26- Reparar el daño

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La conciencia le iba volviendo poco a poco, podía sentir la mejilla cosquilleándole mientras  abría los ojos.

—Por Dios, que bueno que ya estás despertando.
Podía escuchar el dulce canto distorsionado de la voz de Ren, aunque no entendía muy bien qué era lo que le decía.

Comenzó a sentir el resto de su cuerpo poco a poco, dándose cuenta de la suave superficie donde estaba recostado.
Solo podía ver parcialmente con un ojo, pero a cambio de la preciosa imagen delante suyo al retomar conciencia, preferiría estar un poco ciego más seguido.

Estiró la mano, tocando la suave mejilla de la chica delante suyo, creyendo que su momento había llegado y estaba tocando las puertas del cielo.

—Tan preciosa...
Dijo intentando atraerla. El beso planeado siendo interrumpido por el dolor en su cabeza.

—No te muevas
Le pidió ella tocándole por el pecho y regresándolo despacio hacía la cama con preocupacion palpable.

—¿Me desmayé?— Preguntó, espabilándose y haciendo un repaso de todo lo que le dolía —Mierda, lo siento. ¿Cuánto tiempo ha pasado?

Ren comenzó a moverse por la habitación, poniendo un poco de hielo en su ojo y peinándole los cabellos con delicadeza.
—Casi una hora— Le dijo a mitad de un suspiro  —Mira nada más cómo te dejó...
Se mordió el labio inferior con expresión preocupada, mirando hacia su cara.
Imaushi la invitó a recostarse a su lado dando dos palmaditas al espacio entre su cuerpo y el borde.
Solo necesitaba una dosis de amor de su nueva novia y estaría listo para el segundo round.

Ren no dudó ni medio segundo en meterse en la cama con él, dándole pequeños mimitos en la parte sana de la cara, animándose a dejarle un beso delicado que apenas tocaba su piel.

—¿Duele?
Preguntó al sentirlo estremecerse cuando besó su comisura enrojecida.

—He tenido días peores
Trató de calmarla él, cerrando los ojos y atrayendo sus labios nuevamente contra los suyos, pasándole una mano por el pelo para seguir disfrutando del cálido beso.

Ni siquiera estando en uno de sus peores estados tras una pelea podía evitar sentirse satisfecho con ella a su lado.
—Te traje a mi habitación porque el sofá es demasiado incómodo
Se encogió de hombros, dibujando círculitos sobre sus clavículas, permaneciendo en completo silencio.

No era necesario decir mucho. En realidad, con poder tenerla cerca ahora que sentía que le había pasado un camión por encima estaba más que satisfecho.

Imaushi había deducido desde antes que lo había llevado a su habitación, porque todo el lugar olía intensamente a su perfume.
Tenía estantes repletos de peluches y el clóset a rebosar de ropa.
Era un pequeño desastre el piso, pero de alguna forma parecía estar bien.
Esa era la esencia de Ren; Un pequeño y hermoso desastre.

—Lamento mucho que South se haya comportado así contigo— Habló luego de un rato, sin atreverse a verlo a los ojos —Entenderé si después de esto no quieres volver a verme...

Dijo con tanta tristeza que consiguió estrujarle el corazón.

¿Dejarla? Ni loco.

—Yo quiero volver a verte— Le revolvió el pelo con media sonrisa —Un par de rasguños no van a cambiar lo mucho que me gustas

—¿Eh?— Lo miró con tanta confusión que incluso fue divertido para Imaushi —¿No quieres terminar conmigo?

El rubio negó simplemente, buscando besar sobre su sien.
—Eres mi novia ¿Lo olvidaste?— Dijo con una risita tenue —No voy a romper contigo después de lo mucho que me costó poder decir que la mujer más bonita del mundo es mi novia

Flor de loto [Wakasa Imaushi] TERMINADAWhere stories live. Discover now