24.

21.3K 1.2K 230
                                    


Capitulo veinticuatro.



Ellen



—¿Disculpa? —suelto enseguida sin saber que decir.



Noto la leve sonrisa que empieza a formarse en sus labios pero que es rápidamente borrada. Mi curiosidad aumenta cuando se tensa y se sienta más erguido, no era...



—Espero te disculpes por esas palabras—las palabras me hacen ver a la puerta que ahora está abierta mostrando a Dante. Sus ojos no ven siquiera a los niños que acaricia y que están viéndolo en silencio, solo se fijan en el hombre que le da una tentativa sonrisa olvidándose de todo.



—Es de mala educación escuchar conversaciones privadas Lacroix.



—No considero que lo sean cuando una de las personas sabe y siente que lo estoy haciendo—responde dando los pasos certeros hasta pararse detrás de uno de los sofás, sin dejar de ver a su invitado.



—Es tu casa, no puedo impedirte moverte por ella libremente—le da una mirada a la sala—. Sin embargo, si era una conversación importante lo que interrumpiste.



Noto enseguida como el cuerpo de Dante se tensa enseguida, la sorpresa me hace ver la escena de los dos hombres en silencio.



—No dejare que indispongas a Ellen con tus juegos.



—Yo no la veo nada indispuesta—responde enseguida volteando a verme—. La veo demasiado bien—sus palabras son soltadas con normalidad, teñidas de un tono que me hizo removerme.



—Raymond, no juegues con mi...



—No entiendo—declara interrumpiéndolo, Haniel se pone de pie y mira directamente a Dante—. Según entiendo, Ellen es una mujer libre, muy capaz de cuidarse sola y tomar sus decisiones, sabiendo lo que pueden resultar. No tienes porque estar saltando en mi contra por conversar con ella.



—Tu no quieres conversar con ella.



—Tu tampoco—la burla tiñe su voz—. Así que detén tu mierda conmigo. Es una mujer muy capaz de defenderse sola.



—La respetaras por lo que es, mi...


My Wolf BabiesDove le storie prendono vita. Scoprilo ora