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En ese momento en la cabeza de Leah solo estaba Harry. Que plasta, pensó.
—¡Dámela!— gritó ella con intención de subirse a su escoba. No obstante alguien la paró.

—No lo hagas.— le pidió el platinado, algo nervioso y preocupado. No sabía si era por ella pero a la chica no le importaba. Se subió en su escoba, y empezó a volar como si lo hubiera hecho toda su vida.

—¡No!— respondió el azabache ahora con algo más de inseguridad alrededor de su hermana.— ¡Si la quieres, ven a buscarla!
—¡Ahg! ¡Ven aquí!

Leah se acercó a toda velocidad a su hermano, volando a una altura considerable en busca de la recordadora, alcanzándolo.
—¡Que me la des!— gritó esta estirando un brazo para tomar el objeto.

El azabache se movió, haciendo perder el equilibrio de la chica la cual entrecerró los ojos para seguirlo de nuevo.
—¡Harry James Potter!— decía está ahora empezando a colocándose de pie en la misma escoba, el aire para conseguir la recordadora.

Y no es que se la quisiera devolver a Neville, no era el tema principal. Simplemente era una cuestión de ego y orgullo propio.
—Se va a caer.— anunció Blaise mientras que Daphne y Theo se tapaban con miedo la cara.

Pansy solo gritaba "¡Vamos Leah! ¡Tu puedes!" mientras que Crabbe y Goyle no tenían ni idea de lo que pasaba.
—No lo hará.

—¿Qué?

Draco el cual no apartaba la mirada de la chica se apoyó en su escoba.
—No se caerá, yo lo sé.

—¡Para ya!— le gritaba Harry desde su escoba.— ¡¿Por que te pones así de enfadada?!
—¡Por ti! ¿Por que siempre te tienes que meter en todo lo que hago?— decía esta aún de pie mirando el objeto.

El azabache miró a su hermana, distrayéndose por momentos y todos vieron como la chica saltó tomando la recordadora de las manos de su hermano y volvía intacta a su escoba.
—Wow.— soltó este aún viéndola.

Leah, con el objeto en la mano, quiso seguir jugando. La tiró al cielo para luego volver a cogerla con facilidad.
—Bien hecho.— le felicitó Harry haciendo que esta sonriera.— Pero que te apuestas a que no la tiras para allá.— le retó ahora con una mirada burlona.

La chica vio donde apuntaba su hermano y sonrió para si misma. El agujero que había era algo pequeño aún así, Leah lanzó rápidamente la bola con su máxima fuerza.

El azabache y todos vieron increíblemente como la recordadora atravesó el agujero y pasó limpia por lo que se dirigió hacia allá atrapándola con rapidez.
—¡Leah! ¡Atrápala!— dijo lanzándola a posta hacia el suelo.

La Slytherin sabía que si no la cogía, Neville se quedaría sin bola así que fue directa con la escoba hasta el suelo.
—Se va a matar, dios mío que no le pase nada...— escuchó Draco ahora a Hermione nerviosa.

Leah estuvo a punto de tocar el suelo cuando atrapó la recordadora. No le quedó mas opción que saltar y tirarse al suelo para no chocar directamente con el suelo.

—Oh no.— se escuchó a Harry el cual rápidamente fue con ella al igual que toda la clase.
—¡Oh si!— exclamó ella entregándole a Neville su bola con gran adrenalina en el suelo.

—Oh no...— murmuró Ron el cual miraba delante de ellos algo asustado.
—Potters...— dijo la voz de McGonagall sin duda enfadada.— Ahora mismo, a mi despacho.

—¿De donde ha salido?— preguntó Blaise a lo que Pansy se encogió de hombros.

Leah se levantó y dejó la escoba algo rota en el suelo, suspirando y con intención de irse miró antes a sus amigos. Estos con la mirada le daban ánimos no obstante quedaba alguien.
—Alguien la ha cagado...— soltó Draco de manera burlona.

La Slytherin, miró al suelo intentando no sonreír. "Lo que me faltaba", pensó antes de ignorarlo.
—Oh cállate.— soltó esta pasando por su lado, empujándolo levemente con el hombro.

Así, ambos hermanos fueron con la jefa de la casa de Gryffindor a su despacho. Ambos temían por su vida.
—Profesora por favor, nosotros... no hemos hecho nada malo.— empezó a explicar Harry.

—Claro... para nada estaban volando a una velocidad considerable en su primera clase de vuelo sin supervisión y montando un escándalo.— le interrumpió la profesora.

Leah sonrió para si misma.
—Pero admita que el espectáculo era prometedor.— soltó ella ganándose una mirada severa de esta.— Perdón.

La puerta en ese instante se abrió dejando ver a Snape el cual miró a McGonagall algo confuso.
—Oh cielos.— murmuró Harry.

—Como jefe de la casa Slytherin, era mi deber informarle de la situación, Severus.— explicó la adulta haciendo que Leah bufara y se cruzara de brazos.
—Claro está Minerva.— respondió este.

La profesora miró a ambos niños y suspiró. No podía ser que ambos hubiesen adoptado tan buenos dotes para el quidditch como su padre, pensó.
—Profesor Snape, Leah ha mostrado una gran capacidad y habilidad para el quidditch, y si no recuerdo mal... os faltaba un puesto para buscador.— recomendó, haciendo que este alzara las cejas.

—¿Que sugiere profesora?— preguntó mirando de reojo a la niña que pellizcaba al azabache el cual se quejaba en silencio.
—Una prueba de acceso para ella en el equipo, si Leah esta de acuerdo...— terminó ella.

Y mientras los hermanos Potter hablaban, el grupo de Leah la esperaban fuera algo apartados.
—Sin duda la expulsarán.— dijo Blaise dando vueltas sin parar.— Ya lo sabía yo...

—No la expulsarán, tonto.— dijo Pansy de manera obvia.— Seguro que como mucho le pondrán un castigo... pero ¿expulsarla?

Todos discutían de la decisión final de la Potter excepto cierto platinado el cual solo miraba la puerta del despacho de McGonagall.
—¡No pueden matarla Blaise! ¡Y no le van a cortar el brazo!— seguía diciendo la peli negra con poca paciencia.

De repente, aparecieron dos chicos mayores que ellos, esperando en la puerta. Uno Gryffindor y el otro Slytherin. Eso sin duda le llamó la atención a todos los que se encontraban ahí.

—¿Que hace Marcus Flint y Oliver Wood ahí?— preguntaron Crabbe y Goyle a la vez.

La puerta de abrió dejando ver a los hermanos Potter, McGonagall y Snape. Pero estos no parecían enfadados. ¿Que estaba pasando?
—Están hablando normal...— soltó Blaise.

—Pues claro que están hablando normal.— le contesto Pansy rodando los ojos.
—Creo... que tiene que ver con quidditch, es decir... ¿por que hablarían con los capitanes?— opinó Daphne intentando enterarse de lo que hablaban.

—Entonces, Leah y Harry. ¿Aceptaréis hacer la prueba para el equipo de quidditch?— preguntó McGonagall emocionada.— Sería todo un honor...
—Ciertamente, si.— opinó Snape.

Leah miró al capitán de Slytherin para pasar al de Gryffindor el cual ya la analizaba curiosamente. Raro.
—Está bien.— dijo ella encogiéndose de hombros.— ¿Puedo irme ya?

—Acepto.— dijo Harry también mirando a su hermana.— ¿Cuando será el próximo partido?

—Dentro de dos días.— respondió antes que todos.— Oliver Wood, un gusto.— dijo este presentándose.— Así que no hay tiempo que perder... deberíamos empezar a entrenar.

—Si, necesitaréis bastante suerte.— le contestó ahora Marcus con una sonrisa burlona y para el gusto de Leah demasiado orgullosa.

Harry miró a su hermana esperando a que le dijera algo como buen juego o al menos le mostrara algo de afecto, no obstante... esta solo levantó las cejas en respuesta y se fue de allí.

Que empezara el juego.

you're my story (Draco Malfoy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora