My Wolf Babies

54.

Capítulo cincuenta y cuatro.

Ellen

—¿Qué es? ¿Qué sucede? —Mi mirada gira en miles de direcciones a la vez que se escuchan más y más aullidos.

—Nos están atacando—al igual que yo Haniel no deja de voltear a escuchar en diferentes direcciones—. Están en todas partes—murmura por lo bajo y quiero maldecir—. A esta hora la mayoría está en sus casas, debemos volver.

—Reuniré a las mujeres y niños en la gran casa—pienso enseguida—. Haremos que los mayores estén resguardados. 

Haniel frunce su ceño mientras continúa escuchando más y más aullidos. Estoy a punto de llamarlo cuando abandona la atención a todo lo demás y se centra en mi, respiro hondo cuando apresa mi rostro entre sus manos, dejándome verlo.

—Escucha con atención Ellen—pide—. Correrás todo lo que puedas, debes volver al centro, debes llegar con todas las hembras.

—Lo haré—prometo sin dudar.

—Te abriré paso y cuídate tu espalda, en el camino te encontrarás con más de nuestros hombres, ellos cuidarán tu paso hasta llegar con las demás.

—Haniel...

—Debo encontrar a quien lidera esto, no estábamos listos para una invasión tan repentina, debo moverme rápido, pero necesito saber que estarás segura en la gran casa.

—Llegare—prometo—. Me encargaré de todo, tú haz lo tuyo. 

Ambos asentimos a la vez, sabiendo que tanto él como yo teníamos mucho por delante, mucho por seguir. Cierro mis ojos apenas roza nuestros labios suavemente, esto no se veía nada bien. No se sentía nada bien. Le doy una última gran mirada a Haniel antes de que su mano se posé en mi espalda baja y me empuje en dirección para volver. Es la última vez que lo veo, la última vez que miro hacia atrás mientras empiezo a correr, ignorando los aullidos que ahogan todo el bosque, ignorando los ruidos que provienen del cuerpo de Haniel al cambiar.