47.

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Capitulo cuarenta y siete.



Ellen



Corto con precisión y en silencio más rodajas de pan, todas en la misma medida y con la misma prolijidad. A mi lado las numerosas bandejas de pan están tan llenas como pueden, sin embargo, no dejo de cortar y agregarles aún más. Escucho el murmullo y todos los movimientos de las demás mujeres presentes el dia de hoy en la cocina, en menos de media hora tendríamos que empezar a servir todo en el comedor, que hasta ahora estaba siendo bastante concurrido.



En aproximadamente tres horas llegarían mis hijos para distraerme, pero estaba bastante segura que ni ellos podrían sacarme de la maraña de pensamientos que estaban siendo expandidos por mi mente una y otra vez.



—¿Ellen? —Parpadeo y dejo de ver mi tarea para encontrarme con los ojos curiosos de Anne, detrás de ella mucho del movimiento de todas empieza a tornarse lento mientras todas voltean a verme—. ¿Está todo bien cariño?



Veo en silencio a todas las mujeres que me rodean, después de terminar con el desayuno muchas de ellas se dividirían en diferentes tareas que harían al instante lo que me costaría el indagar sobre el tema que esta volviéndome loca. Lo sobre pienso mucho lo sé, incluso muchas de ellas dejan lo que hacen para verme libremente preocupadas. Necesitaba sacarme esta angustia y solo podía confiar en ellas.



Respiro hondo sabiendo que a unos metros de todas nosotras toda una casa estaba esperando por llenar sus estómagos y emprender camino al nuevo dia.



—Hay algo que me tiene preocupada—Admito dejando de lado mi tarea—. Y la verdad no sé qué pensar al respecto, así que quería saber si después del desayuno podríamos hablar un momento para ver si me pueden ayudar con esto.



El silencio que se extiende después de mis palabras es intimidante, aunque nada de eso se compara con todas las miradas que se dedican unas a otras, Anne voltea a ver a cada una de ellas antes de fijar su mirada en mí.



—Bien muchachas, reunión de hembras, las veo en la sala.



Apenas Anne anuncia eso todas dejan de hacer lo que estaban haciendo estando completamente de acuerdo con su anuncio mientras comienzan a movilizarse.



—No es necesario ahora—Intento calmarlas—. Después de que nos desocupemos podemos hablar del tema, no es importante...



—Es importante—Afirma Anne mientras se me acerca, sus manos en mis hombros me empujan a emprender camino fuera de la cocina en dirección de la sala de hembras.

My Wolf BabiesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora