53.

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Capítulo cincuenta y tres.




Ellen




—Él no quiso arreglar nada—Explica Haniel y todos guardan silencio—. Su posición es que le entreguemos voluntariamente parte de la tierra del sur que colinda con las suyas, las necesita ya que no posee el espacio suficiente para albergar tantas personas—suspira antes de mirar a todos—. Desde el principio supimos que la manada Allen original era demasiado pequeña para ellos, en su gran mayoría son montañas y poco lugar viable.




—Si le entregamos lo que pide, estaremos anunciando a todos los demás que pueden venir y exigir lo que quieran. Nos comerán vivos— Veo a Patrick retorcer su gesto ante ese pensamiento.




—Nadie dice que le daremos lo que están exigiendo—Calma Leaniel—. Solo que dejaron en claro lo que quieren, cómo lo quieren y para cuándo.




—¿Y es eso o la guerra? ¿Son idiotas? —Masculla Penny revolviendose en los brazos de su pareja—. Aún no logro explicarme cómo carajos planean ganar y salir victoriosos de todo esto. Allen podrá ser nuevo y todo lo que quisiera pero no lo veo suicida.




Todos guardan silencio y por el movimiento veo que a cada segundo llegan más y más personas de toda la manada a escuchar la reunión. Era algo que les competía a todos, estábamos hablando de la posible ruptura de la paz tal y como la conocían en la actualidad. Hablamos de algo que no solo nos incluía a nosotros, sino también a los pequeños y a los que estarían por venir.




—Su intención no es la guerra— Volteo a ver a Haniel casi tan rápido como todos cuando dice esas palabras, un raro malestar se instala en mi apenas noto esos signos que me dicen que nada de lo que dirá le gusta y me gustará.




Aún en la distancia noto enseguida como Leaniel me da una mirada y me tenso, nada de eso significaba algo bueno y lo peor de todo, seguramente era algo relacionado conmigo. Lo único que podría venirme a la mente en algo así sería una posible alianza de los LaCroix con los...




—Su plan es simple, o les damos lo que piden o ellos arruinarán la unión de lazos entre Haniel y Ellen.




—Eso es imposible—Aclaró enseguida, Leaniel se mantiene serio mientras niego.



—Su unión es nueva, frágil y apenas se está asentando. Pasarán días antes de que Ellen empiece a influir y sentir el lazo con todas nuestras hembras. Nuestra manada no es como la LaCroix—Agrega mirándome fijo.— Nuestra unión con la tierra es mucho más fuerte, la necesitamos mucho más que otros. Y tú comenzaste a ser el conector de esa unión y todas nuestras mujeres.

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