you're my story (Draco Malfoy)

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Leah se había levantado más temprano de lo normal para llegar puntual a la primera clase del día. No quería darle una mala impresión a Dolores Umbridge.

—Pero quien tenemos aquí, si es Leah Potter. Damas y caballeros.— dijo una voz conocida haciéndola sonreír.
—Buenos días Fred.— dijo ella mirándolo de reojo.— ¿Puedo preguntar que haces despierto? Las clases empiezan dentro de... una hora.

Los dos entraron hablando animadamente al comedor, ganándose miradas de por ejemplo Theo y Draco los cuales se encontraban desayunando tranquilamente.

Fue una sorpresa cuando se sentaron alejados de todo el mundo y siguieron como si no pasara absolutamente nada.
—¿De que crees que hablen?— preguntó el castaño a lo que el platinado quien removía su café se encogió de hombros.

—"Oh Fred eres tan divertido que me casaría contigo y tendría tus hijos"— imitó de mala manera a la chica haciendo reír a Theo.
—Si, y él está como "oh nena, entiendo tu punto, pero soy Weasley, nos reproduciremos como comadrejas que somos."

Draco sonrió mientras se fijaba en la chica por lo que había dicho su amigo. Luego de eso, se fijó mejor en la chica quedándose embobado viéndola hablar con el pelirrojo.
—Ey, ¿desde cuando se interesa tanto en ella? Entiendo que sea amiga de George... ¿pero Fred?— murmuró de repente.

—Wow, yo... no sabría decir cual es cual.— mencionó el castaño también fijándose en ellos.
—Si... George no la trataría de esa manera, está claro que es Fred.— dijo intentando restarle importancia.

—Bueno, dado que ella y Harry han pasado todo el verano con los Weasley... no me sorprendería que hayan hablado más.— explicó Theo de manera inocente.
—¿Como sabes eso?— preguntó Draco.

—Bueno, quería invitarla a mi casa, la abuela se ha encariñado con ella... pero Leah dijo que no podía, que su padrino no le dejaba.— explicó mientras recogía sus cosas.
—Entiendo... ¿donde vas?— le preguntó confundido.

—Oh. Quería ir a clase para ir preparando todo. Me han dicho que la nueva profesora es muy mala explicando, voy a tener que prestar mucha atención. ¿Vienes?— le preguntó el castaño a lo que este asintió.

Antes de irse, Peregrin Derrick, uno de los golpeadores de Slytherin se acercó al platinado.
—Um... Theo, ve tirando tu, yo ahora voy.— dijo el chico mientras iba con el chico.

—Buenos días Malfoy, ¿listo para darle la noticia?— preguntó el chico a lo que este asintió.— ¿Pero... porque querrías hacer eso?
—Porque todo Slytherin me lo agradecerá.— respondió el chico con pesadez.— Además, tengo demasiadas responsabilidades.

Peregrin alzó sus manos en forma de rendición y fueron donde se encontraba la chica sentada.
—Leah, ¿podemos hablar?— le preguntó el azabache a lo que la chica asintió.
—Nos vemos después Fred.— balbuceó para ir a un sitio más privado con los dos Slytherins.— ¿Que ocurre?

Peregrin se cruzó de brazos y miró a Draco ya que creía conveniente que este se lo comunicara.
—Bueno, tú me hiciste el favor en segundo año, yo te lo hago ahora. Renuncio a la plaza de buscador. Es toda tuya.— dijo con simpleza.

—¿Qué? ¿Por qué?
—Solo tómala, ¿si?

—No si tu no juegas. Malfoy, se lo importante que es para tu padre que juegues.— murmuró la chica ahora mirando al golpeador.— Ya que Flint no está, que Draco se quede el puesto de cazador. Él es bueno.
—Pero...

—Es el único trato justo que hago. Si él no juega... yo no acepto.— mencionó decidida.— Tengo que ir a clase, y tú también deberías.

Draco, en shock por lo directa que había sido Leah miró a Peregrin quien estaba también sorprendido.
—Bueno, ya la has oído. No tenemos cazador y sinceramente me da pereza hacer nuevos fichajes. ¿Estás dentro o no?

El platinado asintió como pudo y recogió sus cosas pensando aún en lo que había dicho anteriormente ella.

¿Por qué le daba tantas señales mixtas? ¿Seguía enfadada con él o no? Era muy confuso y no había quien entendiera la actitud de la chica.

Al entrar en la clase de DCAO se sentó junto con Theo en silencio y se puso a pensar sobre el tema, ignorando lo que le explicaba el castaño.

Leah por otro lado, sentada justo delante de sus amigos, pensaba en cómo ser amiga de Dolores. Por la actitud que había mostrado, la chica dedujo que sería más fácil si le hacía la pelota.

Sería la típica niña irritante de clase a la que todos los profesores adoran porque va detrás de ellos.
—Que asco me voy a dar.— murmuró para si misma mientras la veía introducir la clase.

Durante toda la hora que estuvo explicando, la Slytherin estuvo analizando sus movimientos y gustos. Vio que chicos le caía mal y también se fijó en que su hermano era un blanco de castigos. ¿Por qué?

Fácil, el azabache no creía que sus métodos de enseñar fueran los mejores.
—La clase ha terminado.— dijo esta finalmente yéndose de allí con la cabeza bien alta y orgullosa.

Esa era la suya.
—¡Profesora Umbridge, espere!— dijo está siguiéndola por los pasillos.

Dolores miró a la chica y esperó a que ella hablara. No parecía disgustada, más bien sorprendida.
—Le quería decir que es una inspiración, realmente... me ha gustado mucho la clase. ¿Podría saber si puedo hacer algún trabajo extra sobre el tema? Me gustaría implicarme más.— mencionó ella.

La profesora sonrió.
—Desde luego se nota quien es el futuro de la familia, me alegra saber que no es en absoluto como tu hermano. Si usted desea... puede hacer un ensayo sobre la importancia de la precaución al usar la magia.

—Gracias profesora. Que tenga un buen día.— se despidió ella son una sonrisa encantadora.

Cuando Umbridge despareció por los pasillos, Leah rodó los ojos cansada y bufó.
—¿Que diablos ha sido eso? ¿Desde cuando le comes el culo a una profesora que no sea McGonagall?— preguntó por detrás de ella Pansy.

La chica se encogió de hombros.
—Quiero buena nota en los TIMO's, vamos, no es tan difícil de entender. Si tengo que estar detrás de ella un año, lo haré.

Las dos chicas pasaron el día aburridas las clases hasta llegar a la cena donde se encontraron con sus amigos.
—Quiero que se acabe el curso, y eso que acaba de empezar.— dijo Blaise exhausto.

—Pues prepárate para los exámenes finales. Te vas a cagar vivo.— dijo Theo burlándose de él.
—No si estudias.— intentó animarlo Daphne.— No seamos negativos. Si pensamos mal vamos a atraer la energía negativa.

Leah escuchaba la conversación sin meterse mucho, cuando de repente sintió que alguien la llamaba. Al girarse, le tiraron una nota.

"Tenemos que hablar hermano a hermano, urgente. Sal fuera por favor."