CAPITULO CINCO

4.8K 204 5
                                    

El miedo es más temible cuando es difuso, disperso, poco claro, cuando flota libre sin vínculos, sin anclas. Cuando nos ronda sin ton ni son. Cuando no sabes prevenir ese miedo, a esa cosa o persona que le temes. Cuando por más que evites el miedo es la sombra que te acompaña las 24 horas del día.

Ese miedo que no te permite vivir, que te estanca en lo más profundo de tu oscuridad sin poder salir de ahí. Ese ancla atada a tu corazón que se va hundiendo poco a poco sin poder salvarte. El miedo a sufrir es peor que el propio sufrimiento, pero de todos modos, todos salimos perjudicados y aun así intentamos alejarnos de ese maldito sentimiento que nos carcome por todo una vida.

Llevo más años de mi vida con miedo que simplemente a las ganas de vivir. Miedo a ser destruida, miedo a que me lastimen, miedo a no ser lo que todos quieren que sea, miedo a fracasar, miedo a todo. Pero para que, vivir con miedo es como estar encerrada en una celda. Y ahí estaba yo, siendo lastimada como tanto temía, siendo destruida como tanto me aterraba. El miedo solo sirve para perderlo todo aunque intentemos evitarlo.

Pasaron los días desde aquella cena con Cameron y aquella carta que me jodió todos los días y noches. Vivo con tanto temor que ya no sé lo que es vivir tranquila. No duermo, tengo pesadillas constantemente y si salgo a la calle estoy tan paranoica que tengo que mirar atrás y a los lados todo el tiempo.

Suelo pedir a Génesis que se quede a dormir conmigo porque ella ahora es la única que me calma. La única que me protege de aquellas pesadillas tan vívidas avisando que mi peor fantasma está por llegar. No se separa de mí y le agradezco porque si me quedo sola puedo caer en un hoyo profundo y no salir de ahí.

- ¡Chicas despierten, que se os hace tarde! .- Escucho la voz de mi madre viniendo para acá.- Como me entere que seguís durmiendo vamos a tener problemas.

Suelto un suspiro sin apenas dormir en toda la noche y miro a Génesis que está profundamente dormida y tengo tanta envidia de ella ahora mismo, rezando por dormir así al menos una vez en la vida. La muevo un poco para despertarla antes de que llegue mi madre, escucho como refunfuña en sueños y me río. Me acerco a ella poco a poco y le soplo el oído. Siempre fue esa manera de despertarnos cuando nos costaba hacerlo y era un método muy efectivo.

- ¡ Demonios Génesis, hay fuego! .- Le grito al oído a lo que ella se levanta saltando. Nos damos un cabezazo que me deja mareada por unos segundos y una punzada de dolor constantemente

- ¡ Llama a los bomberos y corre a buscar a Bertita! ¡Mierda Brigitte, que haces ahí parada! .- Dice poniéndose de pie y abre la puerta de la habitación.- oh dios oh dios, vamos a morir. Señora Stanley vamos a morir quemadas.

No puedo evitar soltar carcajadas por lo dormida que va. G me alegra mis mañanas tanto como mis días y mis noches. Me puede hacer olvidar de todo con sus ocurrencias y no puedo amarla más.

- Cálmate Génesis, aquí nadie va a morir y si lo hacen será por mis propias manos si escucho por ahí que han llegado tarde.- Escucho como le dice mi madre a través de la puerta.

Segundos después aparece mi amiga mirándome con mala cara y yo solo puedo sonreír. Se tumba en la cama de mala manera y yo me lanzo a darle un beso a la mejilla.

- Eres tan perra, pero tan perra que así te quiero.- Me dice yo no puedo evitar reírme.

- Las dos somos unas perras, no lo olvides .- Le aseguro y me sonríe.- Anda ve a darte una ducha que mi madre si es capaz de matarnos por llegar tarde.

Con pocas ganas se mete al baño de mi habitación y yo voy a la del cuarto de invitados para ser más rápidas. En diez minutos estoy recién duchada y vestida con un mono de pantalones largos y tirantes con estampado tropical con abertura en el ombligo. Me hago una coleta alta con dos mechones sueltos por la frente y me lavo los dientes. Salgo del baño y veo a Dalila con la cabeza en la mesa medio muerta y a Eleonor prácticamente lista en la puerta. Minutos después veo como baja Génesis pero no veo a Coral.

La Musa de mis CancionesWhere stories live. Discover now