CAPÍTULO CATORCE

3.6K 184 24
                                    


Brigitte Stanley.

– Desde que me follé a Isaac, ningún polvo ha valido la pena.- soltó Génesis haciéndome atragantar con la bebida.

¿Qué hizo que?

Giré mi cara abruptamente en su dirección y abrí mis ojos de par en par al tener dicha información en mi cabeza. Sé que a mi amiga le atraía Isaac físicamente pero pensaba que nunca se atrevería a acostarse con él.

– ¿Te acostaste con Isaac? .- inquirí sorprendida.

Asintió con la cabeza orgullosa y yo cada vez entendía menos.

– Y dios, que bien folla el susodicho.- dijo mordiéndose el labio como si estuviera recordando.

Le pellizque el brazo suavemente y ella me lo devolvió un poco más fuerte.

– ¿Y cuando se supone que ibas a contármelo?

– Te lo estoy contando ahora ¿no?

– ¿Cuándo fue? .- inquirí cruzándome de brazos.

Ella se tocó la barbilla con un dedo mientras pensaba, siempre hacía eso cuando le costaba recordar algo.

– La última vez que fuimos a ese local, el día que te emborrachaste como una loca, que le insinuaste a Cameron con montarle al caballito y en ser misioneros, le llamaste jodido sexy cantante...

– Si, si. Ya entendí que día fue, no hace falta que me recuerdes todo lo que hice ese día.- le interrumpí rodando los ojos, pero sentía mis mejillas calientes.

– Bueno, pues fue en el baño.- siguió.- Fue corto, pero dio mil vueltas a todos los acostones que tuve.

Me acerqué más a ella como si fuera a contarme un secreto y ella hizo lo mismo.

– ¿Y cómo fue?

Me miró con una ceja alzada y yo hice señales con mi mano para que me siga contando.

– ¿De verdad quieres saber? .- asentí.

– Pero no con todos los detalles.

Génesis suspiro y se tumbó boca arriba mirando al techo, repetí la misma acción y giré mi cabeza para mirarla.

– Cuando supuestamente él me vino a buscar, aunque yo creo que más bien lo hizo para dejarte a solas con Cameron.- musitó y yo la miré confundida.- Hablamos por un rato y luego no sé quien se lanzó primero, él o yo, pero los dos nos teníamos demasiadas ganas.

– Y no creo que solo hayan sido besitos ¿verdad?

Génesis elevó las comisuras de sus labios en una sonrisa pícara.

– Después de besarnos un tiempo, me llevó al baño de hombres... o mujeres, no me acuerdo. Nos metimos adentro de un cubículo y ahí empezó todo, hasta que me acordé de que existías.

Lo miré indignada y le di un golpecito suave en el abdomen.

– Me dejaste sola.- mascullé y me miró con una ceja alzada.- Bueno, me dejaste sola con Cameron, pero a una amiga no se le deja sola ¿Qué tal si me hubieran hecho algo?.

– Estabas en buenas manos, tranquila.

– ¿Cómo lo sabes?

Génesis me miró incrédula y yo parpadee intentando comprender. Me dio unas palmaditas en el muslo y se sentó en la cama.

– Date cuenta tu sola, muñequita.

– ¿Me de cuenta de qué?

Génesis se encogió de hombros, trató de levantarse pero la cogí de la muñeca y la tiré hacia la cama hasta tumbarla. Me miró mal pero yo ya estaba encima de ella.

La Musa de mis CancionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora