102

1K 112 18
                                    

⚜️⚜️⚜️⚜️⚜️⚜️⚜️

Claramente, el chico no habló con Leah, como siempre y volviendo a ser pequeños, el platinado no afrontó el problema y lo dejó pasar.

La chica por otro lado, no tenía tiempo de dramas. Habían cosas mucho más importantes en juego, como la vida de personas a las que ella tenía aprecio.

Voldemort, en vez de atacar directamente, fue directo a por Harry sin aviso previo a Leah. Quería desacerse lo antes posible del chico como fuera. En aquella última reunión, la chica no había sido convocada por lo que no tuvo más remedio que esperar fuera.

Mientras tanto, Harry, junto con los Weasley y la Orden del Phoenix se encontraban en la antigua casa de los tíos de los Potter.
—¿Y estáis seguros de que va a salir todo bien?

Todos miraron a George el cual era el único que no estaba seguro de todo aquel plan. Desde que había hablado con Leah, el pelirrojo había estado avisando constantemente a todo el mundo, pero nadie le prestaba atención ni le deban importancia.

—¿De nuevo con eso? Leah es una mentirosa y traidora, entérate ya George, la niña que creías conocer antes ya no está.— intervino Ron, siendo consciente de que la Slytherin había ido también a su casa.

Fred miró la cara devastada de su gemelo y le dio palmaditas para confortarlo.
—¿Estas bien?
—Tengo un mal presentimiento Fred.

Todo seguía el curso de las cosas. Leah quien se encontraba en la cocina algo aburrida sintió un carraspeo. Lo dejó pasar no obstante ese carraspeo se hizo más notable, proviniendo de un rincón.

Al acercarse, la chica se agachó ya que aquella criatura era más bajita que ella.
—Dobby, ¿que haces aquí?— pregunto mientras se acababa de comer el muffing que había preparado.

—Dobby es un elfo libre, Dobby está preocupado señorita Leah. Si no protege al señorito Harry este saldra muy herido.— murmuró con timidez.

—Lo se Dobby... pero tengo un plan para eso, no te preocupes.— respondió ella.
—No, señorita Leah, tiene que proteger a Harry Potter y a los demás. Están en peligro.

—¿Que quieres decir con eso?
—Dobby sabe que el señor tenebroso va a realizar una emboscada al señorito Harry y a sus amigos. Señorita Leah, tienes que impedirlo.

—Ella no va a hacer nada Dobby, vete ahora mismo.

La chica, tras las palabras del elfo miró al suelo cuando escucho entrar a Draco. Si no hacía algo probablemente más de uno moriría.
—No hagas nada que te ponga en peligro, por favor.

—No puedes impedírmelo.
—Claro que si.

El chico se acercó a ella muy decidido. Estaban tan cerca que podían notar ambas respiraciones. Draco le acarició suavemente la mejilla.
—Lo siento.

Leah la cual había cerrado los ojos, los abrió viendo cómo este pronunciaba "petrificus totalus" y a continuación se alejaba de ella.

De repente era como si por mucha fuerza de voluntad que hiciera, era imposible moverse. Ni hablar.
—No quiero que te pase nada, entiéndeme Leah.

"Sácame de aquí ahora."

Al poder leer la mente de la chica el platinado negó, estaba seguro de que si Leah intervenía en la misión, el señor tenebroso le haría algo muy grave.

"Malfoy, sácame de aquí ahora, te juro que como consiga escapar no tendrás tierra para correr"

Malfoy, hacía tiempo que no lo llamaba por su apellido. Se sintió muy frío.
—No soportaría si te pasara algo, entiéndeme.

"Para mi ya estás muerto"

Aquel pensamiento dejó atónito al chico el cual retrocedió. ¿Por que era así con él? ¿Es que no entendía que lo hacía por su bien?
—Se que no es así. Se que tú también te preocupas por mi. Se que quieres mantenerme al margen de todo, pero no puedes. Estoy metido en esto al igual que tú.

"..."

—Por mucho que me consideres débil, no lo soy, no soy un cobarde, solo quiero sobrevivir.

"No pienso que eres débil. ¿Tu que crees que siento por ti?"

El platinado la miró curioso. No dijo nada pues no tenía idea de que pensaba ella sobre el, seguramente que era un pringado más. Vamos, ¿quien podría competir con ella? Era la mujer más increíble que había llegado a conocer.

"Te quiero. Te quiero tanto que no podría vivir sabiendo que no he podido hacer nada para protegerte. Te quiero tanto que no te quiero, te amo, desde hace mucho. Te amo tanto que no sabia que te amaba porque me haces falta. No podria aguantar verte sufrir. No me lo perdonaria nunca."

—Finite incantatem.

Fue un alivio poder moverse de nuevo. Leah agradecia volver a sentir las piernas y brazos. No era nada como no poder moverte.
—Dime que no es una broma.

—¿Por que iba a serlo? Estoy cansada de ocultar lo que siento.

Y de pronto solo eran ellos dos, solos de nuevo, con todo en juego. Leah no paraba de buscar su mirada mientras que Draco solo queria besarla.

No hacian falta palabras. Una mirada valia mucho más, y al ver que era correspondida, la chica no hi o mas que acercarse y tornarle la mano sintiendo el calor que exprendian ambos.

—Tengo miedo Leah.
—Yo tambien.

Al encontrar ambas miradas, frente a frente, los nervios se habian convertido en un latir. La chica se acercó mas y el platinado pudo distinguir una pequeña sonrisa saliendo por la comisura de los labios de esta.

Leah con cuidado, acarició su cara, provocando que este cerrara sus ojos, mientras pasaba con delicadeza su mano por la cintura de esta.

Finalmente, ambos se juntaron, uniendo sus labios en un profundo beso correspondido. Siendo un beso tierno a la vez, apenas un roze, con movimientos lentos y una pura suavidad liviana.

A los instantes, el platinado cambió de ritmo llevandolo al compás de las caricias que le daba a la chica. Pronto se convirtió en algo mas agitado, mas desesperado e intenso.

La chica jugaba con el cabells de este desordenandolo y a continuación empezó a basar hasta el cuello dejado besos mojados, calentando mas el ambiente.

No podian separarse eran dos imanes atraidos por tanta fuerza que nadie los podria separar.
—Draco...

El platinado la tomó por los muslos y la alzó, sentandola en una de las encimeras siguiendo con ese beso. Ese beso tan esperado.

Ese beso que abria sus caminos, ambos se sentian entregados al otro. Las piernas envolviendo el calido cuerpo del chico, la fricción de ambos, era demasiada estimulación.

Ningun problema era visible, solo ellos dos en un beso profundo. No habia revalidad ni orgullo. No habian enemigos ni nadie a quien servir. Se sentian llibres y completos estando junto al otro.

—Pase lo que pase, estamos juntos en esto. No voy a dejarte ir. No de nuevo.

you're my story (Draco Malfoy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora