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Minho no solía hacer cosas románticas como recostarse en las piernas de alguien y pasar la noche así, no solía hacer lindos detalles a menos de que quisiera intentar llegar a algo. No era romántico y ya, las parejas que tuvo antes las intentó cuidar de la mejor forma, intentó que se sintieran bien en la relación, y hubo algunas que cuidaron de él con tanta calma que se sentía mal cuando llegaba el momento de desnudarse y dar dos pasos hacia atrás.

Las chicas solían ser amables y decirle que lo esperarían cuando estuviera cómodo, y algunas eran un poco insistente a la par de cariñosas, los chicos solían ser un poco más directos, la mitad le decía que podrían intentarlo en otro momento y la otra mitad lo "incitaban" a intentarlo todas las noches. Y muchos fueron amables, muchos otros fueron una mierda, hubo chicas crueles y chicos aterradores. Pero todos terminaban igual. Lo dejaban.

Cuando cumplió veintiocho años dejó de intentar tener parejas.

—¿Prefieres ir a la cama?— Preguntó Jisung en medio del silencio. Estaba a punto de amanecer. Negó. —¿vas a dormir en mis piernas?

Entreabrió los ojos encontrándose con la pequeña sonrisa.

—Tus dientes no son como los de Changbin.— Murmuró extendiendo el brazo para entreabrir los labios de Jisung.

—Él es un alfa.— El omega le apartó la mano. —Los alfas tienen los caninos más pronunciados y afilados, para poder marcar a su omega.

—¿entonces tu no comes carne cruda como Changbin?

—Tu amigo es un idiota salvaje.— Jisung bufó. —¿Quién demonios se come la carne cruda? Solo los lobos de clase baja lo hacen.

Minho parpadeó lentamente y respiró profundo, el aroma de Jisung siempre estaba allí, y era agradable, un aromatizante natural del cual podría llegar a acostumbrarse. Entrelazó las manos sobre su pecho y dejó caer su cabeza hacia un lado, su gigante televisión apagada y los libros regados. El sol había salido y ahora había pequeñas líneas de luz atravesando sus pocas ventanas.

Alguien abrió la puerta de golpe y Minho se sentó para ver. Pene de antebrazo entró con una enorme mueca en el rostro y caminó hacia ellos tomando a Minho y empujándolo al otro pequeño sillón, se sentó con él acurrucándose y colocando los pies sobre la mesa.

—Nunca mencionaste que estás casado con Jeon Jaehyun.— Habló Changbin abrazando a Minho con uno de sus brazos. —Sabía que eras de la familia Hwang, pero no que eras de esa rama.

—Eso no debería de importarte.— Jisung se puso de pie y tomó la muñeca de Minho. —Suéltalo...

—No, cuidaré de este hombre hasta el último día de mi vida. — Changbin lo abrazó. —Si tiene que morir virgen pero a los noventa años entonces morirá virgen a los noventa años, es mejor que coger a los treinta y cuatro y morir a los treinta y cuatro.

—¿Morir?— Se apartó tanto de Changbin como de Jisung mirándolos directamente. —No soy un idiota, sabía que era una mierda peligrosa desde que me obligó a secuestrar a su cachorro.

—Fue un trato.— Jisung balbuceó. —¡Y no te pasará nada! Seungmin y yo somos cuidadosos con lo que hacemos, es el alfa quien trae los problemas.

—¿Yo?— Changbin se puso de pie. —La familia Hwang es un problema, la familia principal es casi un suicidio, y más con Jeon Jaehyun ese tipo se cree una deidad desde que se unió a su manada.

—Jeon Jaehyun no es más que un estúpido creído.

—¡Para ti! ¡él no te hará nada porque eres su omega! ¿Qué crees que hará con mi Honnei una vez se entere?

Minho suspiró con fuerza, no tenía paciencia para ellos dos, y tampoco deseaba tenerla, así que camino apartándose de en medio.

—Changbin, sube al auto.— Ordenó tomando las llaves.

—¿Qué?— Escuchó la voz confundida de Jisung.

—Tenemos que hablar.— Fue lo único que dijo antes de salir, y Changbin lo siguió.

—Ja, te dije, mi Honnei.— Se burló Changbin en la puerta.

Encerró a Changbin en el auto en cuanto terminó de hablar con él y a Jisung en el departamento. No tenía cabeza para pensar en ese tipo de cosas.

Touch [Minsung]Where stories live. Discover now