you're my story (Draco Malfoy)

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Era de noche y como otras veces, Leah no conseguía dormir.

Miró las camas de Daphne y Pansy las cuales estaban dormidas y decidió salir. Era todo oscuro y a veces olvidaba que era prefecta.

Al salir de su sala común, decidió dar una vuelta por el castillo mientras pensaba algo.
—Harry... siento molestarte a estas horas, pero debo hablar contigo.

Eso sin duda era raro. La chica se escondió como pudo mientras escuchaba la conversación entre su hermano y el anciano.
—¿Sobre que profesor?

—Tu hermana, Leah.

La chica sintió como se le erizaba la piel con escuchar su nombre salir de la boca de Dumbledore. Siempre había sospechado de él.
—¿Mi hermana?

—Son tiempos complicados Harry... y me temo que Leah ha cambiado.
—No entiendo señor.

—Siento tener que decírtelo así Harry, pero Leah, no es la chica que yo pensaba que sería. He estado observándola desde hace tiempo, y siento que la oscuridad la ha corrompido.

—Cuando dice oscuridad... ¿se refiere a Voldemort?
—Así es Harry. Leah ha tomando decisiones y no las mejores. Temo que se haga más fuerte.

—¿De que está hablando? Leah se ha pasado las vacaciones con sus amigos.
—Hermione te ha contado eso, hm... bueno, siento decirte que no ha sido así.

—¿Qué?
—Leah ha estado en la mansion Malfoy, preparándose para iniciarse. Preparándose para matarme.

No podía creerlo. Leah empezó a temblar y a retroceder en cuando oyó aquello. ¿Cómo había sido descubierta? ¿Por qué se lo contaba a su hermano?

—No... ella no haría eso.
—¿Estás seguro de eso Harry?

No podía escuchar más. Al querer irse, pisó mal haciendo ruido, notándose, por Harry y Dumbledore el cual sabía perfectamente que ella estaba ahí.

El azabache no dudó en empezar a seguirla y Leah no dudó en correr hacia el bosque ya que ahí podría despistarlo.
—¡No te vayas! ¡Cobarde!

La Slytherin corría como podía intentando escapar de su hermano. Se escondió detrás de un arbusto. Estaba nerviosa, si. Tenía miedo. Tenía mucho miedo.

Su respiración, agitada, rápida, cada vez era más irregular, haciendo que cierto platinado se despertara de golpe, sudado, con un mal presentimiento.
—Leah.

—¡¿Es verdad?! ¡Dime Leah! ¿¡Es verdad que planeas matar a Dumbledore!?— gritaba Harry mientras se acercaba a la chica.

No había escapatoria. La Slytherin salió de detrás del árbol y miró a su hermano.
—Vete Harry.

El azabache, con rabia y confusión apuntó a su hermana directamente.
—Así que es verdad. ¿Cómo puedes mirarte al espejo? ¿Como piensas que vas a ser capaz de hacerlo?
—No me vas a creer de todos modos, ¿para qué contarte? Ya soy la mala para ti.

—Unirte a los mortifagos.— dijo sin poder creérselo, guardándose su varita en un bolsillo de su pantalón.— ¿Estás loca?
—No es lo que tú crees. Dumbledore te tiene manipulado... déjame...