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⚜️⚜️⚜️⚜️...⚜️

Leah se despertó de nuevo a media noche algo exaltada. Miró a su alrededor y cerró sus ojos para tranquilizarse ya que estaba sola.

Decidió ir a beber agua, para despejarse un poco y así pensar con más claridad.

Bajó las escaleras de la madriguera y se llevó una sorpresa al ver a Fred allí. Frunció el ceño y pensó que a lo mejor era sonámbulo.
—¿Todo bien?— preguntó este con una sonrisa divertida.

—Si... venia a beber agua.— murmuró ella yendo a la cocina.— ¿Y tu?
—No podía dormir. Tenía calor.— dijo este acercándose donde estaba ella.

Leah prefirió no mirarlo ya que sabía perfectamente que no llevaba camiseta puesta. Solo asintió con una pequeña sonrisa.
—Bueno, espero que se te pase la calor pronto. Mañana no podrás levantarte.— dijo esta ahora dispuesta a irse de nuevo a si habitación.

—No tan rápido Potter.— dijo este apoyándose en una encimera y cruzándose de brazos.— Teníamos que hablar, pero siempre nos interrumpen... creo que ahora es buen momento, ¿no crees?

—Yo creo que no Fred. Primero, no pienso con claridad ya que estoy dormida y tu... también.— murmuró ella con tentación de analizarlo.
—Ya bueno, dado a que nunca podemos estar solos, creo que tendríamos que aprovechar a hablar.

A Leah le traicionaron los ojos bajando por el torso de este por segundos. Segundos muy largos.
—Um, eh... ¿de que querías hablar?— preguntó ella finalmente muy nerviosa.

El pelirrojo sonrió de manera burlona mientras se acercaba a ella quien estaba inmóvil.
—He querido hacer esto desde hace tiempo. Y me da la sensación de que tú también.

—No se de que hablas.— consiguió pronunciar ella viendo como la mano del chico se colocaba en su barbilla, inclinando su cabeza en dirección arriba.
—Oh, lo sabes perfectamente.

Iba a ser su primer beso, con Fred. A la chica le empezaron a temblar las piernas. Fred por otra parte la miraba con cierto deseo.

Y en ese momento, en el que la chica empezó a cerrar los ojos inconscientemente, se escuchó un golpe seco detrás de ellos.

Los dos se separaron asustados para ver quien era, encontrándose con Ron.
—No me jodas.— soltó Fred de un bufido viendo como su hermano caminaba sonámbulo por la cocina.

Leah sonrió para si misma pidiendo fijarse en Fred. Ahora no se daría cuenta si se quedaba embobada viendo sus abdominales.
—Creo que el universo no quiere que estemos a solas Freddie.— comentó ella mirándolo.
—Al parecer no... pero tranquila, ya llegará el momento.— dijo este tirándole una beso con la mano y yéndose escaleras arriba.

Leah, aún con los nervios, empezó a morderse las uñas mientras venía como Ron se chocaba con la nevera.
—Supongo que gracias... por eso.— le dijo al pelirrojo dormido.

Por una parte si lo agradecía porque claro, nunca había besado a nadie. Fred sin duda era un experto pero ¿ella? No sabía que hacer.
—¿Que hace una persona cuando besa a otra?— preguntó de nuevo a Ron.

—¿Abres los ojos? ¿Como pones la boca? Es muy confuso... ¿y si la fastidio? Fred se reirá de mi... esto es malo Ron.

Hermione...

En aquel instante, la Slytherin frunció el ceño y se quedó mirando al chico sin saber que hacer.
Hermione...

—No se porqué, pero me lo esperaba. Vamos, ¿a quien no le gustan las chicas inteligentes? Te entiendo Ronnie...— dijo está ahora sentándose en el sofá al no querer ir escaleras arriba.

Leah se pasó todo lo que quedaba de noche hablando sola, bueno, no si Ron contaba como persona pues solo pronunciaba la palabra Hermione.

Así hasta que salió el sol y la Slytherin no se aguantaba casi de pie. No podía dormir pero tenía demasiado sueño. Que frustrante.

Cuando por fin se había quedado completamente dormida, Ron quien seguía sonámbulo se estiró de soplón en el mismo sofá y se quedó ahí hasta que las primeras personas bajaron viendo el panorama.
—Esto si que es nuevo.— dijo Ginny seguida de Harry quien los miró más que raro.

—¿Desde cuando son amigos?— preguntó el azabache viendo a los chicos dormidos completamente.
—Eso... no es de muy amigos.— comentó la pelirroja cruzándose de brazos.

—Buenos días tortolitos.... wow, ¿y eso?— dijo la voz de George ahora alucinando con los dos chicos.
—Antes de que digas nada, no teníamos ni idea.— comentó Ginny mirando de reojo a Harry el cual estaba en shock.

La puerta entonces, se abrió dejando ver a nada más que Molly hablando con Hermione junto a sus maletas.
—Oh.— soltó la señora Weasley mirando a sus hijos.— Mirar quien ha llegado... iré a preparar el desayuno.

Nadie dijo nada, todos estaban más que sin comentarios, y ver la cara de la castaña era todo un poema.
—¿Alguien que me explique que ha pasado aquí?— preguntó ella ignorando a los chicos.

—Eh... ¿por qué taponáis la escalera?

Todos se apartaron para que Fred viera la escena. Nadie pensaría que iría hacia los dos dormidos y los separaría de una.
—Mamá, dos minutos más.— murmuró el pelirrojo abrazando a un cojín.

Leah por otra parte se despertó algo adolorida, y con mucho sueño ya que tampoco había descansado completamente.
—¿Por qué hay tanta luz?— preguntó viendo la cara de Fred.— Oh, hola.

La chica sonrió, provocando que el pelirrojo también lo hiciera. Después de eso, miró a su alrededor dándose cuenta de que Ron estaba usando sus piernas de cojín.
—Wow, ey, ey... aparta.— dijo ella quitándose del susto inmediatamente.

—Si, eso ya es más normal.— murmuró Ginny yéndose con Hermione para ayudarla a desempacar sus cosas.

Ron al fin se despertó viendo a todos con cara extraña. Se estiró como pudo y miró raro a la chica.
—¿Ha pasado algo?

—Algo como que si no empiezas a correr te vas a llevar una buena paliza.— le respondió Fred.
—Es broma, ¿no?— dijo este riendo.— ¿No? Oh Merlín.

El pelirrojo, junto con Harry finalmente se fue de allí dejando a los gemelos y a Leah en el comedor.
—No tenías que ser así tampoco, el pobre no lo ha hecho adrede.— dijo está levantándose mientras bostezaba.

—Oh genial, ahora defiéndelo.— murmuró con celos Fred rodando los ojos.
—Um, sigo aquí, ¿sabéis?— interrumpió George ganándose un abrazo de la chica.

—Buenos días, a los dos.— dijo ella bostezando aún más.— Iré a ayudar a vuestra madre con el desayuno.

Y una vez solos, George miró serio a Fred el cual se sentó en el sofá de mala gana.
—¿Recuerdas lo que te dije cuando hablaste conmigo?— preguntó este cruzándose de brazos.

—¿Cuando no lo has hecho?
—Déjate de tonterías Fred, cuando me dijiste que te estaba empezando a atraer Leah y yo te dije que tuvieras cuidado o te partía la boca a puñetazos. ¿Recuerdas eso?

—Si, como olvidarlo.— comentó el pelirrojo rodando los ojos.— Tranquilo, no ha pasado nada entre ella y yo... aún.
—Como que aún. Fred, ella no ha dado su primer beso, la vas a asustar.— mencionó este preocupado.

—Que no pesado. Además, la ayudará a superar eso o lo que sea que tiene con Malfoy. Todos salimos ganando.— explicó este.
—Solo te lo voy a decir una vez. Como la encuentre mal porque la hayas dejado tirada o te hayas cansado tendrás que verlas conmigo.

Fred miró a George.
—¿Cuando he hecho eso con alguna chica?— preguntó de manera inocente ganándose una mirada obvia de su hermano.— Bien, bien... no lo haré, tranquilo.

—Más te vale. Ahora, vístete y ven a desayunar.— le dijo este yéndose para la cocina.

Fred antes de subir las escaleras miró a Leah quien ayudaba a poner la mesa a su madre y le sonrió, consiguiendo sonrojarla levemente.

Vamos, el pelirrojo sabía que tenía sus encantos. Claramente iba a usarlos con ella.

you're my story (Draco Malfoy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora