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Consiguió un departamento pequeño al otro lado de la ciudad, no era el lugar más lindo de todos, pero cumplía con su función de ser la segunda ratonera de Minho, solo que un segundo piso, con molesta luz entrando por cada ventana y un pequeño balcón, y dos habitaciones junto con un baño, una cocina y una sala de estar. Pagó los primeros tres meses de renta como le habían pedido y ni siquiera tuvo que amueblar el lugar, el sillón viejo junto con la estufa gastada y el maloliente refrigerador ya estaban incluidos, incluso la cama, la cual cambió lanzándola al segundo cuarto. Tenía un horroroso cuadro en el centro de la sala que también remplazó por un nuevo televisor no tan grande como el otro.

Bien, así que volvía a empezar. Su nuevo libro estaba publicado y habían pasado dos meses desde la última vez que vio a Jisung.

Todo volvía a ser normal, solo que ahora Changbin quería vivir con él y había recibido un par de llamadas de Seunglin para informarle que "todo estaba bien" A pesar de ese supuesto problema del que no le dijo más. Entonces podía olvidarse de todo y vivir tranquilamente como antes.

Otra novedad: Ahora podía tener sexo, como si algo dentro de él se hubiera activado y ahora podía hacerlo sin tanto problema, seguía siendo estúpido y malo, y quizás sus parejas no se fueron felices, pero lo había estado haciendo bien. Les pagaba y se aseguraba de usar condón porque Changbin no lo dejaba salir sin una tira de estos. Al principio se preocupó por Jisung, se preocupó por "serle infiel" sin embargo ellos no eran una pareja. No le debía fidelidad a Jisung.

No debía pensar en él casi todo el tiempo y no debía darse cuenta de lo aburrido que era el sexo de vez en cuando. A veces era bueno, a veces era entretenido, pero no dejaba de aburrirle. Todas sus parejas habían sido aburridas y no quería verlas despues.

Quizás si volviera a ver a Jisung tampoco lo querría. Sin importar cuan enamorado se había creído antes.

Sin embargo, una semana despues de haber cumplido los dos meses Jisung estaba de pie, frente a su apartamento. Como si nada hubiera pasado, un grueso abrigo protegiéndolo del invierno y una hermosa sonrisa que se cavó profundo en Minho. ¿Por qué en ese momento? Justo cuando iba de salir solo para encontrarse con un chico, tenía su celular en la mano y la aplicación abierta con la fotografía de este.

—Ah...—No supo que decir, pero tan pronto titubeó Jisung entró al departamento en cuestión de segundos.

—Es más espacioso.— Habló Jisung acercándose al balcón cerca de la sala. —¿para qué quieres ver un montón de carros pasar?                     

Su cabello parecía más brillante y su piel lucía mucho mejor, quizás era por el montón de ropa de invierno que llevaba que no podía verlo con claridad, pero estaba casi seguro que las marcas sobre su piel habían desaparecido. Las heridas sobre su rostro ya se habían desvanecido en gran medida y solo quedaba una pequeña cicatriz. Jisung se veía bien, tan bien como las otras veces en las que Minho solo lo admitió.

—Pensé que Hyunjin...

—No me importa lo que piense Jinnie.— Interrumpió Jisung revisando las habitaciones. —Quería verte, así que vine.

—¿Cómo me encontraste?— Preguntó intentando deshacerse de todos los pensamientos abarrotando su cabeza. Estaba siguiendo a Jisung a cada paso. —Se suponía que...

—Quería verte.— Jisung le interrumpió girándose de golpe, encarándolo con insistencia. —No necesito permiso de nadie y tampoco lo quiero, solo vine hasta aquí para estar contigo.

—¿Qué hay de Jaehyun?

—A él no le importa con quien esté, no puede hacer nada ahora y yo tampoco, así que deja de preguntar... Solo quiero estar aquí.

Touch [Minsung]Where stories live. Discover now