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—Pensé que no volverías.— Habló colocando el cigarrillo entre sus labios. Lo sostuvo mientras buscaba el encendedor. —Ya pasó casi un mes.

Jisung lo había esperado hasta el final de su turno, le dijo al nuevo que arreglara las cosas y que se fuera, él se encargaría de cerrar luego. Así que fue hasta la puerta trasera que llevaba al callejón y se llevó al omega con él. Tenía que hablar antes, porque no tenía idea de que hacer, como que imaginó que Jisung no volvería. Y ahora que lo había hecho se sentía nervioso recordando lo que le pidió. Logró encontrar el encendedor.

—Tengo una agenda ocupada.— Dijo el omega. —¿vas a llevarme a tu departamento o prefieres ir a otro lado?

Encendió el cigarrillo y miró al cielo nocturno tomando una calada grande, Jisung se veía tan tranquilo que lo ponía nervioso. ¿A dónde deberían ir? ¿a un hotel? No le molestaba por la parte del dinero, siempre estaba dispuesto a gastar lo necesario para luego acobardarse, entonces estaba bien llevar a Jisung a un lindo lugar donde pasaría gran parte del tiempo escondiéndose y pidiéndole disculpas por ser una molestia.

Exhaló el humo y suspiró.

Jisung lo conocía. Lo había investigado lo suficiente como para saber su nombre y lo que hacía. Pero ¿Qué más podía saber?

—A donde quieras. Sabes exactamente a donde puedo llevarte.

El omega lo miró directamente.

—Sé que no sueles llevar a tus amantes a tu departamento.

—¿En serio?— Le dio otra calada al cigarro. —No me había dado cuenta. ¿Qué más sabes de mí?

—Lo suficiente. Lee Minho. Escritor bajo el seudónimo de Leeknow, compré varios de tus libros y los leí durante todo este tiempo... No esperaba que fueran ese tipo de libros. Sabiendo lo que haces...o lo que no haces.

Minho tiró la colilla del cigarro y lo aplastó con el pie. Era patético. Completamente una burla saber que alguien había leído sus libros y que sabía la desagradable verdad detrás de ellos. Casi un chiste. ¿podía quedar peor ante esta persona? Los libros escritos por un virgen no tenían derecho a ser tan comprados, pero lo eran, su editor lo trataba con paciencia y amabilidad porque sabía que cualquier mierda escrita por Leeknow se vendería jodidamente rápido. No era un escritor famoso, pero si era reconocido, era el tipo de escritor que la gente amante de cierto género conocía. Los amantes de los libros eróticos eran su sustento. Pervertidos con un nombre más aceptable.

—¿entonces volviste para burlarte o algo así?

—Volví para cumplir mi promesa. Tendré sexo contigo.

Lo miró de reojo. Jisung estaba alejado de él, sus manos recogidas sobre su estómago en una posición incómoda y recta. Él era un lobo, y los lobos eran estrictos en todo momento, ninguno se encorvaba ni separaban las piernas como lo hacían los monos, no, ellos siempre eran una perfecta estatua cuando se mantenían quietos, tan elegantes que parecían costosos a simple vista. Jisung no se molestó en acercarse ni tocarlo. Minho tampoco lo hizo.

—¿también sabes cuál es mi problema?

—Lo sé.— Jisung volvió a sonreír. —Pero cumpliré lo que dije.

¿Qué significaba eso?

                                 

Touch [Minsung]Where stories live. Discover now