My Wolf Babies

23.

Capitulo veintitrés.

Ellen

—Demasiado bonita para ser tu hija—un silencio incomodo recorre la sala de estar, libre de todos los que siempre la concurren, la presencia de los trillizos, Dante. Keira y Elena, no eran precisamente una gran bienvenida para el invitado que miraba minuciosamente a Maite.

Quiero reír por la expresión que cubre el rostro de Dante ante las palabras que suelta. A su lado Keira le da una mirada silenciosa y tensa cuando nota como sus puños empiezan a cerrarse. Me remuevo en el sillón tensa sin dejar de ver a Haniel, mis hijos como exhibiciones estaban parados sobre la esa ratona del salón, uno a la par del otro, mientras miran la intensa observación del hombre fornido sobre ellos.

—Aunque hay algo en ella que huele diferente—sigue sin mirar al publico que lo vigila en silencio—. Es mas humana, ¿no?

—Así es—responde Dante cortante.

—Era esperable—lo veo ladear su cabeza a un lado moviendo su cabello de su frente mientras ve a los tres—. Tus genes eran fuertes, para uno, dos con suerte, pero no tanto—sonríe—. Sin embargo, tuvieron suerte y no se parecen tanto a ti.

Quiero sonreír porque miente, podría decir que Maite tenía mucho de mí, pero de igual forma lo tres eran el vivo calco de su padre. En especial Daniel, que se veía exactamente a Dante.

—¿Qué haces aquí Haniel? —la escasa hospitalidad de Dante se esfuma a la pregunta, Haniel saca sus claros ojos con grandes y notables pestañas de mis hijos y mira a Dante con diversión en su rostro.

—Siempre te visito, ¿Recuerdas?

—No en esta época—lo sigue con la mirada mientras vemos como Haniel se deja caer en el sofá individual.

—Tenemos problemas—suelta y mira con curiosidad como los trillizos empiezan a saltar al piso y se encaminan en mi dirección.

—¿Qué problemas? —pregunta enseguida Elena.

—Problemas que incluyen un cachorro en modo alfa—suelta una risita como si dijera algo muy divertido.

—¿Cachorro en modo alfa? —repito sin entender ganándome la mirada de todos—. ¿Qué es?