Wakasa Imaushi] TERMINADA

7- Sin retorno

Una vez más, el nuevamente rubio se encontraba sentado en la entrada de SS Motors, observando como Shinichiro trabajaba en silencio. Esperando que terminara sus múltiples quejas sobre como sus pequeños retoños se las gastaban para volarle la cabeza a su madre metiéndose en un sin fin de problemas, para poder hablar sobre su nuevo intento de romance con la chica de la estética.

-Y Rinnie no para de llorar con las niñeras, solo está tranquila con los hermanos de _____- Dejó el juego de llaves y bufó frustrado -Y no tenemos quién la cuide cuando ellos no están disponibles, pero enserio necesito un descanso de esto. _____ y yo lo necesitamos.

Ciertamente, se compadecía de la historia del pelinegro.
Su pequeño ahijado se metía en cada lío accidentalmente por defender a otros niños que no era nada raro que le suspendieran de la escuela o que su pobre madre tuviera que salir corriendo del trabajo porque alguna travesura se había salido de control.

Shinichiro y ella se veían tan cansados que no le sorprendería que uno de ellos tuviera que abandonar su trabajo por completo para hacerse cargo de los niños tarde o temprano.

Si es que no sufrían un infarto primero...

Miró a Takeomi a su lado, quién también escuchaba su desgarradora historia con los ojos clavados en el piso.

-Yo digo que le des un par de nalgadas, la tienen muy consentida.
Dijo refiriéndose a la bebé de apenas un año, haciendo que tanto Shinichiro como Wakasa arrugaran la nariz.

-Nunca tengas hijos, por el amor de Buda.
Dijo Wakasa, observando como al más alto de ellos se levantaba, con el seño fruncido después de es escuchar la campanilla de la entrada y ver a sus cuñados llegar con los niños temprano.

-Alguien no puede volver a la escuela por unos días...- Dijo Rindou -A tu mamá no le va a gustar eso.
Miró de reojo al pequeño pelinegro que le tomaba la mano con expresión llorosa.
-Dijimos que sería un secreto
Se quejó el pequeño, escondiéndose tras su padrino enseguida, pero sin lograr salvarse del regaño de su padre.

-Shinjiro Sano- Le llamó la atención un muy enojado pelinegro -¿¡Qué te dije sobre meterte en problemas de nuevo!?
Su pequeño clon tenía los ojos llorosos, mirando a sus tíos como si hubieran cometido la traición más grande del mundo, entregándolo como prisionero de guerra a los piratas, sabiendo que su destino no iba a ser nada bueno.

Shinichiro negó, entrando enseguida a la tienda, indicándole con una sola mirada a Shinjiro que tenía que entrar también.
Wakasa y Takeomi ni siquiera querían imaginarse que había hecho esta vez para ser suspendido. Era un pequeño justo con muy mala suerte...

El pequeño miró a sus tíos en busca de ayuda, pero ambos negaron. Tenía que aprender su lección o terminaría siendo un pequeño insolente como su tío Manjiro.

Los ex miembros de Black Dragons se miraron por medio segundo después de que Shinichiro les abandonara.

-Por cierto, Takeomi...
Llamó Imaushi, intentando desviar un poco el tema. Recordando que la chica de la peluquería había mencionado conocerle.
-¿Conoces a una de las chicas que trabaja en la estética que está cerca de la pastelería de _____?

El de cabello largo sacó su cajetilla, mirando al cielo tratando de hacer memoria.
-Remi... Ronnie... ¿Cuál era su nombre?
Hizo memoria, divisando entre sus pensamientos a una chica de su época estudiantil que le seguía ciegamente después de clases.
Finalmente se rió, metiendo un cigarrillo entre sus labios
-¡Ren! Ya recuerdo. Oh... Que si la conozco...
¿Hacía cuánto que no sabía de ella? Dió una calada, preguntándose cómo se vería después de los años.