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Regresar a casa resignado no estaba en sus planes, había subido a su auto y conseguido nada, solo perder un poco de dinero, debía ser gracioso, o tener una experiencia divertida, pero no tenía nada, solo cigarrillos que poco a poco iban agotándose. Bajó la velocidad del auto cuando estuvo a punto de llegar a casa, sus luces delanteras iluminando la calle oscura y húmeda gracias a la llovizna de hace un par de horas, gracias a eso tuvo bien todo el camino, porque su madre siempre le decía que prefería verlo llegar tarde que no verlo llegar. Ah, con casi 35 años no debía de pensar en su madre ¿o si? Nunca le molestó, se llevaba bien con ella, no era la mujer estricta que pensaba de niño, ella era más agradable ahora que se había divorciado de su padre.

Detuvo su auto de golpe cuando una figura apareció frente a él, estuvo a punto de atropellar a la persona que se sostuvo del cofre con ambas manos. Al principio no lo reconoció porque su cabeza aún estaba en lo que pudo haber pasado, pero cuando vio el cabello rubio lo hizo, su corazón acelerándose con fuerza y obligándolo a bajar del auto.

—¡Jisung!— Lo llamó caminando hacía él. —¡Casi...!

Jisung lo miró, estaba jadeando con los ojos hinchados y rojos, su rostro viéndose maltratado y la sangre corriendo de algunas heridas, su corazón se apretó en su pecho y sostuvo al omega del brazo, dándose cuenta de que también sangraba de allí. Se detuvo un segundo para examinarlo, llevaba una bata para dormir de una tela delgada, y solo eso, no llevaba nada debajo, y sus piernas escurrían suaves hilos de sangre, sus pies maltratados como si hubiera corrido por horas en esas condiciones. Tenía que llevarlo al hospital, o al veterinario, donde sea que se atendieran los lobos.

—Minho...— Jisung gimió extendiendo sus brazos, pero no alcanzó a abrazarlo, cayó y Minho lo sostuvo antes de que impactara en el suelo. —Por favor...Llévame lejos...

—¿Lejos? ¡Tengo que llevarte a un hospital!— Casi lo cargó hasta el auto lanzándolo en la parte del copiloto. —¿Qué demonios pasó?

Jisung negó.

—Solo... solo llévame lejos, no me importa a dónde, pero no a un hospital... ellos me encontrarán allí.

Dio un largo suspiro mirando su pequeño departamento. Tenía que atender las heridas de Jisung, si no lo llevaba a un hospital entonces tenían que quedarse allí y arreglarlo.

—¡Hey!— Escuchó la voz de Changbin y lo vio salir del departamento, tenía el botiquín de emergencias. —Olí sangre.— Lanzó el botiquín adentro del auto. —Y olí el trasero de Jisung, y el trasero de los Hwang, están acercándose, así que vete rápido.

—¿te están siguiendo?— Le preguntó a Jisung y este solo lo miró.

Demasiados problemas. Debía solo dejarlo ir, no meterse en asuntos y ajenos y a la mierda con el Minho racional. Se subió al auto y le agradeció a Changbin quien se despidió señalando el auto de Jeongin a pocos metros. Bien. Le colocó el cinturón a Jisung y se lo colocó él antes de dar un largo suspiro. ¿A dónde demonios iba a ir? No importaba. Arrancó el vehículo.

Touch [Minsung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora