11.

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Capitulo once.



Ellen



—¡Me ha dejado en evidencia! Delante de todas las hembras con descendencia—ladeo mi cabeza a un lado escuchando los alaridos de fondo—. Fue un insulto directo y exijo una compensación.



—Keira—mis ojos se encuentran con la mirada de Dante mientras escucho a Elena—. Cálmate querida, todo tiene solución.



—Es suficientemente vergonzoso que tenga a Dante viviendo bajo el mismo techo que ella, como para también aguantar sus desplantes.



Dante no pasa por alto el detalle de la sonrisa que intento ocultar con las palabras que escucho. Una de sus cejas sube mirándome, un raro calor empieza a instalarse en mi estomago mientras no dejo de verlo.



—Es cierto, Dante—pierdo su mirada cuando sus ojos van a parar detrás de mí—. Di algo. Nadie tiene permitido creerse mas que otros.



Quiero reír bajo la expresión de aburrimiento que pasa por su rostro al momento en que Elena pide que se meta. Me recuesto cómodamente contra el respaldar de a silla frente a su escritorio mientras espero la próxima sentencia.



—No considero necesaria una compensación—decreta moviendo su mirada, a Kaira supongo—. El insulto fue mas que nada una respuesta a otro.



Un silencio recae sobre todos cuando dice esas palabras. Por primera vez en días quiero saltar por la victoria, la verdad que el haya dicho eso deja mucho que desear.



—¿Y qué? —me sorprende la altanería en la voz de ella—. Alguien de su posición no esta en condiciones de sobrepasarme, en ninguna de las circunstancias.



Los ojos verdes de Dante caen en mi y solo suelto un suspiro.



—Puede que no pueda sobrepasarla—acepto—. Pero ella misma sobrepaso sus límites declarándose la señora de este lugar. Hasta donde sé, no se ha hecho ninguna ceremonia para que ostente ese título—el asiente a mis palabras—. Y por lo que Elena me enseño hace años, ese es un delito mayor al mío, por demás—les recuerdo.



Veo a Dante recostarse sobre su asiento mientras una de sus manos acaricia su barbilla, podía notarlo meramente indiferente, pero eso no evito que vea su mirada brillosa ante mí.

My Wolf BabiesWhere stories live. Discover now