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Era el primer día de la prueba y nadie, ni Pansy ni Daphne habían hablado con Leah. ¿Por qué?

La chica había preferido dormir en los cómodos sillones de su sala común para levantarse la primera para comenzar el día preparada para lo que fuera.

Ya que sabía que no iba a ganar, así que al menos iba a intentar no morir.
—Buenos días...

Leah sonrió cuando Theo la abrazó con cariño para desearle buena suerte de alguna manera en la primera prueba.
—¿Crees que saldré viva?— preguntó ella tratando de ser positiva.

—Creo que lo harás genial. Piensa que lidias con Blaise y Draco desde primer año... eso es más que suficiente. Un dragón no será problema para ti.— explicó este haciéndola sentir mejor.

Pero a la vez, recordaba que estos mismos se habían posicionado en su contra por lo que no sabía si seguir considerándolos sus amigos.
—Ey, sobre lo del pin... ellos no sabían nada. Lo juro.— explicó el castaño sorprendiéndola.

—Yo no...
—Solo quería que lo supieras.— añadió este.— Ahora... deberías ir a desayunar algo, yo iré en un momento, necesito hacer cosas antes de nada.

Y así, Leah fue al comedor donde pocas personas se encontraban ahí, entre ellas, Johnny quien rápidamente fue con ella.
—¿Lista para morir?— le preguntó con una media sonrisa mientras se sentaba a su lado.

En ese momento, Viktor quien se encontraba desayunando miró a su "amigo" y negó para si mismo pendiente de su conversación.
—Deberías apoyar a tu amigo, parece estar nervioso.— mencionó ella algo indiferente.

—Nah, se las apaña bien solo.— respondió con total naturalidad.— Además, soy tu fan número uno, ¿recuerdas?

Leah sonrió pero en aquel momento, cierto pelirrojo quien se había enterado de lo del pin se acercó a ellos con cara de malos amigos.
—George...— empezó a decirle esta muy confusa.

Viktor quien ya veía pelea se levantó rápidamente y frenó al pelirrojo el cual le tiró una caja llena de pines con el dichoso mensaje ofensivo al rubio.
—¿Su fan número uno? Eres despreciable.— dijo con mucha rabia.— Aléjate de ella.

—¿De que hablas?— preguntó la Slytherin.
—No tengo idea, está loco, o celoso.— intentó defenderse este mostrando autoridad.

A ese punto, Viktor no aguantó más.
—Cállate, sabes que fuiste tu quien crreó ese pin, no vayas ahora de amigo con ella.— soltó con algo de molestia.

—¿Donde has encontrado esto por cierto? ¿Mirando en mis cosas? No serás la from Weasley...— empezó a decirle este.
—No, idiota. No me fiaba de ti, y como eres tan imbécil solo tenía que seguirte para ver donde escondías la caja. El baño no es muy buena opción "amigo".

Leah miró a Johnny quien empezó a negar completamente todo.
—¿Podemos dejar este tema? No tiene importancia enfadarse por una cosa insignificante.— mencionó la chica levantándose de ahí.

George no obstante, no paraba de mirar amenazante a Johnny quien aún sentado miraba a la chica.
—Viktor y yo deberíamos ir... la prueba va a comenzar y deberíamos prepararnos.— siguió diciendo esta.— George...
—Te acompaño.— interrumpió este.— Vamos.

Y así fue, los tres chicos fueron a las carpas donde se encontraba ya Fleur y Cedric preparándose para la primera prueba del torneo.

Leah quien no había estado nerviosa todo ese tiempo, ahora era el momento para empezar a aterrorizarse al ver el terreno que tendrían para la prueba. ¿Que sería?
—¿Todo bien?— le preguntó George quien se encontraba sentado en el suelo.

—Claro, voy a enfrentarme a un dragón. Todo está genial.— mencionó ella sentándose a su lado y abrazándose a si misma.
—Sabes, tiene que ser divertido, cuando Charlie nos explicaba todas sus experiencias, me fascinaba.— empezó a decir este.

Leah negó para si misma. ¿Cómo podía ser divertido? ¿Cómo es que se sentía tan cobarde de repente?
—Mi dragon favorito sin duda es el más feroz de todos. El colacuerno húngaro.

—Suena, escalofriante.— dijo la chica ahora más atenta a lo que contaba el pelirrojo.
—Y lo es... se considera la raza más peligrosa entre los dragones.— le advirtió George.

—¿Y cómo es?
—Tiene escamas negras, una cola con púas, y los cuernos de bronce que sobresalen de su cabeza.... y tiene ojos amarillos con pupilas verticales.— explicaba este muy contento con el tema.— Su rugido es como un maullido y gritos chirriantes, y su llama puede llegar a unos quince metros.

Leah no evitó reír ante la emoción que ponía el gemelo. De un momento a otro, se había olvidado de que tendría que competir contra alguno de esos bichos.
—Tranquila, estoy seguro de que no te tocará, apuesto más por el Galés verde común.— mencionó este dándole ánimos.

Leah no lo pensó dos veces y abrazó a George quien le correspondió como siempre. Si le permitiesen decirlo, la chica consideraba al pelirrojo como su hermano mayor.
—Hm...

Cuando ambos chicos se separaron, Harry y Hermione junto con Ron se encontraban ahí mirándolos sin saber que hacer.
—Momento de hermanos.— se excusó el mayor levantándose.— Suerte pequeña, recuerda que estaré junto con Fred viéndote.

Y después de un beso en la frente, se fue no sin antes desordenarle el pelo a Ron quien bufó.
—¿Que tal estás?— le preguntó el azabache.

—Lo mejor que podría.— respondió ella levantándose para hablar con los Gryffindors.— ¿Que hacéis aquí?
—Desearte suerte.— interrumpió Hermione.— Lo harás bien, eres lista.

Leah sonrió agradeciéndole y miró a Ron el cual también le sonrió tímidamente.
—Gracias, por vuestro apoyo. Lo necesitaré... bastante.

Harry abrazó algo incómodo a la chica y nervioso por ella. Nunca se había imaginado que su hermana estuviera a punto de morir y fuera testigo de verlo.
—Estaremos en las gradas apoyándote, y sobretodo, confía en ti.—le dijo este antes de irse junto con sus amigos.

Y ahora, se encontraba completamente sola. O al menos eso pensaba ella.
—He vuelto.— dijo la voz de Theo.— ¿Ha venido Harry a verte?
—Si... hace un momento.— murmuró ella.— ¿Que tal están todos?

—La pregunta es, ¿que tal estás tú?— dijo este al notar como la chica empezaba a temblar y a moverse de un lado a otro sin saber bien que hacer.
—Tratando de controlar mis nervios. Pero bien.— explicó esta.

—Leah, ¡vamos!— le gritó Cedric a lo que está asintió. Antes de ir con los campeones, el castaño le deseó suerte y se fue a las gradas con los demás.
—¿Pasa algo?— preguntó ella viendo que había una bolsa que sujetaba el ministro. Roja, de terciopelo.

—Tienes que sacar un dragón para ver con cual te enfrentarás.— le explicó Dumbledore con seriedad.

Leah metió la mano en la bolsa y trató de tomar el dragón que menos púas tenía. Cuando lo vio, se quedó estática al ver que la descripción de George era idéntica al dragón en miniatura que tenía en la mano.

—No es posible...— murmuró el ministerio con lastima por ella.
—Es... es un...- empezó a decir Fleur también preocupada por la chica.

—Colacuerno húngaro.— terminó por decir Leah temiendo por su vida.

you're my story (Draco Malfoy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora