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No había una verdadera razón para besar a Jisung. No había una verdadera razón para quedarse toda la mañana besando a Jisung. No la había. Pero quizás Minho no la estaba buscando, quizás era cómodo hacerlo, quizás el sutil dolor de sus labios no era suficiente, o quizás la incómoda posición tampoco lo era. Pero estaba seguro de que el hambre debía hacerlo parar... sin embargo, aunque su estómago rugiera él no se apartó, continuó haciéndolo tomando pequeños recesos para respirar.

Jisung ni siquiera besaba bien.

Tocaron la puerta y por fin tuvo una excusa para apartarse.

—¿Esperas a alguien?— Preguntó Jisung con aquella mirada que lo decía todo.

—A quien sea que me haga salir de esto.— Respondió con fastidio. —¿Cuándo te vas? Ya vete, necesito hacer cosas.

—¿cosas importantes? ¿Cómo sentarte en tu sillón y esperar la noche para salir a trabajar? ¿o esperar la noche para conseguir a algún prostituto para acobardarte? ¿Cuál de esas cosas?

—Dije que tenía que hacer cosas, no dije que fueran importantes.— Huyó del cuarto dirigiéndose a la puerta principal. En serio quería que Jisung se fuera, ahora su departamento olía a él.                     

El problema con Jisung es que ni siquiera era bueno haciendo algo, no era bueno cocinando, no era bueno besando, ni siquiera era bueno como para dormir con él, no era bueno en nada que no fuera estresar a Minho. Y ni siquiera era tan atractivo como otras personas a las que contrató, Jisung solo era... Jisung solo tenía algo que lo llamaba, y quizás era por ser un omega, quizás si hubiera otro omega Minho preferiría a ese otro antes que Jisung.

Abrió la puerta sin interés y su mirada solo se levantó unos pocos centímetros encontrándose con un lobo. Le causó gracia.                    

—Eres bajo.— Se burló del lobo.                     
—¿yo?— Preguntó este mirándolo de pies a cabeza. Bien, quizás fuera solo un poco alto para Minho, pero para otros ese lobo parecería más bajo. —¿Dónde se encuentra Jisung? Tengo que llevarlo de regreso.

—¿Cómo te llamabas? ¿Seungjin?— Preguntó sin interés entrando al departamento, el lobo entró detrás de él con total calma y una pose recta, tanto que le causó escalofríos. —Por favor, llévatelo.

—¿Seungmin?— Preguntó Jisung al verlo, aún estaba con la pijama de Changbin. —No debes de venir aquí durante el día.

—Jaehyun está preocupado. Quiere que vuelvas.— Dijo Seungmin quedándose a un par de metros, Jisung apenas lo miró. —Tus padres están furiosos.

Ah. Minho le restó importancia a su conversación sentándose frente a la mesa. No tenía nada bueno para comer, pero su estómago rugía. Quizás llamaría a Changbin para salir, o solo compraría algo de paso en alguna tienda. Jisung debía tener hambre. ¿Qué solían comer los lobos? Sabía que su dieta estaba repleta de carne y odiaban las verduras, o al menos Changbin lo hacía, si su plato no llevaba al menos algún embutido procedería a hacer un berrinche. Los monos no eran así. Era aburrido.

—Volveré cuando Jaehyun haya olvidado porque me fui.— Respondió acercándose de nuevo a Minho, invadiendo su espacio. —Tengo muchos penes que probar, encontré una caja lleno de ellos.

Ah... Lo había olvidado.

—Jisung...— Seungmin se sonrojó, su perfecta cara seria tomando un color rojizo por todos lados. Minho lo comprendía, él también estaba sonrojado. —Esta distracción puede perjudicarte, es mejor que tomes conciencia de todo esto.

Ja. Distracción. Si, era eso.

—Si regreso ahora todos estarán molestos y no dudo que me encierren. No quiero lidiar con esa mierda ahora.— Jisung suspiró. —Volveré despues. Cuando Jaehyun no esté molesto.

—¿piensas quedarte aquí?— preguntó y el omega le sonrió. Claro que iba a quedarse allí. —Dormirás en el sillón, no en mi cama.

—Hyunjin también está preocupado.

La mirada de Jisung cambió en cuestión de segundos. Hubo algo triste y preocupado en él, algo que hizo un sentimiento triste en las entrañas del mono. Apartó la mirada convenciéndose a sí mismo que no era su problema.

Jisung se puso de pie.

—Supongo que iré a cambiarme.

El sentimiento que lo atravesó fue gracioso. Minho no esperaba tener de nuevo ese tipo de cosas pasando por su cerebro. Aun así fue indiferente con ello y esperó a que Jisung estuviera listo para irse, cuando lo estuvo solo le dio una rápida mirada y el omega se acercó a él, le dio uno de sus pequeños besos y se fue.

El departamento se quedó solo.

                                 

Touch [Minsung]Where stories live. Discover now