72

2.9K 369 99
                                    

⚜️⚜️⚜️⚜️⚜️

—Gracias director por hacer una introducción al nuevo curso... me presento ante vosotros, mi nombre es Dolores Umbridge, y seré vuestra nueva profesora contra las artes oscuras.

A Leah en ese momento la cual se encontraba durmiéndose casi en el banquete, se le resbaló la mano golpeándose de pleno con la mesa asustando a los chicos que estaban a su lado. Incluyendo a Draco.

No le preguntó que hacía o si estaba bien, solo se la quedó mirando, intentando no reír de la situación.
—No me jodas...— murmuró ella ignorando al chico y viendo la nueva profesora.

Pensaba en las palabras de Sirius y no sabía que hacer. Con solo ver cómo vestía la señora, sabía que sería muy complicado ser su amiga.
—Espero que seamos grandes amigos.— siguió diciendo esta.

Ya muchos empezaban a odiarla y eso que no había pasado ni un día. Sin duda sería una tortura.
—¿Cuando nos podremos ir a dormir? Tengo sueño.— murmuró la chica esperando a que alguien le contestara.

—Te recuerdo que tenemos que llevar a los de primer año a la sala común, y enseñarles lo básico.— le dijo el platinado ahora sacándola del trance.
—Claro que lo sabía.— mintió ella rodando los ojos.— Solo... bromeaba.

Y una vez terminada, ambos Slytherins se despidieron con la mirada de sus amigos para ir con los de primer año.
—Slytherins de primer año, por favor, seguirnos.— mencionó el platinado algo cansado.

Una vez Leah contó que estaban todos, empezaron a caminar en dirección a las mazmorras.
—No recuerdo que fuéramos tan pequeños.— dijo de repente ella.

Draco solo la miró de reojo recordado sus primeros días en Hogwarts.
—¿Crees que son novios?

—No fastidies, son Leah Potter y Draco Malfoy... wow.

—¿Leah Potter? ¿La campeona del torneo de los tres magos? Que suerte tiene Draco...

—¿Que hablas? He oído que Draco Malfoy es de los chicos más guapos de Hogwarts.

—Hacen la pareja perfecta.

El platinado negaba con la cabeza intentando no sonreír mientras que Leah se rascaba la cabeza algo nerviosa por los comentarios de aquellos niños.

Una vez en la sala común, ambos prefectos les enseñaron la contraseña a los niños y les explicaron por encima los horarios y donde se encontraban las clases.
—¿Alguna pregunta más?— dijo la chica algo cansada.

Una niña en la multitud levantó la mano.
—¿Cuanto tiempo lleváis saliendo?— preguntó sin más haciendo que tanto Draco como la chica se miraran algo incomodos.

—Si, queremos saber que pensaron todos, es decir, un Malfoy sangre pura... nunca pensamos que saldría con una Potter.— comentaron otros niños.
—Claro que no...— murmuró Leah para ella de manera sarcástica.

Al escuchar aquello, Draco la miró alzando una ceja. ¿A que venía eso?
—Cuando decimos si tenéis algunas preguntas, nos referimos a tema Hogwarts.— cortó a los niños finalmente la chica.

—¿Como es que fuiste con Fred Weasley al baile de Navidad? ¿No se supone que Gryffindor y Slytherin son enemigos?— volvieron a preguntar.

—Por Salazar, son más cotillas que Blaise.— se quejó Draco apoyándose en una pared. Al hacer ese gesto, vio como las niñas pequeñas se emocionaban a saber por qué. Al sentirse vigilado por todas las chicas, volvió a su posición inicial.

—Vale, vale, si fui con Fred y no. No debería haber rivalidad entre Gryffindor y Slytherin.— contestó la chica.
—Habló la chica que les rompe el culo a los leones en quidditch, tenéis que verla jugar.— comentó el platinado de manera burlona.

—Lenguaje, hay niños.
—Mira que eres aburrida.

—Oye, no ayudas, ¿sabías?— le soltó ella mirándolo con seriedad. El platinado por otro lado solo sonrió hacia los niños.
—No hay rivalidad entre nosotros y Gryffindor, está más que claro que somos mejores, así que no se os ocurra perder puntos.

—Vale, genial. Gran consejo.
—Lo sé, soy genial.

—Cállate.
—Ya te gustaría.

Los niños miraban a ambos con cierta gracia. Verlos discutir era una de las cosas más entretenidas para los de primer año.
—Los que se pelean se desean...— murmuraban las niñas emocionadas.

—Okey, ¿sabéis que? Es suficiente por hoy, debéis ir inmediatamente a vuestras camas, a menos que queréis que llamemos a Snape para que se ocupe de vosotros.— dijo Leah asustando a los niños quienes obedecieron de seguida.

Todos entraron a la sala común y cuando hubo una separación entre las niñas y niños, Draco miró a la chica.
—No se te da nada mal esto de niñera.— mencionó a lo que ella se encogió de hombros.

—Tengo mis recursos, buenas noches Malfoy, descansa.— dijo esta antes de desaparecer por completo dejando a Draco con los niños.

—De grande quiero ser como tú.— dijo de repente un niño llamando la atención del platinado.
—No, no quieres, créeme.

—Si, así podré tener una novia tan bonita como Leah. Tienes tanta suerte...— mencionó este junto con otro grupo de chicos.
—Que no es mi novia. ¿Por qué decís eso?— preguntó confundido.

Los niños rieron y algo tímidos hablaron.
—Blaise Zabini nos ha dicho que erais novios. Nos ha dado cinco galones a todos por molestaros con eso.— dijo uno antes de salir corriendo junto con los otros a sus respectivas habitaciones.

Draco, ahora solo en el pasillo, con la boca abierta de la impresión. Ofendido, se dirigió a su habitación para cerrar la puerta de golpe.
—¿¡Pero tú eres idiota!?

El moreno lo apuntaba con su varita en forma de protección.
—Antes de que digas nada y me arranques la cabeza, ¿como ha ido?

—¿Pero tu eres tonto? ¿Por qué lo has hecho?— preguntaba el platinado mientras se ponía su pijama aún ofendido.
—En mi defensa, ha sido idea de Daphne.— dijo el moreno aún asustado de la reacción de su amigo.

"¡Daphne Greengrass! ¡Vayas al baño o a donde se te cante no hará salvarte señorita!"

Tanto Theo como Draco y Blaise se miraron entre sí sin decir palabra. El castaño que leía dejó su libro en su escritorio.
—Bueno, piensa en el lado positivo, Leah ha hablado de ti, lo que significa no todo está perdido.

—Malditos niños chismosos y traicioneros... ¡no se puede confiar en nadie estos días!— se quejó el moreno estirándose en su cama.

—Oh cállate.— se quejó Draco también estirándose en su cama.— Ha sido lo más incomodo que te puedes haber imaginado.
—¿En serio?

No. El platinado agradecía a todo el universo de que aquello hubiera pasado. Había sido un paso más para volver a estar como antes, pues la chica no había mostrado signos de estar muy enfadada, al contrario.
—Si, no lo hagas más.

En el idioma de Draco, "por favor, vuelve a hacerlo" claro que nunca lo admitiría. Debía guardar su imagen.

you're my story (Draco Malfoy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora