𝑻𝒉𝒆 𝑺𝒆𝒄𝒓𝒆𝒕𝒔 𝑺𝒉𝒆 𝑲𝒆𝒆𝒑𝒔 [ᴛʀᴀᴅᴜᴄᴄɪᴏɴ]

〜Capítulo 79: Almas gemelas

N/A: Lo siento por la espera. Fue difícil encontrar inspiración. Voy a terminar la historia, pero me llevará tiempo. ¡Alerta de FLUFF/PEQUEÑO SMUT! No es realmente un smut, pero están llegando lentamente.

IMPORTANTE N/A al final sobre las actualizaciones de los capítulos!!!!

N/M: En celebración de las 100k lecturas, nuevo capítulo!!

Punto de vista de Belladona:

Me despierto lentamente y me doy cuenta de que he terminado siendo un montón de miembros enredados con Fred una vez más. Siempre terminábamos acurrucados el uno con el otro para estar lo más cerca posible. Es una suerte que existan cosas como hechizos refrescantes, para el verano. Me desenredo lo suficiente como para poder girarme y ver su rostro. Todavía está dormido con la boca ligeramente abierta y puedo escuchar un silbido en el aire que pasa por el pequeño espacio entre sus dientes. Siento que mi boca se estira en una sonrisa. Me inclino más hacia él y estiro mi mano para jugar con su cabello en la nuca. Se relaja un poco y me muevo hasta que puedo acercar mi cara a la suya. Rozo mi nariz contra la suya y lentamente pongo mis labios en los suyos y cuando me alejo todavía está dormido. Sonrío y sigo jugando con su cabello depositando pequeños y suaves besos por toda la parte inferior de su rostro, barbilla y cuello. Le toma unos minutos despertarse y lo hace lentamente. Siento que su brazo se aprieta a mi alrededor y me alejo de la esquina de su barbilla para mirarlo. Observo mientras vacilante abre los ojos. Cuando me ve, sonríe, así que me inclino para besarlo suavemente. Fred sonríe en el beso antes de devolver el beso. Cuando trata de profundizarlo, retrocedo, aunque de mala gana. "Buenos días." Susurro.

"Preciosa mañana." Dice sin dejar de sonreír. Sonrío y me inclino para besarlo una vez más, dejándolo profundizar esta vez. No hemos tenido mucho tiempo a solas donde sabíamos que nadie estaba al acecho y no irrumpiría. Además, no nos gustaba querer ser esa pareja que hacía demasiado PDA pero tampoco podía como heredero de muchas casas importantes. No se me podía ver siendo demasiado cariñosa hasta que me casé, ya que siempre había personas que intentaban regañarme a mí y a cualquier posible hijo que pudiera tener. Así que teníamos que tener cuidado. Un beso aquí y allá está bien, pero nunca podríamos tener un beso demasiado largo con personas en las que no confiamos. Es decir, cualquiera que pueda informar a un reportero. Le había dado instrucciones a la serpiente en la puerta para que no dejara entrar a nadie por la mañana a menos que dijera una determinada palabra clave. Así que finalmente podemos relajarnos aquí sin preocupaciones.

Fred parece haberse despertado un poco más, ya que nos da la vuelta para estar flotando sobre mí mientras lo sostengo más cerca con una mano en su espalda y la otra en su cuello. Una de sus manos está en mi cadera mientras que la otra sostiene mi cabeza en su lugar. Seguimos besándonos por un rato, las manos se pasean, aunque Fred es respetuoso y mantiene sus manos sobre la ropa, aunque frota su mano sobre la piel que se desliza entre mis pantalones y mi blusa. Aprovechó al máximo el hecho de que me pongo pantalones cortos para ir a la cama para subir mi muslo alrededor de su cintura y continuar arrastrando su mano a lo largo de mi muslo. Tiro un poco de su cabello y me besa más fuerte y con más pasión. Sus caderas se mueven hacia abajo y ambos gemimos ante la sensación y se congela. Nos separamos y veo que sus ojos están cerrados. "Mierda." Él susurra.

Muevo mi mano para acariciar su rostro y calmarlo. "¿Qué ocurre?"

"Tenemos que parar o podemos dejarnos llevar." Me dice abriendo los ojos y puedo ver que son más oscuros con sus pupilas muy abiertas. Me siento un poco engreída de que pueda afectarlo tanto.

"Fred, sabrás cuándo parar, estoy segura. Confío en ti." Digo sosteniendo su rostro. "Si quieres, podemos parar, pero confío en que no me presiones ni te detengas cuando te diga." Añado. Él asiente y me besa rápidamente.