9- Esfuérzate

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Ren se encogió de hombros, cambiando de mano su algodón de azúcar y quitándole el billete de la mano al chico antes de que pagara el quinto juego en el que había fallado durante la cita.
—No te preocupes Wakasa. Ni siquiera estoy calificada para cuidar un pez de todas formas.
Intentó animarle después de que el chico rompiera la cuarta redecilla intentando conseguirle un premio.
—El papel está defectuoso...
Dijo metiendo las manos en los bolsillos, enfurruñado por haberse avergonzado a si mismo después de que todo había salido bastante bien.

—¿Sabes? Mi primo golpeó a un vendedor una vez por eso
Bromeó ella, tratando de aligerar el ambiente, dando justo en el blanco al ver al muchacho parpadear.
—Cierto, dijiste que vivías con tu primo— Recordó —Y dices que tú apellido es...

Ella arrancó un trozo del dulce, ofreciéndole un poco y mirando la devoción en la cara del chico mientras aceptaba las delicadas hebras de azúcar.

—Terano— Completó por él —¿Conoces a South?

Imaushi casi se ahoga con el dulce. Tosiendo tan fuertemente que Ren tuvo que darle palmaditas en la espalda antes de que pudiera recomponerse.

—No es de mi edad— Dijo haciendo una pausa para tomar aire, fingiendo que todo estaba bien y que no había estado a punto de mearse en los pantalones
—Quizá nos habremos cruzado alguna vez.
Hizo memoria, recordando las únicas veces en que se había puesto serio con unos mocosos de quince años dando problemas en el distrito donde rentaban el gimnasio.
Había visto a dos de sus mejores chicos caer knockeados sobre el pavimento ante un monstruo de dos metros con la mitad de la cara tatuada.

Claro que ahora entendía las advertencias de Takeomi. Hablaba en serio sobre proteger su culo.

—Es un buen chico, solo tiene demasiada energía.
Dijo ella, mirando hacia los puestos repletos de juguetes, como si se refiriera a un cachorro que rompía algo accidentalmente... Si, un perrito rabioso.

—Acabas de decir que golpeó a un vendedor por un juego
Rió por lo bajo, no queriendo  tomarle importancia de momento.

—Es que se mete en muchos líos, pero te juro que es bueno.
Se encogió de hombros, ofreciéndole más del dulce en su mano, optando por dejárselo al darse cuenta que disfrutaba de comérselo aún más que ella.
—Y... ¿Por qué la insistencia de salir?
Preguntó mirando al chico a su lado.
Wakasa miró hacia otra parte, sintiéndose repentinamente nervioso.
—Bueno... Tú me pareciste muy linda— Se comió un trozo entero de algodón, hablando con la boca teñida en rosa brillante —Y bueno... Yo hace un tiempo que estoy buscando una pareja...

La chica parpadeó, realmente sorprendida de la declaración tan directa. Imaushi interpretó aquello como una alerta, quizá había sido demasiado sincero.
—Quiero decir... Es qué...— Se frustró al no encontrar una excusa creíble —¿Podemos olvidar que dije eso? No quiero poner presión cuando nos estamos conociendo.

Ren simplemente asintió, desviando la vista por un segundo de él, sintiéndose tan nerviosa que si lo veía a los ojos terminaría besándolo ahí mismo.

¿Su sueño adolescente? ¿El chico del que había estado ciegamente enamorada durante el primer grado?

Wakasa miró en la misma dirección que ella sin notar sus nervios, observando el puesto de tiro al blanco que se robaba la atención de la chica desde hacía un segundo (aparentemente).

—¿Qué? ¿Quieres uno?
Ambos observaron como las luces rojas indicaban que el jugador actual acababa de fracasar en el intento.

La rubia se encogió de hombros. Definitivamente no debía abusar del optimismo del chico por ganarle un premio después de fracasar tanto.

Flor de loto [Wakasa Imaushi] TERMINADAWhere stories live. Discover now