Flor de loto [Wakasa Imaushi] TERMINADA

52- Los Imaushi

Wakasa había hecho un excelente trabajo ocultándole la verdad a su novia sobre los moratones que tenía por toda la cara. Sin embargo, había olvidado que su primo era el ser menos cuidadoso (e imbécil) de todo Tokyo.

El grandulón rubio llegó al departamento cargando un millar de bolsas de compra pocos días después del incidente como si no pesaran nada, completamente sonriente como un crío.
—Ren ¡Mira lo que conseguí!
Dió pequeños saltitos en su sitio sin haberse percatado de la presencia de Imaushi en la habitación.

—¿Pero qué te pasó?
Lo miró horrorizada su prima al notar el collarín en su cuello.

El mocoso podría haber inventado una excusa, algo creíble, pero era un completo tonto y terminó dándole santo y seña de todo lo que habían hecho.
Le contó a detalle como habían ido a buscarle pleito a su papá y les habían pateado el trasero por mucho. Incluso se levantó la camiseta mostrándole la cicatriz bajo su pectoral que  bien podría pasar por una cirujía de aumento mamario por la forma en que se escondía bajo el mismo.

—Y a tú anciano casi lo ahorca, pero Ran le dió de bastonazos hasta que lo soltó.
Fingió ser un niño bueno, el cual había sido arrastrado a pelear contra su voluntad, pero Ren los conocía a todos de sobra, así que antes de gritar, se giró hacía Imaushi con la expresión de aflicción más grande del mundo.

—¿Te peleaste con mi papá?— Se preocupó al recordar las marcas de manos en su cuello —Waka, te pudo haber matado.

South asintió, cómo si nada hubiese sido su idea desde el inicio

—Mentiroso— Le entrecerró los ojos sin perder la compostura, pero deseando tanto patearlo en la boca —Él involucró a los hermanos de ____ y Shin-chan
Lo acusó, haciendo que la muchacha abriera la boca con sorpresa, dirigiéndose a él en busca de una explicación.

—¡Cabrón tramposo! ¡Yo solo quería ayudarte!— Le apuntó con un dedo, siendo frenado por el pecho al casi aplastar a su prima —¡Así me pagas por apoyar tus ideas de anciano borracho.
Por poco arrolla a la muchacha, que se encontraba entre los dos pidiéndole tomar su distancia como un referí.

—South, te conozco perfectamente. Y no eres un santo precisamente.
Se encogió en su lugar, mirando la mueca ofendida de su primo

—Oh, mi prima piensa que soy un mentiroso por tú culpa, es todo— Le advirtió al mayor, preparando su última carta creíble —Ren, tu novio me dió alcohol a escondidas.

Wakasa rodó los ojos, pensando que decir eso era completamente innecesario y tonto de su parte, pero al ver la expresión enojada de su novia, entendió por qué la risa burlona del rubio.

—¿Le diste alcohol a South?
Dió golpecitos con el pie en el suelo, cruzando los brazos sobre el pecho en busca de una explicación

—No vas a caer en la trampa ¿Verdad princesa?
Preguntó irónico

—¡Imaushi!— Le reclamó agrrugando la nariz —¡Te dije que no me gusta que beba! ¡Está en crecimiento!
Puso las manos en jarras, su pequeña frente formando una arruga.

—Si anciano, no sabotees mi potencial.
Se rió detrás de su prima, como si fueran un par de niños acusándose mutuamente con su mamá.

—¿Cuál crecimiento? ¿El que te inyectas en el gimnasio para aguantar media rutina?

El sonido angustiado de sorpresa que hizo Ren asustó tanto al adolescente que Wakasa no hizo más que sonreír satisfecho mientras South ponía un dedo sobre sus labios pidiéndole que se callara.

—¿¡QUÉ HACES QUÉ MINAMI TERANO!?
Lo regañó, dándole un golpecito en la nuca que lo hizo agacharse, quejándose de dolor al mover el cuello que tenía lesionado.