Touch [Minsung]

19

A Jisung ya no le importaba nada, así que no tenía que preocuparse, no tenía por qué sentirse mal o consternado. Ya todo era normal. Pero cuando Seungmin llegó a su habitación con una pequeña caja de madera sintió un peso en el estómago. El beta la dejó sobre su cama y no habló por varios segundos mientras que Jisung solo podía mirar, ni siquiera se acercaba o la miraba directamente, sus ojos estaban puestos en algún lado, menos allí.

—El señor Hwang me pidió que me deshiciera de él.— Habló Seungmin de pie frente a la cama. —Dijo que cinco años era suficiente respeto.

—¿A dónde lo llevarás?

—Me pidió que no te dijera nada.— Seungmin se inclinó un poco. —Y creo que es lo mejor, Jisung, solo quiero que te despidas.

Jisung miró al beta por largos segundos. Se había despedido aquella noche, se despidió cuando lo cremaron ¿tenía que despedirse aun de las cenizas? Comenzaba a creer que él nunca se iría, que nunca tendría el descanso que merecía. Aún así miró la caja y colocó una mano sobre ella con un pequeño suspiro. ¿Quién pensaría que un humano cabría allí? O las cenizas de uno. Era triste, y aun le importaba lo suficiente como para hacerlo sentir mal.

—¿sabes? Conocí a alguien.— Le dijo con calma. Aunque no solían hablar mucho en esos últimos años. —No me gusta. Me hace sentir extraño. Es un poco raro y pervertido... Es escritor. Los escritores nunca mueren.— Nunca morían si al menos una de sus frases se mantenía en el mundo, nunca morían, podían volverse viejos y odiados, pero nunca morirían como los demás, y si ellos morían entonces nadie se daba cuenta de ello. Oh eso fue lo que le dijeron. —¿no crees que es interesante? Seungmin...

—¿eh? ¿Hablabas conmigo?— Preguntó el beta y Jisung lo miró. —¿conmigo?

—Seungmin, no hay nadie más aquí.

Seungmin abrió la boca con sorpresa para despues asentir. Pasaron un par de segundos en silencio, algo que fue tranquilo y cómodo. Hasta que él llegó.

—Seungmin , saca eso de la habitación, por favor.— La voz de Jaehyun hizo girar a ambos. Seungmin tomó la caja y la alzó. —Cierra la puerta cuando te vayas.

Jisung se puso de pie mirando la habitación, podría ser grande, pero cuando Jaehyun estaba allí el aroma se esparcía en cuestión de segundos. Y era desagradable. Lo peor era que con los cachorros pasaba lo mismo, ellos llenaban el lugar con gritos y llantos que solo conseguían ponerlo nervioso, por suerte ninguno estaba allí, al parecer la madre de Jisung había optado por cuidarlos esa tarde. Y aunque fue un alivio ahora tenía que ver a Jaehyun directamente, sin tener una excusa.

Cuando Seungmin cerró la puerta el silencio fue instantáneo.

—¿Molesto porque me visitó mi novio?— Preguntó con media sonrisa.

Y quizás Jisung debía aprender a callarse. La mirada del alfa fue aterradora, tanto que su primer instinto fue huir. ¿no era gracioso? Aunque no le importaba nada... él corrió de Jaehyun.

Quizás salió por la puerta o por la ventana, no pudo verlo bien pero supo que azotó algo, y que corrió, realmente corrió más rápido que la ultima vez que lo había hecho, a pesar de que Jaehyun no se animara a perseguirlo, a pesar de que no se animara a mandar a alguien detrás suyo porque sabía que tenía que volver. A pesar de eso realmente corrió. ¿Para qué? ¿O porque?

Sus ansias de ver a Minho estaban carcomiendo su cabeza. Ni si quiera le gustaba Minho físicamente, ni siquiera le gustaba su horrible actitud o su manera de hablar, ni siquiera le gustaba su aroma. Realmente no le gustaba nada de él, pero sentía ansias de verlo, de tocarlo. Quería tocar a Minho hasta que se sintiera satisfecho. No era necesario tener sexo con él, solo quería...Se detuvo con la respiración agitada, estaba sudando y su ropa húmeda parecía haberse sumergido en agua.

El humo del cigarro fue lo primero que captaron sus ojos. Y después Minho.

¿Qué hacia afuera de su departamento tan noche? ¿solo fumando? ¿o quizás solo lo esperaba? No, era absurdo pensar en ello. Minho no estaba esperándolo.