Brigitte Stanley.
– Desde que me follé a Isaac, ningún polvo ha valido la pena.- soltó Génesis haciéndome atragantar con la bebida.
¿Qué hizo que?
Giré mi cara abruptamente en su dirección y abrí mis ojos de par en par al tener dicha información en mi cabeza. Sé que a mi amiga le atraía Isaac físicamente pero pensaba que nunca se atrevería a acostarse con él.
– ¿Te acostaste con Isaac? .- inquirí sorprendida.
Asintió con la cabeza orgullosa y yo cada vez entendía menos.
– Y dios, que bien folla el susodicho.- dijo mordiéndose el labio como si estuviera recordando.
Le pellizque el brazo suavemente y ella me lo devolvió un poco más fuerte.
– ¿Y cuando se supone que ibas a contármelo?
– Te lo estoy contando ahora ¿no?
– ¿Cuándo fue? .- inquirí cruzándome de brazos.
Ella se tocó la barbilla con un dedo mientras pensaba, siempre hacía eso cuando le costaba recordar algo.
– La última vez que fuimos a ese local, el día que te emborrachaste como una loca, que le insinuaste a Cameron con montarle al caballito y en ser misioneros, le llamaste jodido sexy cantante...
– Si, si. Ya entendí que día fue, no hace falta que me recuerdes todo lo que hice ese día.- le interrumpí rodando los ojos, pero sentía mis mejillas calientes.
– Bueno, pues fue en el baño.- siguió.- Fue corto, pero dio mil vueltas a todos los acostones que tuve.
Me acerqué más a ella como si fuera a contarme un secreto y ella hizo lo mismo.
– ¿Y cómo fue?
Me miró con una ceja alzada y yo hice señales con mi mano para que me siga contando.
– ¿De verdad quieres saber? .- asentí.
– Pero no con todos los detalles.
Génesis suspiro y se tumbó boca arriba mirando al techo, repetí la misma acción y giré mi cabeza para mirarla.
– Cuando supuestamente él me vino a buscar, aunque yo creo que más bien lo hizo para dejarte a solas con Cameron.- musitó y yo la miré confundida.- Hablamos por un rato y luego no sé quien se lanzó primero, él o yo, pero los dos nos teníamos demasiadas ganas.
– Y no creo que solo hayan sido besitos ¿verdad?
Génesis elevó las comisuras de sus labios en una sonrisa pícara.
– Después de besarnos un tiempo, me llevó al baño de hombres... o mujeres, no me acuerdo. Nos metimos adentro de un cubículo y ahí empezó todo, hasta que me acordé de que existías.
Lo miré indignada y le di un golpecito suave en el abdomen.
– Me dejaste sola.- mascullé y me miró con una ceja alzada.- Bueno, me dejaste sola con Cameron, pero a una amiga no se le deja sola ¿Qué tal si me hubieran hecho algo?.
– Estabas en buenas manos, tranquila.
– ¿Cómo lo sabes?
Génesis me miró incrédula y yo parpadee intentando comprender. Me dio unas palmaditas en el muslo y se sentó en la cama.
– Date cuenta tu sola, muñequita.
– ¿Me de cuenta de qué?
Génesis se encogió de hombros, trató de levantarse pero la cogí de la muñeca y la tiré hacia la cama hasta tumbarla. Me miró mal pero yo ya estaba encima de ella.
ESTÁS LEYENDO
La Musa de mis Canciones
ChickLitElla temerosa al contacto físico... Él encantado con el contacto físico... Ella reacia a conocer personas... Él feliz de estar rodeado de cientos de personas... Brigitte con un pasado al que le cuesta dejar atrás, pero es lo q mas quiere en el mundo...