41.

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Capitulo cuarenta y uno.



Ellen



—Deja.



—Hay que probar.



—Probaste muchas veces.



—Por las dudas.



—Dos veces son por las dudas—acerco el bol mas a mi lado—. Probaste cuatro veces, cinco con esta fallida.



Respiro hondo deteniendo todo cuando siento su presencia antes que sus brazos. No puedo evitar quedar viendo como los brazos de Haniel rodean mi cintura y se instalan en ella, pegándome a su cuerpo. El calor que empieza a emanar llega a mi espalda y solo quiero suspirar.



—Puedo probar otras cosas y saldré ganando—quiero saltar una risa que queda a mitad de camino cuando la humedad cae en mi piel, creo que tiemblo sintiendo sus labios en mi cuello.



—Haniel—suspiro su nombre y solo logro que me abrace aun mas fuerte—. Me estas atrasando—mascullo sin moverme.



—Es un buen atraso—argumenta y quiero estar completamente de acuerdo con sus....



—¡Buenas! —me sobresalto y Haniel ni se mueve, levanto mi mirada a la entrada, donde muchos pares de ojos nos ven atentamente—. Se levantaron muy temprano ustedes dos.



Muchas de las presentes sueltan varias risitas mientras se adentran a la cocina, las veo desparramarse por muchos lados mientras empiezan a retirar las cosas que usaran para hacer el desayuno, sé que todas están pendientes a lo que sucede entre nosotros dos, así que guardo silencio más allá de mi saludo dejando que Haniel cuente como nos emprendimos en la tarea de hacer budines para el desayuno.



—¿Budines para comer o budines entre ustedes dos? —capto la pregunta provenir de unos ojos picaros que nos ven con diversión, la mujer que anoche aborde en el pasillo.



—Iris—la advertencia en la voz de Haniel solo hace que sonría mientras sigue llenando la cafetera.



—Anda Haniel, todos ven como te comes a Ellen con los ojos—jadeo deteniendo mi batido volteando a ver a otra de las mujeres.

My Wolf BabiesWhere stories live. Discover now