Capítulo 70: Apetito

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No puedo evitarlo más. Cuando escuchó a Qin Budai decir esto, Lin Qiushi sintió un escalofrío en lo profundo de sus huesos. La persona que tenía delante tenía sangre fresca en los labios y lo miraba fijamente con un par de ojos silenciosos con venas rojas. La mirada que claramente sofocaba algo levantó una ligera capa de piel de gallina a lo largo de los brazos de Lin Qiushi. Todos los instintos de Lin Qiushi estaban haciendo sonar la alarma: que la persona frente a él era muy, muy peligrosa.

Qin Budai se acercó gradualmente más y más. Sus pasos finalmente se detuvieron ante Lin Qiushi, y lentamente gritó el nombre de Lin Qiushi. Su tono era a la vez empalagoso y frío, enviando señales muy contradictorias.

En ese momento, Lin Qiushi quería darse la vuelta y correr. Pero también sintió que en el instante en que dejara su espalda abierta, sucedería algo completamente fuera de su control. Entonces sofocó por completo ese impulso de escapar y esconderse, y en su lugar dijo: "Qin Budai, ¿estás bien?"

Qin Budai sonrió inquietantemente a Lin Qiushi. "Estoy bien." Probablemente hubiera sido mejor si no hubiera sonreído en absoluto; solo hizo que su expresión pareciera más retorcida.

Justo cuando los dos estaban en un punto muerto, la voz de Chen Fei llegó con cautela desde el exterior de la cocina. "¿Qué están haciendo ustedes dos?"

Chen Fei alcanzó y encendió el interruptor de la luz en la pared. Toda la cocina se iluminó y pudo ver bien la escena que tenía delante.

"Qin Budai, ¿qué estás haciendo?" Su mirada se posó en el trozo de carne que Qin Budai había estado masticando, y en el momento después de hacer esta pregunta, pareció comprender exactamente lo que había hecho Qin Budai. Hubo un breve tirón en su respiración. "¿Acabas de salir por una puerta?"

Qin Budai asintió lentamente.

"¿Hambriento?" Chen Fei sonaba muy tranquilo, como si no viera nada malo en la escena que tenía delante. "Déjame cocinarte algo para comer".

Qin Budai no habló, solo se dio la vuelta y se fue.

Al verlo irse, Chen Fei no lo detuvo, solo suspiró levemente.

"¿Qué pasó en el mundo?" Lin Qiushi no tenía tanta experiencia como Chen Fei y no podía entender qué estaba pasando con Qin Budai. Honestamente, el estado actual de Qin Budai le recordó a Lin Qiushi los monstruos dentro de las puertas.

"Probablemente se ha visto afectado por el mundo de las puertas". Chen Fei fue a la nevera y sacó un bistec. Realmente estaba planeando cocinarlo para Qin Budai. "La psique humana es algo frágil. Después de un fuerte shock, puede ser propenso al desorden". Después de decir esto, miró a Lin Qiushi. "No todo el mundo puede aceptar las cosas tan tranquilamente como tú".

Lin Qiushi no sabía qué decir.

"La peor situación es cuando todos los demás están muertos, pero la puerta y la llave no han aparecido". Chen Fei encendió la estufa, calentó el aceite y colocó el bistec en la sartén con un chisporroteo. "Estás atrapado solo dentro de la puerta, sin saber cuánto tiempo estarás atrapado allí..."

Su voz se hizo más y más baja.

De hecho, fue una pesadilla.

Estar atrapado dentro solo. Solo pensar en eso envió escalofríos por todo el cuerpo. Lin Qiushi se apoyó contra el umbral. "Qin Budai... estará bien, ¿verdad?"

Chen Fei negó con la cabeza. "No sé."

Lin Qiushi, "¿qué quieres decir con que no sabes?"

Chen Fei, "Quiero decir que no sé si mejorará, si podrá separar la realidad del mundo de las puertas".

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