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Era por la mañana. El trío de oro como de costumbre se encontraba desayunando en el gran comedor.
—¿Que tienes? ¿Tu periodo?— preguntó el pelirrojo mirando a la castaña la cual lo miró mal.

—A veces me pregunto por qué sigo siendo tu amiga.— dijo está volviendo a leer el libro que tenía entre manos.
—No es mi culpa que estes insoportable. Llevas molesta desde que te dije que hoy saldría con alguien.

—No es cierto, siempre estoy así, pero eres tan idiota que no te das cuenta.

Ron rodó los ojos y cansado del comportamiento de la castaña, se levantó molesto para salir del comedor sin avisar a nadie.

Harry removía la leche con cereales que desayunaba. Cuando miró la puerta, sus facciones cambiaron por completo al ver entrar a cierto platinado. Como lo odiaba.

Draco se sentó con sigilo en su mesa, al lado de Daphne la cual leía la carta que le había llegado de su madre.
—Buenos días.— murmuró este sin ánimo.

—Buenos para mi... te ves horrible.— comentó la rubia mirándolo.— ¿Has dormido acaso?
—Ni un minuto.

El platinado suspiró pesadamente y sintió que lo vigilaban. Levantó la mirada encontrándose con el azabache el cual no le quitaba los ojos. Parecía psicopata.
—Tienes que estar de broma...— murmuró para si mismo, apartando la mirada de este.

—Si, Potter no te quita el ojo de encima. ¿Que has hecho ahora?
—Nada. ¿Por qué tendría que hacer algo?— siguió diciendo este con algo de molestia.

La rubia suspiró y una sonrisa se esbozó en sus labios, llamando la atención del chico.
—Que.

—Nada...

En aquel instante, Leah, junto con Blaise llegaron, tomando asiento delante de los rubios.
—Algo me dice que nadie está de humor.— dijo el moreno mirando a ambos.

—¿Y quien lo está? El lunes tenemos un ensayo que entregar de pociones, y me da que como a Snape no se lo coma un dragón o tenga diarrea infernal, vendrá a clase. De todos modos... hoy es sábado, quiero tener un respiro.

Draco miró a la chica, sabía que hablaba de él.
—Primero deberías hacer tus obligaciones y ser responsable.— dijo sutilmente.

La chica lo miró desafiante.
—Si, pero esta bien desconectar de vez en cuando, ¿no es así?
—No.

—¿Y quien lo dice?
—Yo lo digo.

—Bien.— terminó la conversación ella.— Quédate con tus estupidas obligaciones y mátate intentando hacer esas responsabilidades de las que tanto te preocupan. Yo me voy.

Daphne sonrió orgullosa por tener siempre la razón. Estaba más que claro que Harry Potter estaba celoso de Draco por su hermana. Era algo demasiado obvio, ¿verdad?

Mientras, el platinado pensaba en que volvía a fastidiar todo y se alejaba más de ella. Suspiró sin ningún tipo de energía y negó para si mismo.
—Bueno, me temo que nada cambiará con vosotros dos.

—¿A que te refieres?— preguntó el chico haciendo que Blaise rodará los ojos.
—Vosotros, hablo de vosotros, ¿no podéis dejar la tontería y ser amigos, o novios, o compañeros, o lo que queráis pero sin discutir?

Al escuchar aquello, Draco también se levantó con algo de brusquedad.
—Vete a la mierda Zabini.

—Tu estás en la mierda amigo. Buen día.— se burló este ganándose un empujón amistoso del platinado antes de marcharse de ahí.

Era fin de semana por lo que tenía todo el tiempo del mundo para arreglar el dichoso armario. De camino a la sala de los menesteres, se cruzó con Pansy.
—Malfoy, ¿que te cuentas?

—No mucho, tengo prisa.— balbuceó este haciendo sonreír a la peli negra.
—Uh, ya veo...

La palabras tan emocionadas de su amiga hicieron que la curiosidad entrara en el cuerpo de Draco, la miró extrañada esperando una respuesta.
—Tienes prisa, lo entiendo, vas a ir con Leah a Hogsmeadge, ¡tendréis una cita! Aunque yo si fuera tu, me arreglaría un poco...

—¿Qué? ¿De que estás hablando?
—Si... no te ofenda, maquíllate esas ojeras y peínate un poco.

El platinado entrecerró los ojos con cierta rabia, no por los cometarios de Pansy, sino por la supuesta cita que iba a tener con Leah.
—Con quien.

—¿Con quien que?— preguntó esta.
—¿Con quien va a Hogsmeadge?

La peli negra abrió los ojos dándose cuenta de que la había cagado. Negó y se encogió de hombros.
—Nadie, me habré equivocado, ¿sabes que? Me tengo que ir.
—Parkinson.— dijo este tomándola del brazo.— Te juro que como no me digas con quien tiene esa dichosa cita voy a matarlo una vez lo encuentre.

—¿Si lo supiera, por qué debería decírtelo a ti? Estás celoso, lo entiendo, pero...
—Pero nada, dime quien es, ahora.

En ningún momento Draco había negado que tenía celos. Sabía perfectamente que su niño interior lo haría, pero este Draco no. No quería seguir fingiendo lo que sentía, que pereza.

Cuando se había informado, el platinado no dudó en tomar su chaqueta e irse camino Hogsmeadge, no sin antes coger un frasco con un líquido de lo más especial.

Camino allí, pensaba si era buena idea hacer lo que tenía en mente. Era una decisión bastante difícil ya que aquello no era un simple juego.

Después los celos y rabia que contenía lo consumían por completo. Por ella merecía la pena.

Entró rápidamente a las tres escobas, encontrándose a Leah hablando tranquilamente con aquel chico. ¿Tan bajo había caído como para espiarla?
—Por favor Malfoy... que estás haciendo...

Después de pensarlo unos segundos, decidió tomar asiento y pedir algo para beber. Mientras, no le quitaba ojo de encima a la Slytherin.

Estaba molesto. Si. Nunca había admitido pero era una persona demasiada celosa como para ver a la chica que lo traía loco hablar con otro que no fuera él.

Alguien como Ron Weasley. Ni pensarlo.

—A la mierda.— dijo al terminarse el trago decidido en recrear su plan.

¿Que mierda hacían Leah y Ron Weasley hablando como si fueran amigos de toda la vida? ¿Por qué le transmitía mucha inseguridad? ¿Por qué estaba celoso? ¿Por que este le sonreía con cara de bobo a la chica?

Por alguna razón, la Slytherin no podía evitar mirar de reojo al platinado pensando que carajos hacia allí.

Sabía que algo ocurría. Podía ser parte de su plan para montar el armario, o algún tipo de distracción, o incluso a lo mejor quería pedirle su ayuda.

Que tonta, pensó. Draco Malfoy nunca le pediría ayuda a alguien, menos a ella.

you're my story (Draco Malfoy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora