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¿Que iba a entender Draco? La chica pensaba que su plan no sería bien recibido por el platinado, a parte, que Voldemort podría torturarlo. Mejor dejarlo alejado de aquel tema.

Leah se dirigía hacia la madriguera con intención de avisar a todos del malévolo plan del señor tenebroso. Si conseguía que se escondieran o que al menos estuvieran alerta... estaría un poco más tranquila.

Sabía perfectamente que Voldemort iba a destruir el hogar de los Weasley que también era el lugar de reunión de la Orden.

La chica tomó valor y llamó a la puerta algo avergonzada. No sabia si sería bien recibida después de todo lo que había sucedido. Al abrir la puerta, se encontró con Molly.
—¿Leah?— preguntó está llevando sus manos a la boca intentando aguantar la emoción.

—Yo... no se que decir.— se apresuró en responder ella pues no sabia ni por donde empezar.
—Leah... has, creído un montón. Has cambiado mucho.— la saludó Arthur colocándose al lado de su mujer.

—Demasiado al parecer. ¿Que haces aquí?— preguntó la voz de Ron saliendo de la cocina.— ¿A que has venido?

La chica hizo el intento de pasar no obstante el pelirrojo no la dejó.
—No eres bienvenida aquí. Lo sabes. ¿No te da vergüenza presentarte así como si nada?

Tenía razón. Esta vez, Ron tenía razón y la chica lo entendía. Le hubiera gustado explicar todo el plan que lleva procesando desde muy pequeña. Pero no podía.
—Si, no debo estar aquí ahora mismo, sólo quiero advertiros.

—¿Nos amenazas? ¿En serio?— preguntó más alterado este ª punto de cerrar la puerta.
—¡No! Dejadme explicar, por favor, es algo muy malo y no quiero que nadie salga herido. Por favor.

—¿Algo malo? No entiendo...— empezó a balbucear Arthur muy nervioso.
—Si, es sobre Voldemort. Por favor...

—Dime algo antes.— la interrumpió Ron muy enfadado.— ¿Mataste a Dumbledore?

Leah no sentía ni pizca de pena por ese anciano. No se arrepentía ni mucho menos.
—Si, y lo volvería a hacer.

—Suficiente, quiero que te vayas ahora, antes que llamemos a los aurores y te arresten por asesinato.— murmuro este caso empujándola y cerrando la puerta.

La chica se apegó a esta y volvió a llamar ahora desesperada.
—¡Ron, por favor! ¡Tenéis que esconderos e iros de aquí! Voldemort... tiene un plan, quiere a Harry y quiere mataros, a todos. Por favor tienes que creerme.— decía mientras trataba de que la escuchasen.— Molly por favor...

Ninguno de los pelirrojos contestaba. Estaba claro que la confianza estaba más que perdida. ¿Quien iba a confiar en una asesina?
—No tenéis motivos para creerme, pero yo tampoco para venir aquí... así que, al menos pensar en lo que he dicho. No perdería el tiempo con esto si no fuera importante.

El silencio seguía en la casa, y finalmente la chica decidió marcharse, no obstante, aún le quedaba un sitio donde ir. A lo mejor y con suerte... ellos la escucharían.

Estaba decidida en hablar con Fred y George hasta que se paró en frente de su tienda y tragó hondo. Si Ron había reaccionado así... ¿como se lo tomarian los gemelos?

Leah pensaba en como hablar con estona pero una mano se le adelantó arrastrandola hacia un callejon oscuro con algo de brusquedad.
—¿Que crees que haces aquí?

La chica miró a George i no evitó derramar lagrimas que habia estado acumulando durante tiempo.
—Lo siento mucho George.— dijo mientras se limpiaba con la manga.— Soy una persona horrible y ahora mismo no tengo a nadie. Estoy sola y estoy muy cansada de todo esto, solo quiero volver a aquellos tiempos cuando solo nos importaba si nos gustaba alguien.

Casi se atragantaba las palabras del coraje y de todo lo que pensaba. No dejaba de llorar y de sincerarse, haciendo que el pelirrojo el cual la escuchaba sintiera mucha pena por ella.

Era solo una adolescente.
—Ven aquí.— dijo este abriendo sus brazos, con intencion de abrazarla para calmarla y tranquilizar todas aquella emociones explosivas durante un rato al menos.— Por muy loco que suene, no estoy enfadado contigo.

Escuchar aquellas palabras la hacia sentir peor. ¿Habia alguien mas buebo i bondadoso que George Weasley? Leah podia afirmar que no.
—Ahora, ¿puede sdecirme que te tiene tan preocupada?

—Es, tu familia. George, Voldemort quiere matsros y destruir la madriguera para herir a Harry. No deberia estar diciendo esto pero es verdad. Tienes que creerme y tienes que protegerlos a todos.

El pelirrojo se tensó mientras la chica explicaba. Habia algo que no cuadraba en todo aquello.
—¿Por que estàs con ellos? Esta mas que claro que no piensas como los mortifagos, ¿por que no nos ayudas a derrotar a Voldemort? Te necesitamos Leah.

¿Como decirle que si estaba de su parte? ¿Como explicarle todo lo que estaba sufriendo por culpa de toda esa mierda? Como contarle que estaba aterrorizada por si les pasara algo a sus seres queridos. No podia.

—¿Que haces hablando con ella?

Tanto George como Leah miraron a Fred el cual muy enfadado se acercaba a ellos. La chica por otro lado miró a su gemelo con cierta tristeza.
—Confio en ti, adiós Georgie.

—No... ¡Espera!— gritó este, no obstante, la chica ya habia desaparecido Merlin sabe como.— Geinal Fred, la has asustado.

Un humo verde apareció entonces en la mansión Malfoy. Leah habia llegado.
—¿Donde has estado?— preguntó la tranquila voz de Narcisa llegando a su lado.— Sabes que es peligroso...

—Lo se. Pero debia hacer algo mas importante. Lo siento.— murmuró ella mientras se quitaba la chaqueta.— ¿Sabes donde esta Draco? Es urgente, necesito hablar con él.

—¿Va todo bien entre vosotros? Os he visto distantes.— preguntó mientras le acariciaba cuidadosamente el cabello.
—Si, hemos estado separados, por culpa mia.— dijo esta.

La mujer suspiró dejando que la chica hablara con ella con confianza.
—Estan pasando tantas cosas malas, y estoy metida en asuntos que podrian matarme.— dijo mientras se fregaba la cara con las manos.— No quiero involucrarlo y que le hagan daño por culpa mia.

—¿Por que no se lo explicas?
—Porque es tan cabezota que le daria igual.

Narcisa sonrió.
—Aun recuerdo cuando Draco me explicó su primera aventura en su primer año... contigo. Estaba emocionado por ser parte de algo. Que lo incluyeras y que confiaras en él.

—Eramos niños... no sabiamos en que nos metiamos.— dijo Leah.— No volveria a meter las narizes de nuevo si se que este ha sido el resultado.

Leah empezó a subir las escaleras de la mansión, no sin antes parar y mirar a la mujer.
—Aunque, todos sabemos que si tuviera que volver a hacerlo por Draco, no me lo pensaría dos veces. Él es importante para mi.

—No dudaba en eso querida.— dijo esta antes de ver a la chica desaparecer. Al pasar unos segundos después de su ida, Narcisa miró a Draco el cual se encontraba escondido detrás de un armario.

—Madre...— empezó a decir este.
—No hay nada que hablar Draco, ya tienes tu respuesta, ahora ve y habla con ella.

you're my story (Draco Malfoy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora