My Wolf Babies

20.

Capitulo veinte.

Ellen

—¿Entonces iras? —sostengo el recipiente donde Sonia deja todas las verduras que va terminando de pelar, mientras la escucho.

—No tengo muchas opciones—admito.

—Parejas destinadas o no, que me parta un maldito rayo si alguna vez voy a la fiesta de cumpleaños de la hembra de quien fue mi hombre alguna vez—sonrió escuchándola.

—Si no voy, lo verán como un acto de cobardía o hasta irrespetuoso.

—¿Quien? —alza una de sus cejas viéndome—. ¿Ella? Seguro. Pero cualquiera que sume dos más dos correctamente, entendería tu ausencia.

—No puedo evitarla toda la vida—niego—. Menos cuando esta tan cerca.

Dejo el recipiente en la mesa cuando noto que termina y comienzo a cortarlos antes de que ella llegue a acompañarme y ayudar con la tarea. La casa de Sonia estaba tan silenciosa como podía con cuatro niños chismorreando a tres metros de nosotras.

—Dime algo—la volteo a ver, pensativa—. ¿De verdad no te molesta ver a Keira con Dante?

Detengo mi trabajo mientras pienso la respuesta exacta.

—Hace años, habría llorado y sufrido por cada encuentro que ellos tuvieran. Habría saltado sobre ella como salvaje cada vez que me hubiera irrespetado como mujer, porque cuando me uní a él, una parte de mí solo lo quería para mi sola y me negaba a compartirlo. Los celos son una mierda cuando te unes a alguien predestinado—señalo—. Pero, cuando rompimos nuestro vinculo, cuando nos separamos, todo eso se calmo y poco a poco creo que desapareció. Ahora, como vivo con el y lo veo constantemente, a veces esos sentimientos resurgen, por esa razón evito verlos juntos, no ceno ni almuerzo con ellos presentes, no estoy cuando ella esta en la casa ni mucho menos me acerco cuando están juntos.

—Aunque según tú, no siempre podrás evitarla.

—Es cierto—sonrió tristemente—. Pero mientras pueda controlarme, es mejor. Además, ya tuve suficiente de ella en el pasado, no deseo ni tengo ganas de volver a enfrentarla.

—Aunque ahora ganarías—la miro curiosa mientras sonríe—. Se que lo harías.