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Dumbledore anunció las vacaciones de verano con emoción haciendo que todos aplaudieran de alegría al acabar las clases.

Todos menos alguno como por ejemplo Pansy, Daphne, Theo y Blaise. Se miraron entre sí pensando en lo mucho que les esperaría a ellos y a sus amigos si lo que habían escuchado era cierto.

Mientras que a Daphne quien estaba más que devastada la habían comprometido con un hombre mayor que ella, Pansy había recibido la orden de su padre a seguir la línea de familia, al igual que Theo el cual estaba más que asustado.

Blaise por otra parte estaba preocupado por su madre. Su último marido también era mortifago y podía ser bastante agresivo. Le esperaría un verano de lo más movido.

En el lado de los leones, Ron y Ginny estaba más que preocupados por sus hermanos y Harry. Los gemelos se habían ido del colegio y su madre estaba más que enfadada.

Harry el cual no pronunciaba palabra a nadie por la muerte de Sirius. Culpaba a todos y culpaba a su hermana, no sabía cómo afrontar aquello. No sabía si sería capaz de seguir luchando contra Voldemort.

Al igual que Draco. Se había apartado de sus amigos ya que Leah se encontraba con ellos. No podía estar cerca de ella, al menos hasta que el señor tenebroso le diera un castigo por lo incompetente que había sido su padre de fallar en cuanto a conseguir la profecía.

Tenía miedo. Mucho. No podía salvar a su madre, ¿y si la torturaban? No se lo perdonaría nunca. Aunque no fuera su culpa.

Leah quien lo miraba de reojo, pensaba mientras en maneras de poder ganarse la confianza de los mortifagos sin que la mataran.

Exacto. La chica había tomado una decisión. Sabía que Dumbledore no era de confiar, así que iba a descubrir que tramaba. Para eso debía hacer que confiara en ella. Y para que el anciano confiara en ella debía hacerle caso con su plan.

Por Harry, por Sirius, y por todos aquellos que fueron engañados por él. Para Leah no había un bando bueno o malo. Su prioridad era intentar salvarlos a todos sus seres queridos, ¿cómo? Ni idea. Por algún sitio tenía que empezar.

Al acabar la ceremonia, se levantó rápidamente para ir al tren. Debía pensar con claridad y no sabía muy bien cómo comenzar. Lo único que sabía era que debía mentir muy, pero que muy bien.

—Harry, mamá nos ha escrito, bueno... la orden en realidad.— explicaba Ron.— Quiere que Leah y tu vengáis a casa con nosotros.
—Está bien. Si ella no es tan egoísta de pensar solo en sus gustos vendrá, dile tú, yo no pienso hablar con ella.— dijo esté rodando los ojos molesto.

No era justo. Draco escuchaba todas esas conversaciones y pensaba en lo injusto que estaban siendo con la chica. Aún así, no podía hacer nada.

El pelirrojo asintió y fue en su busca con algo de pesadez por los vagones de Slytherin.
—Nott, ¿has visto a Leah?— preguntó el chico de imprevisto.

—¿No está con vosotros? Pensaba que se había ido con su hermano.— explicó el castaño.
—¿Con Harry? Esos dos no se dirigen la palabra, pelea de hermanos.— dijo el pelirrojo encogiéndose de hombros.— Bueno, si la ves, dile que la busco.

—¿Y para que la buscas?— preguntó Pansy.
—No te debería de importar, Parkinson.

Al quedarse los Slytherins solos, se miraron entre sí algo extrañados.
—No se si me preocupa más el hecho de que Ron Weasley la esté buscando o que Leah haya desaparecido.— murmuró la peli negra.

—No habrá desaparecido, estará con otra persona, o sola. Como siempre.— respondió algo distante Daphne.
—¿Desde cuando no te preocupas?— dijo ahora Blaise.

—Desde que también tengo problemas en mi vida y no solo los problemas de Leah son importantes. Me largo.— soltó muy nerviosa la rubia finalmente yéndose. Theo quien no aguantó, fue detrás de la chica.

—Las cosas han cambiado, pero no por eso debemos separarnos como grupo, ¿verdad?— preguntó el moreno.
—Solo míranos, Daphne está estresada por su compromiso, Theo está muerto de miedo por su familia, tu tienes problemas familiares y es muy posible que todos acabemos igual que nuestros padres.— explicó Pansy cruzándose de brazos.

Draco en ese momento se levantó y sin decir a nadie se fue de allí. Blaise no obstante miró a la peli negra y suspiró.
—Por mucho que las cosas hayan cambiado, esos dos siguen igual que cuando eran más niños.

—Estamos hablando de Draco y Leah, como no se confiesen su amor y se casen ya no hay manera de creer en el amor verdadero.— mencionó esta ahora sin evitar sonreír.

—Entonces todos estamos de acuerdo en que Malfoy acaba de salir a buscar a Leah?— preguntó Crabbe ganándose una mirada obvia de todos los presentes.— Ah, okey.

Así era, aquel mal presentimiento que siempre había tenido el chico volvía. Draco sabía que algo malo le estaba sucediendo a Leah, pero no sabía donde estaba.

Mientras caminaba por los pasillos del tren, vio a cierta pelirroja y no tuvo mas remedio que pararla.
—Leah está en peligro, debéis buscarla.
—¿Como sabes eso?— preguntó Ginny. El platinado por otro lado no dijo nada más y siguió buscando a la chica por el tren.

¿Cómo era posible que hubiera desaparecido? Nadie parecía extrañado. Por segundo que pasaba, el platinado se estresaba más.
—Draco.

La voz de Pansy lo asustó por completo, pero hizo centrarse en la realidad. Acababan de llegar. Lo que significaba que Leah no estaba, eso le preocupaba más. Estar todo el verano sin saber de ella.
—Claro.

Junto con Blaise, Pansy y Draco salieron del teen para irse a casa. Vacaciones allí iban. El platinado no tardó en ir a recibir a su madre que lo esperaba en la estación.
—Mamá.— fiji para darle un abrazo sin importarle nasa ni nadie.

—Te he extrañado.— dijo esta con voz cansada, y apagada. Aún así, mostrándose fuerte ante todo. Draco la admiraba tanto...— Antes de ir a casa, hay algo que tenemos que hablar urgente.
—¿Sobre qué?— preguntó este.

Narcisa miró a ambos lados para luego tomar la mano de su hijo y llevarlo a un callejón algo oscuro.
—Tenemos que hablar con Severus. En realidad, tengo. Tu esperarás en otro sitio.
—¿Por qué?

La señora Malfoy paró por completo y pensó si sería buena idea explicarle al chico todo lo que estaba sucediendo.
—Draco, ¿sabes que si el señor tenebroso descubre la profecía, es muy probable que los Potter mueran, y que todos acabemos siendo sus esclavos para siempre? Después del error de tu padre... no se si tendrá piedad con nosotros.

—La profecía está rota, es imposible que pueda recuperarla.— dijo este tranquilizándola no obstante su madre sonrió tristemente.
—No hijo. Hay alguien, que ha visto la profecía completa, hay alguien que si sabe de que trata.

El platinado tragó hondo.
—El señor tenebroso está buscando a esa persona, ¿verdad?

Y de nuevo, Narcisa negó sintiendo más pena aún. Draco no entendía nada, ¿por qué no le decía de una vez que pasaba?

you're my story (Draco Malfoy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora