La Musa de mis Canciones

CAPITULO VEINTIUNO

Brigitte Stanley.

Empieza diciembre con la navidad por delante y con eso, películas con temáticas navideñas. No sé si os pasa, pero para mi diciembre, es el mes de la nostalgia. Te hace recordar cosas de las que viviste, ya sean felices o no. Por una parte me gusta ya que se suele reunir la familia, pasar momentos divertidos y cosas parecidas, por otro lado, está la sensación de no querer que se acabe. ya que todo pasó muy rápido.

Por eso es que ahora estoy tumbada en la cama junto a Génesis con una cuenco lleno de palomitas y viendo una película navideña, el grinch para ser exactos. Bueno más bien yo estoy observando la película, Génesis está totalmente concentrada en el móvil, últimamente estos días no hace nada más que tener los ojos solo para el móvil.

Me acerco a ella disimuladamente y me rasco una nalga fingiendo que eso es lo que pretendo hacer. Mis ojos se desvían hacía el móvil y me encuentro con que está hablando con Isaac ¿me sorprende?, claro que no. Lo que me sorprende son todas las cosas de las que hablan.

"Solo pensar en verte me pone a mil"

Por todos los cielos.

"Deseo tanto pasar mi lengua por todo tu cuerpo y marcarte como mía"

Dios santo.

Abro los ojos enormemente pero por algún motivo no puedo quitar la vista de su teléfono. Génesis está tan concentrada chateando con Isaac que no se da cuenta cuando pongo mi barbilla en su hombro para ver mejor, ahora el Grinch quedó en segundo plano.

*Foto*

¡Por todas las anacondas!

Jadeo por la sorpresa y la pelinegra pega un respingo haciendo que el móvil vuele hacia mi cabeza, haciendo que el golpe se escuche sonoramente doloroso. Me sobo la cabeza mientras mi mejor amiga gira la cabeza lentamente en mi dirección.

Nos quedamos observando por no sé cuánto tiempo sin hacer ningún movimiento. Ella mira de mi hacia el móvil y yo lo hago de ella hacia el móvil. Carraspeo y me miro las uñas fingiendo demencia mientras mi mente recrea la maldita foto que no puedo sacar de mi mente.

– ¿Te apetece un plátano? .- suelto sin pensar.

Todavía seguimos en silencio mientras el malhumorado del Grinch suena a través de la pantalla de la televisión. Carraspeo no sé cuantas veces pero la mirada de Génesis me empieza a inquietar hasta que parpadea unos segundos y se levanta de la cama.

– Voy al baño.

Me levanto con ella y corro hasta colocarme enfrente de la puerta impidiendo el paso.

– Oye, no te enfades.- pido haciendo un puchero.

– ¿Por qué estaría enfadada? .- Frunce el ceño y yo cada vez me pongo más nerviosa.

– Pues... por eso.

– ¿Y eso es?

– Por husmear en tu móvil.- murmuro rápidamente.

Génesis me observa confundida hasta que los engranajes en su cabeza se van uniendo e intercambia mirada entre el móvil y yo. Le sonrío inocente y esta inhala profundamente antes de darme una mirada que ahora mismo estaría a tres metros bajo tierra.

– ¿Pusiste los ojos en mi celular? .- cuestiona lentamente.

Yo asiento porque sé que si digo algo, puedo cagarla más.

– ¿Qué viste? .- Se acerca con pasos lentos en mi dirección.

Alzo la mirada y no veo enojo ni molestia, cosa que me sorprende, lo que veo es diversión en ellos que me confunde al instante.