Flor de loto [Wakasa Imaushi] TERMINADA

36- Un trabajo para South

Imaushi estaba ocupado moviendo las cajas con la proteína para batidos que acababan de llegar.

Había estado monitoreando a su novia todo el día anterior por si había alguna complicación, pero al parecer había tenido bastante fácil el quedar bien con _______.
Le había contado algo sobre jugar videojuegos con Shinjiro y enseñar a Rinnie el sentido de la competitividad al jugar con ella en brazos mientras la pequeña presionaba botones al azar durante la partida.
Los había entretenido y alimentado adecuadamente, además de que mencionó haber dejado impecable uno de los trajes de karate que su ahijado por poco arruinaba y qué ______ no encontraba la forma de agradecerle.

Le había ido bien y ahora tenía un poco de dinero para la renta.
Estaba satisfecho, pero aún tenía algo pendiente que había estado arreglando acerca del asunto del primo de su novia.
Había hablado con Benkei el día anterior y ambos pensaban que realmente tener un poco de ayuda extra les vendría bien.
El moreno le había comentado que tendría algunos días difíciles, ya que Aki comenzaba a volverse aún más demandante de lo que por lo general era y necesitaba un descanso para poder seguirle el paso algunas horas a la semana.
Sustituir a su amigo iba a ser una tarea difícil, dado que era mejor con sentido de la responsabilidad que él, así que le preocupaba un poco el encontrar a alguien que cumpliera el papel de entrenador de piso al nivel que lo hacía Arashi.

El estúpido y fastidioso adolescente al menos cumplía con la característica de la fuerza para el trabajo, aunque implicaba entrenarlo bastante antes de darle encomiendas mayores.
Darle un poco de sentido de responsabilidad también era algo que le podría venir bien.

Wakasa tenía una idea clara en mente cuando pensó en South para ocupar el puesto; quizá podría mantenerlo lo suficientemente ocupado para dejar vivir un poco a Ren y de paso ponerlo a mover el culo para que su novia dejara de preocuparse por el dinero.

A eso de las 10:00 de la mañana, el alto adolescente se apareció por el local, teniendo una expresión más relajada que cuando lo veía en el departamento.

Mirándolo bien, el mocoso encajaba completamente con el lugar: Era grande, intimidante y a cualquiera le daría seguridad el ver a un fortachón que pudiese ayudarle con los entrenamientos.
Era perfecto...
Claro, hasta que se dirigía a él...

—Hey, anciano
Le llamó en cuanto lo vió, dirigiéndose a él tan igualado como acostumbraba.

—¿Te mataría no decirme así cada vez que me ves?
Rodó los ojos Imaushi, el chico luciendo bastante feliz por conseguir molestarlo.

—Lo que sea ¿Qué es lo que quieres? ¿Ren por fin desistió de tener una momia como pareja?
Dijo en tono de burla, bastante divertido mientras se recargaba en la columna junto al lugar donde trabajaba el mayor.

—En serio voy a arrepentirme de esto— Dijo para sí mismo, abandonando su tarea —Ven conmigo
Le indicó, dándole instrucciones a sus otros ayudantes para terminar lo que había empezado.

—Si te pones "cariñoso" como el otro día, te voy a golpear— Le advirtió, continuando con su buen humor —Quizá te haga un favor reordenando esa aburrida cara tuya.

Benkei, quién presenciaba a la distancia la unilateral repartición de insultos, comenzó a sentir pena por Wakasa.
Su amigo ahora tenía un perrito problemático al cuál llamar primo yendo detrás de él.
¿Trabajar con South? Él se lo habría pensado dos veces si estuviera en la posición de su amigo, pero estaba muy ocupado lidiando con sus propios asuntos como para ponerse a buscar por sí mismo al nuevo ayudante.

—Voy a estar en la oficina
Le indicó el albino pasando a su lado, mucho más tranquilo que de costumbre al enfrentarse a un enorme problema como aquel mocoso insolente.
Arashi acertó, sin dejar de darle instrucciones a los muchachos delante suyo.